tag:blogger.com,1999:blog-82633499616381091762024-03-14T07:15:57.172+01:00La posada del lectorPasen, tomen algo y relájense en La Posada del Lector.Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.comBlogger47125tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-41116849908589037262020-07-28T22:34:00.000+02:002020-07-29T01:44:25.385+02:00Melocotones helados, de Espido Freire. O un destino abúlico.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL6VysUmivkWOeHmLEOnNsP7tbfw-d0YGAd3oLlph5UZJB00qdWGCi-n434VzzaE1cGZBNXY6nDvIk-ihsePopFOIQHEtivCXZIUANWruuudyFpp7QpYRbGzeYuzUXBTKz0iRffOMUBsU/s1600/Portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1139" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL6VysUmivkWOeHmLEOnNsP7tbfw-d0YGAd3oLlph5UZJB00qdWGCi-n434VzzaE1cGZBNXY6nDvIk-ihsePopFOIQHEtivCXZIUANWruuudyFpp7QpYRbGzeYuzUXBTKz0iRffOMUBsU/s320/Portada.jpg" width="227" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 18.0pt;">Ficha</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Título:</span></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"> Melotocones helados<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Autor/a:</span></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"> Espido Freire<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Editorial: </span></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Planeta<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Nº de páginas: </span></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">328<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Lengua:</span></b><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"> castellana<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 18.0pt;">Sinopsis (copiada de la contraportada)</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Elsa, una joven pintora, se ha visto
obligada a abandonar su casa ante unas amenazas de muerte de las que desconoce
la razón, y marcha a otra ciudad a vivir con su abuelo. En esa suerte de exilio
que nadie desea tomar en serio, Elsa se adentra en las intrincadas relaciones
humanas, que había descuidado para dedicarse a la pintura, y se mueve entre la
propia historia de su familia y, sobre todo, la de una prima con la que comparte
nombre y apellidos. De ese modo se enfrenta a su fragilidad, a los errores, a
la mezcla de identidades, a vivir una vida equivocada sin saberlo. ¿Es posible
que incluso al morir se produzcan confusiones?</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 18.0pt;">Opinión personal</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Tenía desde hace años este libro por casa, y que mejor
que haberlo leído durante el confinamiento, y rebajar así un poquito la lista
de pendientes acumulada en el estante. <a href="https://posadadellector.blogspot.com/2018/02/irlanda-de-espido-freire-o-una.html" target="_blank"><span style="color: blue;">Ya les hablé del debut literario
de <b>Espido Freire</b>, con <i>Irlanda</i></span></a>. Fue la
primera vez que leía algo de <b>Espido Freire</b>, y repito por segunda
vez con <i>Melocotones helados</i>, su tercera novela y con la que ganó el
Premio Planeta en 1999, siendo la autora más joven —25 años— en ganar el
premio. Si creen que les puede interesar lo que les tenga que contar, pasen y
tomen algo.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Melocotones helados</span></i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"> es la historia de Elsa, una chica joven, muy
centrada en sus obligaciones, con su noviazgo serio y formal de toda la vida y que intentan labrarse un camino como pintora. Parece que su vida va bien, hasta
que empieza a recibir amenazas anónimas. No tiene ni idea de quién se las manda
ni por qué las recibe, precisamente ella que siempre ha vivido de manera tan
formal, tan correcta por el buen camino, y sin meterse en líos. Frente al temor
de unas amenazas que no cesan, Elsa deja su localidad y se va a vivir a casa
de su abuelo. </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Y así empieza una nueva vida para Elsa, sin saber
hasta cuándo durará. Y así sabremos nosotros como lectores cómo le irá a
partir de ahora… y de cómo le irá también —o cómo le fue— a más personajes de
la novela. Porque aunque la protagonista es Elsa, habrá que llamarla Elsa
grande, para diferenciarla de dos Elsas más con las que comparte protagonismo.
Una es su prima Elsa, a la que se le llama Elsa pequeña —cuatro años menor—, y
es la destinataria real de las amenazas, pero que por error le llegan a Elsa
grande.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Además de Elsa grande y Elsa pequeña, sabremos de la
niña Elsa, la tía de las primas Elsas y hermana menor de sus padres, y que
desapareció misteriosamente de niña, y nunca más se supo de ella. Estas tres
historias se irán contando en paralelo, junto a la historia de juventud del
abuelo Esteban. Así pues, se nos narrará dos historias en presente —la de las
dos Elsas— y dos en pasado —el abuelo y Elsita—. Y en un segundo plano, aún
podemos encontrar alguna historia más: como la de Blanca, la mejor amiga de
Elsa grande. Y también de Elsa sabremos inevitablemente de Rodrigo, por ser su novio. Y de la Tata, la sirvienta del abuelo Esteban y por qué se quedó a
servir a la familia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
Y todo esto nos lo contará en diez capítulos sin título, más
un epílogo. Además, cada capítulo está dividido en fragmentos, y dentro de un
mismo capítulo se puede pasar del pasado al presente, y de un lugar a otro.
Creando así una visión panorámica que lo abarque todo. No por ello <i>Melocotones
helados</i> resulta una novela confusa, pese a las tres Elsas y los
distintos planos temporales, pero a la hora de presentar la
información y seguir las historias he acabado sintiendo cierta descompensación:
en algunas tramas los detalles no eran del todo relevantes; en otras, en
cambio, creo que faltó más desarrollo. El problema de la historia —de las
historias— de <i>Melocotones helados</i> no son las ideas de las que
parte <b>Espido Freire</b> como motor argumental, que diría que son
dos:<o:p></o:p></div>
<o:p></o:p>1- La secta que amenaza por error a Elsa grande
confundiéndola con Elsa pequeña, es lo que echa a andar la novela, pues provocó
que Elsa grande se tuviera que mudar. Aunque al final, parece más un pretexto para la propia autora que no para la trama en sí. Pero me ahorro los spoilers.</div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<o:p></o:p></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<u1:p></u1:p>
</div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
2- Una especie de
destino mágico, más allá de lo puramente azarístico, que parece conectar todo y
que se palpa de fondo, como si hubieran unos hilos invisibles en la
(intra)historia de la novela. Algo de lo que no se puede escapar, da igual
donde vayas. No es casual que el nombre de Elsa se repita en tres personas, y
que da igual donde vayas. No puedes escapar. No es casual tampoco que la novela se abra con esta cita de Kavafis:<o:p></o:p></div>
</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">No hallarás
otra tierra ni otro mar.<br />
</span>La ciudad irá en ti siempre
(…)<br />
pues es siempre la misma.No
busques otra,<br />
no la hay.<br />
<br />
No hay caminos ni barco para
ti.<br />
La vida que aquí perdiste<br />
la has destruido en toda la
tierra.<o:p></o:p></div>
</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">El problema es la ejecución. Y especialmente con la
segunda idea. Parece que la novela me quiera señalar una especie de hilo
invisible que une a las Elsas en una especie de tradición familiar. Por
ejemplo, de Elsa Grande se dirá que “no era la primera de la familia que había
tenido que huir de Desrein. Sin saberlo, repetía el mismo viaje que su abuelo
había hecho al terminar la guerra”. Pero pese a ello, como lector, no la
termino de ver esa gran conexión, como que aún falta más relación, y por eso no
me resulta del todo creíble pese a que me lo tengo que creer.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<u1:p style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;"></u1:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Mientras leía </span><i style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">Melocotones helados</i><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; float: none; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">, me era imposible no acordarme de Irlanda, la </span><i style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">opera prima</i><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; float: none; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"> de </span><b style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">Espido Freire</b><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; float: none; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">. Y siendo dos
historias muy distintas, a la vez encontré varias similitudes, rasgos en común
que, aún habiendo leído sólo dos novelas de </span><b style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">Freire</b><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; float: none; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">, veo que parecen configurar
un universo literario propio. Así pues, en </span><i style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">Irlanda</i><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; float: none; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;"> había dos
primas —aunque éstas llegan a interactuar y mucho, cosa que no pasa con las
Elsas—. También coincide cierta rencilla latente entre familias, sin que en
ninguna de las novelas llegue a explosionar el conflicto. Y en ambas obras, la autora ahonda en
la introspección emotiva de los personajes, en sus sentimientos de zozobra,
inquietud y soledad, y ahonda igual de bien independientemente de la voz
narrativa que use —primera persona en </span><i style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">Irlanda</i><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; float: none; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">, tercera persona
omnisciente en </span><i style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">Melocotones helados</i><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; float: none; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; widows: 2; word-spacing: 0px;">—.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipYu4aNLVBIHB3fakhN6qspJrvzu4Uh83f4fEOhyObu4s7cnDZcoZX5HIgCtKqk8lqJ8pqhO-ThLNFG6dsVrNQVsb5AGjzT9WoPR8nR7igd_mzFDY1ddXGyyonM6uzzqJq8SGHS-q8pQA/s1600/Espido_Freire_01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="330" data-original-width="330" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipYu4aNLVBIHB3fakhN6qspJrvzu4Uh83f4fEOhyObu4s7cnDZcoZX5HIgCtKqk8lqJ8pqhO-ThLNFG6dsVrNQVsb5AGjzT9WoPR8nR7igd_mzFDY1ddXGyyonM6uzzqJq8SGHS-q8pQA/s320/Espido_Freire_01.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Espido Freire</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Y aún podemos hablar de otros elementos
reconocidos. En el caso de los personajes, </span><b style="font-family: "times new roman", serif; font-size: 12pt;">Freire </b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">los
contrapone mucho entre sí. En </span><i style="font-family: "times new roman", serif; font-size: 12pt;">Irlanda</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">, sucede entre las dos primas.
Y en </span><i style="font-family: "times new roman", serif; font-size: 12pt;">Melocotones helados</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> también con las dos Elsas coetáneas.
Elsa pequeña, alocada y de decisiones errática en la vida, y Elsa grande, más
recta y ceñida a su guión y a su camino bien trazado. Hasta los padres de ambas
las comparan:</span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Si los padres de Elsa
pequeña envidiaban la sensatez y la cordura de su sobrina la mayor, los padres
de la otra Elsa, en cambio, hubieran preferido que su hija viviera más, que no
siguiera una pauta tan marcada. Como las orugas de las procesionarias, Elsa
grande parecía seguir un sendero trillado y desbrozado por otros antes; estaban
seguros de que si arriesgara un poco más, su talento conseguiría grandes
logros.<br />
</span>—Viaja, conoce
mundo… ¿Cómo pretendes saberlo ya todo a tu edad? Eres pintora, debes buscar
imágenes nuevas, historias no contadas que plasmar. Hace falta una gran
curiosidad, deseos de no atarse a ninguna parte para ser artista.<br />
Pero Elsa grande
quería pintar retratos, casarse joven, dedicar mucho tiempo a la familia y a la
casa. Y así, tranquila, estudiar y profundizar en lo que le pareciera a a cada
momento.<br />
—Pero ya tendré
tiempo para viajar, mamá. Cuando envejezca no tendré ya cerebro ni deseos de
estudiar, pero siempre me quedará hueco para viajar.<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Pero
no sólo se queda ahí: también hay cierta oposición — y hasta rivalidad— entre
Elsa Grande y su mejor amiga, Blanca. E incluso, podríamos hablar, en un plano
más secundario, de la rivalidad entre el abuelo Esteban y Melchor Arana, en un
asunto de amoríos. O entre los hermanos Miguel y Carlos, padres de las Elsas.</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Respecto a la temática, se comparte una
misma idea: las apariencias. En las dos novelas las cosas no siempre son lo que
parecen. Hay cierta concepción de la vida que yo me atrevería a calificar de
tenebrosa, de una maldad camuflada. Y varios personajes avanzan por la vida
ocultando secretos, desde los más grandes hasta pequeñas mezquindades, e
incluso actúan con astucia para conseguir un fin.</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">En las dos novelas también aparece la
muerte, pero con diferente tratamiento. En <i>Melotocones helados</i> la
muerte es doble: el asesinato físico, pero también mediante el olvido. La
novela empieza de esta manera tan potente:</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Existen muchos modos de
matar a una persona y escapar sin culpa: es fácil deslizar una seta venenosa
entre un plato de inofensivos hongos. Con los ancianos y los niños, fingir una
confusión con los medicamentos no ofrece problemas. Se puede conseguir un coche
y, tras atropellar a la víctima, darse a la fuga. Si se cuenta con tiempo y
crueldad, es posible seducirla con engaños, asesinarla mediante puñal o bala en
un lugar tranquilo, y deshacerse luego del cadáver. Cuando no se desean manchas
en las manos propias, no hay más que salir a la calle y sobornar a alguien con
menos escrúpulos y menos dinero. Existen sofisticados métodos químicos,
brujería, envenenamientos progresivos, palizas por sorpresa o falsos atracos
que finalizan en tragedias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Existe también una forma antigua y sencilla:
la expulsión de la persona odiada de la comunidad, el olvido de su nombre.
Durante algún tiempo el recuerdo aún perdura, pero los días pasan y
dejan una capa de polvo que ya no se levanta. Todo el pueblo se esfuerza en
dejar atrás lo sucedido con los puños apretados y la voluntad decidida, y poco
a poco, el nombre se pierde, los hechos se falsean y se alejan, hasta que,
definitivamente, llega el olvido.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Llega la muerte.</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Este olvido asesino está ausente en <i>Irlanda</i> —más
bien al contrario, y no haré spoiler— Pero en ambas novelas la vida sigue para
los vivos, con sus apariencias, su hipocresía y con esa maldad que
se esconde en lugares y gente insospechada. Y sé, apreciados lectores, que
estoy comparando mucho <i>Irlanda</i> con <i>Melocotones helados</i>,
pero la comparación es pertinente. Era normal que me acordase de la novela
debut de <b>Freire </b>mientras leía <i>Melocotones helados</i>,
por todo un universo simbólico compartido, pero también porque lo que en <i>Irlanda</i> me
pareció un acierto, en la novela que nos ocupa me fallaba. Porque <i>Irlanda</i> era
una novela breve, centrada en una sola trama, con menos personajes, y con una
atmósfera y una tensión in crescendo más lograda. En <i>Irlanda</i> los
elementos se explotan mejor, y el final me llegó a sorprender. En <i>Melocotones
helados</i>, sin embargo, aumenta el número de páginas y se nota una ambición
mayor que, por desgracia, no está a la altura del resultado final. Como dije,
la veo desequilibrada en sus historias —unas se pasan, otras se quedan cortas,
diluidas—. Y respecto al final de la novela, sentí que, aunque coherente,
quedaba demasiado abierto, y falto de homogeneidad con tanta historia.</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Como también queda demasiado difuminado el
elemento fantástico, que acompaña al personaje de la niña Elsa. Tengo serias
dudas de que la nota fantástica favorezca a la obra. Lo que en <i>Irlanda</i> se
ve claro que es la fantasía del mundo propio del personaje de Natalia, en el
caso de la niña Elsa queda más ambiguo, hasta el punto de que el elemento
mágico coquetea innecesariamente con hacer sombra al realismo de la novela.
Este realismo ya de por sí está un poco diluido, si bien en este caso no lo
considero un desacierto, porque simplemente es el mundo evocativo que Espido
Freire crea para su novela. Y a este realismo un tanto nebuloso contribuye la
toponimia: Desrein, Virto, Desra, Lorda… nombres ficticios,
evocativos. E incluso aunque la historia del abuelo Esteban se sitúa en plena
guerra civil española y en la posterior posguerra, el acontecimiento bélico es
un mero telón de fondo. No se menciona ningún personaje histórico, y ni
siquiera sabemos en qué bando luchó. De la misma manera, aunque la novela
tienes varios planos temporales tampoco se hace hincapié en el choque
generacional. En <i>Melocotones helados</i> todo se construye a favor
de ese hado misterioso, y de las emociones, pasiones —o falta de ellas— y
deseos que mueven a los personajes.</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3kP29PgKHqh3cEENV4LTXPgp8rXTYsOiARVv0DqWse4JBR7uVRtZXdo-gO1BAc4U5bKkb5Wh3p7Ha8E3BvHqDlsgC06Ckth5Ztkww5-2zZpQyclxqLkQaCUVAtKYGCUlLPyF_flPSpLk/s1600/Ni%25C3%25B1a+Elsa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="603" data-original-width="960" height="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3kP29PgKHqh3cEENV4LTXPgp8rXTYsOiARVv0DqWse4JBR7uVRtZXdo-gO1BAc4U5bKkb5Wh3p7Ha8E3BvHqDlsgC06Ckth5Ztkww5-2zZpQyclxqLkQaCUVAtKYGCUlLPyF_flPSpLk/s320/Ni%25C3%25B1a+Elsa.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Algo mágico parece haber en la niña Elsa</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Y
no es que la novela no presente la realidad social, sino que la muestra como
decorado, sin profundizar en explicaciones sociológicas. Así pues, se ve y se
cita la degradación urbana el primer capítulo, y se hace mención a la pobreza, a
la falta de oportunidades, a las drogas y al racismo. Pero todo esto queda
explicado brevemente, en unas pocas páginas. Y debido a esta sociedad urbana
degradada, la secta de Los caballeros del Grial se asienta, aprovechándose de
la desgracia. Es decir: no es que la pobreza social </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">la genere la Secta, sino que la Secta la
aprovecha para sus intereses. Al igual que en </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Irlanda</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">, existe una maldad intrínseca, independiente de
condicionamientos externos. Pero lo que en </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Irlanda</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">
me hizo pensar sobre la condición humana, en </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Melocotones helados</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> me pareció desdibujado. No se incide mucho sobre
la Secta del Grial, y como resultado da un tópico manido. </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Porque se ve claramente que está formada por
gente poderosa económicamente, pero no se ve ningún interés social ni económico
que los justifique. Y quizás me ha parecido tan pobre porque leí este libro en
plena pandemia, con absurdas teorías de la conspiración que te hablan de un mal
abstracto con determinada gente rica y famosa como cabecilla pensante. Pero
estos teóricos de la conspiración nunca te explican por qué harían lo que
harían, si no lo necesitan, y hasta les perjudicaría sin reportarles
beneficios. Los teóricos de la conspiración ven muchas cosas, y las ven sin
prueba alguna —no las necesitan—. Pero no ven la realidad. Ésa no. Y quizás por esto, por estar muy harto de esta gente y sus teorías, con el asunto de
la secta sentí que faltaba algo en la novela, más anclaje a una la realidad.
Evidentemente que sé que existen las sectas en la vida real, y que hay gente
que no necesita motivos racionales para hacer lo que hace. El problema es que
en </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Melocotones helados</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> toda la parte
de la secta no me resultó verosímil, y sí estereotipado y difuso. Y tampoco es
que me ponga estupendo ante una obra de ficción. ¿Con cuántas obras de malos
malosos no he disfrutado? Pero son historias que me ofrecen otras cosas por
otro lado. Con el tema de las sectas y las descripciones sociales no pude evitar pensar que
se notaba que la novela se escribió en los noventa. No sabría
desarrollar esto mejor, pero simplemente lo percibía. Y también me pregunté
cómo habrán evolucionado las novelas de <b>Freire </b>después de la crisis —no la
actual con el coronavirus, sino la de 2008 y que tanto se prolongó, y si es que realmente llegó a acabar—. Quizás algún lector lo sepa, pero yo de <b>Freire
</b>sólo he leído las dos novelas que les estoy nombrando.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Pero
regresemos al contenido de la lectura. Así va funcionando <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Melocotones helados</i>: con esa especie de destino invisible que mueve
los hilos y con esa maldad humana, que habita entre nosotros bajo afables
apariencias. Todo ello insertado en nuestra realidad. Una realidad que en
ocasiones tiene hasta toques costumbristas, sobre todo en la parte del pueblo
de Virto, cuando se cuenta por ejemplo esta escena de la criada, la Tata:</span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Era
coqueta. Una vez cada quince días se acercaba a la peluquería del barrio y se
hacía teñir el pelo de colores diferentes. Se miraba con cuidado al espejo en
la puerta, al entrar, y luego al salir, porque sólo se fiaba de la luz natural,
y señalaba las canas supervivientes, que tenían que cortarle de raíz con una
tijerita. Las clientas y las peluqueras la creían una señora de posibles, y
ella nunca las sacó de su error; había aprendido del caso del médico, y hubiera
matado a quien insinuara una relación sucia entre el señor Esteban y ella. De
modo que observaba a las mujeres del barrio bajo el casco plateado de la
peluquería, y al verse con los pelos mojados, como una gallina triste, sonreía
y dejaba a las otras cacarear.</span></blockquote>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">También hay una historia
propia de telenovela de sobremesa: la del abuelo Esteban y las Kodama. O el
amor truncado de juventud de la Tata. Demasiadas cosas. Y podemos meter también
la anorexia de Blanca, y su amorío con un profesor. También hay espacio para
disertar sobre el arte, como sucede en el capítulo 7, mostrando la diferencia
entre Blanca y Elsa grande. Una parte que me gustó, pero que queda un poco
como un trozo sumado en la novela, un trozo más. También me resultó
interesante, por lo evocativo, todo lo referente a la repostería, y los postres
que se citaban me abrían el apetito, y de ahí el título de la novela:
Melocotones helados, un postre al que le vi un sentido simbólico claro —me
ahorro el spoiler—, pero que de nuevo me parece insuficiente. Se establecen
relaciones demasiado débiles en la novela.</span></div>
<u1:p style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 16px; text-align: justify;"></u1:p><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2NRiPiwArpHjX6alIPpCHflv8x4vULHeqXZ-A4tCpDyjr3fFoFR016JuExGvTgjemvIxuLSdSsA_A4Ys949Aa4O7G21M_ePwrYlTsVRcP0qeLR3S_bMhkepsrJgL8di3dkl0rIdU8FD8/s1600/Melocotones+helados+postre.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="359" data-original-width="479" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2NRiPiwArpHjX6alIPpCHflv8x4vULHeqXZ-A4tCpDyjr3fFoFR016JuExGvTgjemvIxuLSdSsA_A4Ys949Aa4O7G21M_ePwrYlTsVRcP0qeLR3S_bMhkepsrJgL8di3dkl0rIdU8FD8/s320/Melocotones+helados+postre.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mientras leía, me apetecía un postre de melocotones</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Como ven son varias las cosas de la
lectura que no me convence. ¿Pero es la novela un desastre? Pues pese a todo lo
expuesto, también le encuentro logros. </span><i style="font-family: "times new roman", serif; font-size: 12pt;">Melocotones helados</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">, la
novela mantiene el suspense. Y logra gestionar la información, deslizándola
poco a poco. El estilo me ha parecido correcto, y creo que </span><b style="font-family: "times new roman", serif; font-size: 12pt;">Espido
Freire</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> logra transmitir una frialdad que queda bien. Una frialdad pese
a todo lo emocional y hasta escabroso en algunas escenas. El contraste es
curioso y logra una buena atmósfera. Frialdad en la narración y hasta frialdad
en los personajes —sobre todo cuando se desencantan—. Y ese tono frío, casi
abúlico, considero que va en consonancia con la idea del olvido, que transmite
la novela. En ocasiones hay también un deje poético el lenguaje, en el tono, en
lo que dice. Por ejemplo, el inicio de la novela —que les he copiado antes—, y
también el final, repite la misma idea, y le da cierto valor poético, de fábula
incluso. Y algo muy destacado en el estilo de la novela: los pensamientos de
los personajes están insertados como diálogos, pero en cursiva. Nunca lo había
visto así.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Melocotones helados</span></i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">, en definitiva, no está
mal. Pero esperaba más ya que, al fin y al cabo, ganó el premio planeta. Vale,
lo sé. El premio Planeta no es que diga mucho en cuanto a calidad, por no
hablar de otro tema aún peor. Pero leí <i>Irlanda</i>, y me dejó un buen
sabor de boca, siendo su primera novela. Con su tercera obra, y premiada,
esperaba más. Y me encontré con una novela, que tiene una minúscula pizca de
novela policíaca, pero sin llegar a serlo, porque no se centra en ninguna
investigación. Tiene una pizca de toque fantástico, sin saber si considerarla
como novela fantástica. Tiene una pizca de novela de saga familiar, sin llegar
a desarrollarla del todo. Sí es una novela introspectiva, que se centra en las
emociones de los personajes, y eso lo hace bien. Si bien, aunque creo que Elsa pequeña y Elsa grande están bien dibujadas, noto que otros personajes secundarios
podrían haber ofrecido más al lector. Y considero que a la novela le
faltó poda—tuve la sensación de que <i>Melocotones helados</i> era a
veces dos o tres novelas en una—, y unificar más y mejor. Por eso, si tengo que
recomendar leer a <b>Espido Freire</b>, les recomendaría mejor <i><a href="https://posadadellector.blogspot.com/2018/02/irlanda-de-espido-freire-o-una.html" target="_blank">Irlanda</a></i>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Valoración:</span></b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> Suficiente/bien</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Te gustará si te gustan</span></b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> las historias intimistas, los secretos
familiares.</span></div>
<br />Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-6884482665448379032020-04-01T22:51:00.000+02:002020-06-07T02:17:43.053+02:00La habitación de invitados, de Helen Garner. O el equilibrio de la amistad entre la generosidad y la superchería<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI-pv6YX_BPkbHL1FgYuDorPTYEiboIsDmKORjQMZd6uRXXWHrjNcH61u9EtUZuD63VdmNFoB1hwKDYPGRHd5tNzzWkvFa-pgPDlojlgwI58875azVIlcm9Qzkl-YTg1jGnLgpQO8kiN4/s1600/Portada+novela.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="484" data-original-width="300" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI-pv6YX_BPkbHL1FgYuDorPTYEiboIsDmKORjQMZd6uRXXWHrjNcH61u9EtUZuD63VdmNFoB1hwKDYPGRHd5tNzzWkvFa-pgPDlojlgwI58875azVIlcm9Qzkl-YTg1jGnLgpQO8kiN4/s320/Portada+novela.jpg" width="198" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ficha</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Título:</b> La habitación de
invitados</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Título original: </b><i>The
Spare Room</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Autora:</b> Helen Garner</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Idioma:</b> española</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Idioma original:</b> inglés</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Traducción:</b> Isabel Ferrer
Marrades.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Editorial:</b> Salamandra.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Nº de páginas:</b> 160 páginas</div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sinopsis
(copiada de la contraportada)</span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
Merecedora de
diversos premios, así como del aplauso de la crítica y el favor de miles de
lectores en diversos países —en Alemania figura en la lista de éxitos hasta la
fecha—, esta novela marca el regreso a la ficción de <b>Helen Garner</b>, autora de
enorme prestigio en su Australia natal.</div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
El carácter
autobiográfico de esta hermosa y emocionante exploración del ser más profundo
queda evidente en las características de su personaje principal, Helen, una
escritora de edad madura y arquetipo de la mujer moderna y emancipada. Helen
prepara con esmero el cuarto de invitados a la espera de la llegada de su vieja
amiga Nicola, tan bohemia e independiente como ella. Nicola va a quedarse tres
semanas para someterse a un tratamiento de medicina alternativa, aunque muy
pronto se hace evidente que se encuentra más enferma de lo que ella misma está
dispuesta a aceptar. Por su parte, Helen, convertida en enfermera, ángel de la
guarda y juez, apenas puede disimular su disgusto por la extravagante cura en
la que su amiga confía ciegamente. El desacuerdo entre ambas no sólo genera una
inesperada brecha en su amistad, sino que las mueve a reflexionar hasta qué
punto están dispuestas a sacrificar los intereses propios por ayudar a otra
persona, poniendo en peligro un estilo de vida al que no desean renunciar.</div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
Exenta de
sentimentalismo, pero llena de sentimiento, inteligencia y humor, <em>La
habitación de invitados</em> ahonda en los múltiples sacrificios que exige la
amistad y se pregunta dónde están los límites de la generosidad, de la
paciencia, de la capacidad para engañarnos y ahuyentar así el fantasma de
nuestra vulnerabilidad.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="http://salamandra.info/libro/habitacion-invitados">http://salamandra.info/libro/habitacion-invitados</a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Opinión personal</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hay libros asociados a recuerdos,
no ya por el contenido, sino por el momento o la circunstancia en el que se
leyeron. Me sucede con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La habitación de
invitados</i>, de <b>Helen Garner</b>, una novela que tengo vinculada a una vivencia
muy concreta. Era el año 2012, y cursaba filología hispánica. Decidí probar con
una asignatura de prácticas y elegí, de las diversas opciones, trabajar en una
biblioteca. Un sitio lleno de libros, cómo no. Allí me ofrecieron participar en
el club de lectura del mes siguiente, y el libro que tocaba leer era esta novela
que hoy nos ocupa. Así que si quieren saber de esta novela, y también acerca de
lo que me aconteció en la tertulia literaria, pasen y tomen algo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La novela empieza con Helen preparando,
con cariño y esmero, la habitación de invitados de su casa. Va a recibir la
visita de su amiga Nicola, enferma de cáncer, que reposará durante tres semanas
mientras se somete a un tratamiento para su crítica enfermedad. Aunque hay un
gran pero que ponerle a ese tratamiento: es una magufada. Y por lo tanto una
estafa, siendo éste un tema destacado de la obra. Helen tendrá que lidiar con
el dificultoso cuidado de una enferma de cáncer más el plus de ser consciente
de la estafa en la que crédulamente ha caído su amiga. Y aquí entra el segundo
gran tema de la obra: la complicada relación entre el deber y la amistad, y la
línea que separa lo racionalmente exigible del abuso de confianza.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Respecto al primer tema, la
novela es muy clara en su condena a las pseudociencias, sin la más mínima
concesión. Y desde el principio. A las pocas páginas, Helen nos cuenta cómo
días antes de recibir a su amiga había quedado para cenar con un amigo suyo,
psiquiatra. Y le expone la situación:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
—¿Se quedará tres semanas?
—preguntó mi amigo Leo, el psiquiatra. Era sábado por la noche, y yo, sentada
en la espartana cocina de su casa en South Yarra, lo observaba guisar. Echó la
pasta en un colador y lo agitó—. ¿Por qué tanto tiempo?<br />
—Ha reservado plaza para un
tratamiento alternativo aquí en Melbourne, en un centro de la ciudad. La han
admitido con carácter de urgencia. Tiene que presentarse el lunes a primera
hora de la mañana.<br />
—¿Qué clase de tratamiento?<br />
—No me atreví a preguntar. Me ha
hablado de suero de peróxido y otras cosas horribles. En Sidney ya ha estado
tomando vitamina C a grandes dosis. Ochenta mil unidades, me dijo. Por vena.
Con algo que se llama glutatión, sea lo que sea.<br />
Se quedó inmóvil con el colador
en la mano. Parecía estar conteniéndose: nunca había reparado en las venas de
sus sienes, bajo los rizos blancos.<br />
—Todo eso es pura charlatanería,
Helen.<br />
Empezamos a comer. Leo dejó que
se impusiera un silencio de psiquiatra mientras empuñaba el tenedor. Su terrier
blanco y negro permanecía sentado junto a su silla y lo contemplaba con
desvalido amor.<br />
— Ya —dije—. Eso intuía yo.
Cuando le diagnosticaron el tumor intestinal, le pidió al oncólogo que
postergara el tratamiento por un tiempo para poder tomar grandes dosis de aloe vera.
Y él le contestó: <<Nicola. Si el aloe vera redujera los tumores, lo
recetarían los oncólogos del mundo.>>. Pero ella cree en esas cosas. En
su casa, detrás del sofá, tiene una colchoneta magnética. Siempre me dice:
<<Tiéndete en la colchoneta, Hel. Te curará la osteoporosis.>></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La habitación de invitados</i> me pareció una novela muy valiente en
mostrar este tema de forma clara. Así lo expuse en el club de lectura en mi
turno. Y así se creó la polémica. De entre la gente, había dos personas muy
convencidas de las bondades de estas “curas” alternativas. Concretamente de la
cura alternativa por excelencia: la homeopatía. Eran dos personas muy puestas
en general en estos temas. Una, por ejemplo, conocía perfectamente el
tratamiento de vitamina C que se relata en la novela y al que se somete Nicola.
La otra me dijo, muy enfadada, “que la ciencia había demostrado que la
homeopatía era una cura eficaz”. Literal. ¿Y el resto de participantes? Bueno,
iban de neutrales… pero los percibí inclinados hacia la opinión de esas dos
señoras. <<Vale que Nicola en la novela diera con un charlatán estafador,
pero <b>Helen Garner</b> carga demasiado las tintas contra las terapias alternativas>>,
venían a convenir. En varios momentos de mi vida me he sentido claramente en
minoría frente a los demás, y aquél fue uno de esos momentos. A la vez que veía
–y vivía— a mi alrededor el estado de opinión sobre las pseudociencias, más
valoraba esta novela. Había puesto el dedo en la llaga. Y con el valor añadido
de no ser un panfleto, porque la denuncia de las pseudoterapias no es lo más
esencial de la novela. Quizás porque tiene mucho de autobiográfica —tema para
nada baladí—, y prima más contar una historia tal y como pasó.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una historia que nos lleva forzosamente al otro gran tema citado: ¿Hasta qué punto se es generoso u
egoísta? ¿Cuál es el límite que separa una cosa de otra? Este dilema sobre la
generosidad y el egoísmo se entrelaza muy bien con el de la pseudociencia. Porque
la pseudoterapia en la que cree Nicola y a la cuál se aferra con total
convicción es lo que hace peligrar la relación de amistad, y añade dificultades
en el cuidado de la enferma. Ya de por sí pasar un cáncer es duro, pero la cosa
se agrava si encima te sometes a un tratamiento estafa que te provoca durísimos
efectos secundarios:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Por la noche tuvo sudores. Sufrió
dolores en el vientre y el hombro. Cada vez que yo oía moverse entraba en su
habitación sin decir nada. Ella intentaba sonreírme: hacía ver que no padecía.
Lo único que tenía para aliviarla era la última dosis de <i>Digesic</i> del
día. Le llevé agua en la jarra de porcelana con un dibujo de hortensias rosadas
y se la serví en uno de mis vasos más bonitos. Yo también bebí, para
acompañarla. Por lo visto, la vitamina C administrada por vía intravenosa le
destrozaba la columna vertebral: no podía permanecer erguida. La cuidé,
retirando sábanas y haciendo un rebujo con ellas, sacando otras limpias,
refrescando la cama y volviendo a refrescarla. Mientras lo hacía, ella se sentaba
en la silla de madera del rincón, con la cabeza inclinada y las manos largas
unidas sobre el regazo. Finalmente concilió un sueño profundo. Yo volví a
rastras a mi habitación y la casa quedó en silencio... Siempre había pensado
que la pena era la emoción más agotadora. Ahora sabía que era la ira.<br />
(…)<br />
—No entiendo cómo pueden seguir
administrándote el tratamiento de vitamina C sabiendo que tiene esos horribles
efectos secundarios. ¿En teoría para qué sirve?<br />
—Pero, Helen —susurró—, pasa lo
mismo con la quimio y la radio. Nadie sabe cómo actúan, ni la una ni la otra,
pero siguen aplicándose.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como ven, pese a su sufrimiento
físico, Nicola tiene un gran consuelo mental, creyendo seguir el tratamiento
correcto. ¿Pero qué pasa con Helen? Pasa que ve cómo su amiga paga 2000 dólares
semanales a una clínica estafadora y va a peor. Helen también sabe que el cáncer
de su amiga se halla en fase cuatro, y por lo tanto no tiene solución. Pero eso
no quita que podría pasar lo que le quede de vida tratándose con medicina de
verdad, aceptando analgésicos que le aliviarían el dolor e intentar disfrutar y
exprimir lo que le quede de vida. Mas no es esa la idea de Nicola. Y no es sólo
que Helen tenga que ver como Nicola va a peor por una idea totalmente
equivocada, es que Helen se ha convertido en enfermera a tiempo completo, y
tendrá que atender a Nicola en sus dolores e incomodidades. Dolores e
incomodidades que, repito, podrían ahorrarse Y la tarea resulta titánica para
Helen.</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyAy46m_7sI6yp2ch5u3vIQKAl60Vy5fT3fkWgWqUhD9VGt1gpvjxjb5zLo0KiLKkCF7HMkZxMx9TL4dXNdNe5-sEqdc8sMhkobYoxyOX8EfSAia_kGlY_ugi-DjNM5stLDz_idS-5Geo/s1600/bedroom-690129_960_720.webp" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyAy46m_7sI6yp2ch5u3vIQKAl60Vy5fT3fkWgWqUhD9VGt1gpvjxjb5zLo0KiLKkCF7HMkZxMx9TL4dXNdNe5-sEqdc8sMhkobYoxyOX8EfSAia_kGlY_ugi-DjNM5stLDz_idS-5Geo/s320/bedroom-690129_960_720.webp" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Una habitación de invitados</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Porque hete aquí uno de los
puntos más interesantes de la novela: todo lo que concierne a los cuidados. El
título de la novela me parece muy bien escogido por ello: “La habitación de
invitados”. Abrir las puertas de tu casa, y ceder una habitación a alguien que
quieres, y cuidar a esa persona. Y por eso también resulta fundamental el punto
de vista: no relata Nicola, la enferma. Relata Helen, la cuidadora. En la
tertulia del club de lectura, alguien comentó que le había parecido cruel que
lo viéramos todo desde los ojos de Helen, y que tuviéramos que empatizar con
las fatigas de la cuidadora, cuando en realidad, la enferma de cáncer y la que
va a morir es Nicola —Y esto no es ningún spoiler: desde el inicio se sabe que
está ya en fase terminal—. Tomé la palabra, y repliqué que a mí me pareció todo
un acierto. Y que jamás lo había visto en ninguna otra novela. ¿Novelas sobre
enfermos de cáncer? Varias, e incluso se ha convertido en un manido tópico
—Hola, Albert Espinosa—. ¿Novelas en las que una persona debe de hacer de
enfermera por amistad? Sólo ésta. Debo decir que, afortunadamente, al manifestar
este punto de vista mío no sólo no vi desaprobación como con el tema de las
pseudociencias, sino que les pareció interesante mi punto de vista, incluso
algunos asintieron con la cabeza. Pero volvamos a la novela y a los cuidados.
En un primer momento, antes de recibir a Nicola, Helen habla con Iris, la
sobrina de su amiga enferma, y llega a sentirse un poco ofendida:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Teníamos que permanecer en
contacto, eso por supuesto: me dio su dirección de correo electrónico. Iris y
su novio Gab podían venir, pero no ese fin de semana, sino el siguiente: el
colegio donde ella daba clases no le concedería más días libres. Si me sentía
desbordada, se la llevarían a casa, con ellos. ¿Desbordada? Eso me hirió el
orgullo. Se suponía que yo era una mujer útil en los momentos de crisis.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero no sabía lo que le esperaba.
Quizás no lo sabemos hasta que nos toca a nosotros. Y es un trabajo muy
desvalorado, tal vez porque ha recaído siempre de forma mayoritaria sobre las
espaldas de las mujeres. De hecho, Helen necesitará desahogarse ante la nueva situación
de cuidadora en la que se ve, y todos los personajes con los que hablará son
femeninos: su amiga Peggy, su hermana Lucy, y la sobrina de Nicola, Iris.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y a todo este duro trabajo de
cuidados, ya he comentado que Nicola no es una enferma cualquiera. Y eso
implica más trabajo extra para Helen a la hora de cuidarla. Así como también batallar
psicológicamente con ella, para que abandone la clínica pseudocientífica y deje
de creer como a una autoridad al “doctor” Theodore. Y todo ello intentando no
tensar la relación de amistad. Pero con Nicola es mucha la paciencia que hay
que tener. No es cosa de Helen y su cansancio, la novela nos ofrece otras
perspectivas, como la de la sobrina de Nicola:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
—Me horrorizaba la idea de que
pasara tres semanas aquí contigo. No tiene ni idea de lo que le pide a la
gente. Ese buen ánimo suyo tan exasperante… Incluso veinticuatro horas pueden
bastar para sacarte de quicio. Pero si le planteas las cosas a las claras se
pone a la defensiva, así que pensé que si se lo sugería por teléfono y le
reservaba un pasaje sin decir nada, tal vez madurara la idea durante la semana
y el domingo estuviera dispuesta a volver a casa con nosotros. Pero no quiso ni
oír hablar de ello. Siguió en sus trece, diciendo: <<Sé que voy a
mejorar, y si no continúo con el tratamiento, moriré.>></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y también nos basta conocer a
Nicola por sus diálogos, el propio lector puede ver cómo se cuelga de la gente
y no acepta que le digan lo que no quiere escuchar:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
—Escúchame, Nicola. Esto no es
una cuestión de collarines. Necesitarás un equipo de personas que te cuide a
diario, y noche tras noche: que te cambie las sábanas y las lave, que te compre
comida y te cocine. Tu familia y amigos no te permitirán trasladarte a un
hotel. Eso no va a ser así. Debes volver a Sidney.<br />
—Mañana por la mañana cogeré el
avión. Tú vendrás conmigo, ¿no? No puedo viajar sola. Me pondré de acuerdo con
Iris, y pasaré a recoger unas cuantas cosas que necesito. La semana que viene
volveré. Tengo docenas de queridas amigas del colegio que viven en Melbourne.
Me aceptarán en sus casas de todo corazón.<br />
Me invadió una rabia vertiginosa.
Me entraron ganas de estrellar el coche contra un poste, pero para que muriese
sólo ella.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La novela se abre con la
siguiente cita de la poeta norteamericana Louise Glück —reconozco que no sabía
quién era y tuve que googlear—:“¿… o es que así se porta el corazón cuando
sufre?”. Y el caso es que, por lo que deja ver Helen, jamás tuvo ningún
problema con su amiga Nicola. Ni es una mala persona, todo lo contrario: siempre
se hizo querer. Helen y Nicola son dos mujeres con muchas similitudes: ambas son
dos mujeres mayores, sexagenarias, modernas, independientes —Nicola sin pareja,
y Helen divorciada— y emancipadas económicamente. Y desde que se conocieron quince
años atrás, jamás habían tenido ningún problema. Desde el primer momento, supo
Helen que Nicola creía en estas cosas exóticas/esotéricas, pero eso jamás le
importó lo más mínimo. No les separaba en absoluto, cada una con su vida y
con lo que creyera —o no creyera—. Pero una vez enferma de cáncer Nicola, y siendo
cuidadora Helen, la relación no puede ser igual que en aquellos tiempos pasados
y felices. Las creencias acientíficas de Nicola no las puede ignorar ya Helen,
debido a que son el principal problema. El choque será inevitable. El optimismo
de Nicola, que a priori puede parecer positivo, acaba siendo contraproducente y
de una ceguera absoluta. Porque es un optimismo que niega su realidad. Puro
pensamiento mágico. Y como bien reflexiona Helen, “la muerte no debe negarse.
Intentarlo es una presunción. Infunde locura en le alma. Absorbe la virtud.
Envenena la amistad y convierte el amor en una farsa”. Así pues, Nicola pese a
su optimismo, en el fondo, muy en el fondo, tiene ese dolor latente. Y en
cuanto a Helen, pese a su buena disposición y generosidad, aguantará y
aguantará… hasta no poder más. Y veremos a Helen <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lidiando con <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el trabajo duro de una enfemera, a Helen
lidiando con el carácter de Nicola, a<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Helen lidiando con la clínica estafadora. Veremos, en definitiva, a dos
personajes que sufren, sometidas a una fuerte presión para mantener la amistad.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Porque aunque aparecen más
personajes en la obra —a descatar el Dr.Theodore, el charlatán estafador—, son
Nicola y Helen el eje principal de la novela. Y ambos personajes están bien construidos,
te los crees psicológicamente. A pesar de lo paciente que es Helen, entiendes
que acabe explotando —muchos habríamos explotado antes—, y pese a que Nicola se
hace odiosa, comprendes que algo tiene<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para haber conquistado la amistad de su amiga.
Por eso, pese a lo duro de la situación que he ido describiendo, y pese a esa
constante tensión que en algunos momentos explota, aún quedará también espacio
para momentos alegres, y hasta humorísticos. Un humor leve que rebaja la dureza
de la situación. Porque <b>Garner </b>no se recrea ni se regodea, ni añade más
dramatismo del que la historia tiene. Sólo hay dos discusiones tensas: las que
Helen tiene con Nicola y con el Dr.Thedore. Pero son discusiones a las que se
llega por el propio peso de las circunstancias. Y <b>Garner </b>tampoco cae en el
sentimentalismo facilón. La novela es emotiva, y los sentimientos hacen acto de
presencia—cariño, amor, tristeza, dolor, ira…—, pero no se desbocan. Y ni
siquiera la presencia de la muerte hace que la obra caiga en el tenebrismo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>La habitación de invitados</i> es una
novela sencilla y lineal. Una sencillez que, mientras leía, no terminaba de
apreciarla, ya que me pareció que tenía un punto extraño: su estructura
interna. Respecto a la externa nada a destacar, los capítulos son pausas no
titulados ni enumerados. Simplemente, una página termina en punto y final, y
con la siguiente hoja en blanco. Y se sabe así que hay un cambio de capítulo.</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj56qyrdW_rZp1vr7H5WZpmVKXD2L06scylJkm2jmAD1xLF5QoD7Nc92y9Q7wF_sqc_Pl7qDfL05ELCC_Ai1xfCY4XMzAppx6bosWEKMvrwpn5D61w3sCptEu5AniZITF-V-M4YXcioyLA/s1600/Helen+Garner.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="316" data-original-width="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj56qyrdW_rZp1vr7H5WZpmVKXD2L06scylJkm2jmAD1xLF5QoD7Nc92y9Q7wF_sqc_Pl7qDfL05ELCC_Ai1xfCY4XMzAppx6bosWEKMvrwpn5D61w3sCptEu5AniZITF-V-M4YXcioyLA/s1600/Helen+Garner.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Helen Garner</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y dentro de cada capítulo, se
marcan pequeños espacios entre fragmentos. Volviendo a la estructura
interna, me chocó lo siguiente: en cuanto Nicola debe proseguir su tratamiento en
otro lugar, y deja de ser la invitada en casa de Helen, la historia se acelera,
y acaba rápidamente la novela. Helen nos pone al corriente de lo que acontece una vez
marcha Nicola, pero es como un resumen final. Todo el foco de la historia ha
estado en la convivencia —y por ello, abundan los diálogos en la novela, los
cuáles están bien construidos—. Y como he comentado anteriormente, hay un
detalle de vital importancia: la novela está basada en una experiencia real que
vivió la autora. Estamos ante una autoficción, y <b>Helen Garner</b> nos cuenta de
primera mano cómo tuvo que cuidar de su amiga. Quizás por ello, por su toque
autobiográfico, la convivencia entre Helen y Nicola, sea el meollo de la
novela, y lo que pase después queda como una explicación rápida. Tuve la
sensación —reconozco que subjetiva— de que <i>La
habitación de invitados</i> no pretendía ser una obra ambiciosa. Cosa que
tampoco significa que sea una obra descuidada o excesivamente simple. Sino que parece
discreta, con un aire deliberamente poco pretencioso. Como si la autora hubiera
querido retratar un momento de su vida, una particular vivencia. Pero ahí está
su logro, y es más de lo que parece.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por eso considero que ha sido una
lectura que ha valido la pena. Por tratar las relaciones de amistad y lo
complicadas que pueden llegar a ser —pese a que haya sincero cariño—, y por
poner de relieve un tema, el de las pseudociencias, que a <b>Helen Garner</b> le llegó
de sopetón a través del cuidado de su amiga. Y en cuanto a mí, pues bueno, no
me volvieron a ver por el club. Que no es mi ánimo de ofender a nadie, <a href="https://elpais.com/elpais/2018/09/19/ciencia/1537357576_695356.html" target="_blank">pero no puedo comulgar con ruedas de molino</a>. Y menos cuando se trata <a href="https://www.lavanguardia.com/vida/20190607/462716965711/condenados-padres-nino-otitis-homeopatia-italia.html" target="_blank">de niños</a>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Valoración:</b> Notable</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Te gustará si te gustan:</b> las
historias intimistas, de relaciones personales, que cuestionen las
pseudociencias.</div>
<br />Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-71831889967165767102020-03-27T01:16:00.001+01:002020-03-27T22:57:43.642+01:00Cuarentena<span style="font-family: "times new roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">Sé
que debería volver con una nueva reseña, y de hecho la tengo ya acabada. Pero
hago un alto en el camino por el Coronavirus.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Espero,
apreciados lectores, que lo lleven lo mejor posible.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">En
mi caso lo llevo bien. O al menos, todo lo “bien” que se puede llevar, que
también hay momentos negativos. Pero creo que tengo cierta ventaja: soy
introvertido —me consta que los extrovertidos lo están llevando peor, o eso me
dicen—, y mis placeres son solitarios. Así que me dedico, y con más tiempo, a
leer, a estudiar cosas necesarias, a rebajar mi listado de películas y a otras
tarea pendientes que tenía en casa. A veces sí caigo en añorar tareas del
exterior, o cosas que quería<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>visitar
desde hace tiempo y el confinamiento me las recuerda. Como mínimo, nos comemos
recluidos parte del mes de abril. Pero rápidamente pienso: las cosas del
exterior son imposibles, no está en mi mano realizarlas. Así que, al tener menos
opciones por causa mayor, menos remordimientos por lo que no hago en el
exterior, y más valor le doy a lo que sí estoy haciendo confinado en casa.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9cIX6-1ne70EL8sUPfcQMf6YtuY0DS-xWz9NAimdHhakhIYsdJsCo2Rx6i81GXgyJV05y8Y3BxXa7Ud5OX4WH16PiFUmmKMs7KydZPqzP5uIxp_GtipZfq-MBYH0rO4B-aB_kr-kT0Po/s1600/Fil%25C3%25B3logo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="897" data-original-width="750" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9cIX6-1ne70EL8sUPfcQMf6YtuY0DS-xWz9NAimdHhakhIYsdJsCo2Rx6i81GXgyJV05y8Y3BxXa7Ud5OX4WH16PiFUmmKMs7KydZPqzP5uIxp_GtipZfq-MBYH0rO4B-aB_kr-kT0Po/s320/Fil%25C3%25B3logo.jpg" width="267" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ya digo que soy introvertido, y filólogo</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Aunque
mentiría si dijera que los primeros días lo llevé tan “bien”. No hice apenas
nada, no lograba concentrarme en nada, y hasta me enfadaba conmigo mismo por
desaprovechar el tiempo. Demasiado pendiente de las redes, demasiado enfadado
con los grupos de whatsapp, con la de bulos y vídeos y porquería informativa
que me llegaba, con sus teorías de la conspiración. Y cierta morralla que va de activista, usando esta pandemia
como escaparate. Lo cantaba Joaquín Sabina en una </span><a href="https://www.youtube.com/watch?v=j9yrDqIFkxk" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;" target="_blank">canción</a><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">: “En tiempos tan
oscuros nacen falsos profetas”. En estos días la actividad ha bajado un poco en el whatsapp, por
suerte. Pero sobre todo, me da más igual las gilipolleces del whatsapp, abro los grupos, no leo nada, y los cierro. Ya tengo asumida toda esa morralla. Lo malo también está lo de detenerme a pensar en el futuro. Y eso no se ha quedado en
los primeros días, aún sigue. Le doy vueltas a días, a ratos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="color: #222222;">Pero en general, lo llevo lo mejor posible. Es un momento
duro el que estamos viviendo, pero lo intento exprimir lo máximo que pueda. No
porque crea en las chorradas del pensamiento positivo, que me parecen una
frivolidad inhumana muchas veces. Sino porque creo que es lo más sensato, y lo
mejor que podemos hacer para nosotros.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="color: #222222;">¿Y ustedes? Si alguien me lee ¿qué tal lo llevan?<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<br />Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-78844187075111965702020-01-02T21:13:00.002+01:002020-01-02T21:13:34.475+01:00Feliz año 2020: otro año más aquí<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Sí,
no ha sido un año muy prolífico en mi blog. Ahí podéis ver las pocas entradas.
Tampoco ha sido un año muy prolífico para mí en cuanto a lecturas. Ha sido un
año un poco de cambio este 2019, y tiene
pinta de que este 2020 será igual. Sin embargo, seguiré por aquí. Aunque sea
con un ritmo bajo, pero seguiré. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Sin
embargo, me he planteado una cosa. Mi año ha sido poco lector pero sí bastante
cinéfilo. Y a veces he pensado si no podría venir aquí a hablar de alguna
película vista. O de series. Porque cuando escribo sobre una lectura me pasa
que le doy muchas vueltas, tantas que tardo mucho en hacerlas. Además, que me
gusta exprimirlas, por deformación profesional, supongo. Pero con una película
no me pasa eso. Cuando comento una película no le doy tantas vueltas. Sobre una
lectura tengo miedo de escribir un churro, con una película no. Acepto que mis
críticas pueden ser un churro, y extremadamente subjetivas. Y no me importa. Así
que podría actualizar de vez en cuando para comentar alguna película o serie. Quizás mejor series. Porque
mi problema no es que necesite leer para venir aquí a comentar. Muchas entradas
son de lecturas pasadas, incluso de años atrás. Y yo cuando leo siempre lo hago tomando notas y apuntado reflexiones e impresiones. Así que tan sólo tengo que
recuperar esas notas para hacer una entrada. No necesito venir aquí a comentar
la obra en caliente. Mi problema es que necesito tiempo y relax para sacar todo
de mi cabeza y crear así una entrada. Y en estos tiempos líquidos de prisas, distracciones,
objetivos y exigencias no siempre es posible. Y a esto, sumémosle lo ya dicho:
mi incapacidad de hacer una entrada del tirón en minutos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">El
año pasado <a href="https://posadadellector.blogspot.com/2019/01/feliz-ano-2019-y-una-reflexion-sobre.html" target="_blank">ya me planteé hacer entradas de otro tipo</a>, más amenas, más breves, y
así publicar más. Pero no sabía de qué. El caso es que dije que seguiría por
aquí, y lo mantengo. Aunque sea por romanticismo. De hecho, que sea una
comunidad tan pequeña, y no tan ruidosa como Twitter, me gusta más. Sigo por
aquí a algunas personas a las que comento con cierta regularidad. Y no sé
ellas, pero en este 2020 me apetece seguir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Así
que feliz año 2020. Nos leemos.<o:p></o:p></span></div>
<br />Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-35833842230401725462019-09-26T23:17:00.005+02:002020-02-20T16:27:34.291+01:00Rabia, de Stephen King. O una tragedia anticipada.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr1oGhtOtyT75_lqd2HYnIQJDwsVBYeZ8WuCTCgsA3nNIG6YOgqDfjgA_h4ADswwZ1cKUZv14Ck0Ga-nZnlSru1_KjXCNbmTY-gL4CF3SECjE4LOXBs4mR9DDew0hClQJpGjqUqSeObPE/s1600/rabia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="203" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr1oGhtOtyT75_lqd2HYnIQJDwsVBYeZ8WuCTCgsA3nNIG6YOgqDfjgA_h4ADswwZ1cKUZv14Ck0Ga-nZnlSru1_KjXCNbmTY-gL4CF3SECjE4LOXBs4mR9DDew0hClQJpGjqUqSeObPE/s1600/rabia.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ficha</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Título:</b> Rabia</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Título original:</b> Rage</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Autor:</b> Stephen King</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Editorial:</b> Plaza Janés</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Idioma:</b> español</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Traducción:</b> Hernán Sabaté</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Número de páginas:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b>277</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sinopsis (copiada de la
contraportada)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Un adolescente al borde de la
locura toma veinticuatro rehenes en un colegio. Los intentos de encontrar una
salida pacifica por parte del profesorado y la policía resultan vanas.
Mientras, los jóvenes retenidos se contagian gradualmente del frenesí de
violencia que les impone su captor. Cada palabra, cada acto, se convierten en
descarnadas acusaciones contra un sistema de enseñanza corrupto y un modelo de
familia basado en la hipocresía, que obligan a los jóvenes a reprimir sus
sentimientos para convertirlos en carnaza de una sociedad que les devorará
implacablemente... </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Opinión personal</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No sé si alguna vez lo conté por
aquí, pero una amiga mía, haciendo “limpieza” de su estantería de libros, me
regaló una bolsa de novelas de <b>Stephen King</b>. Y probablemente en esa bolsa no
habrá ni una cuarta parte de todo lo que ha publicado el autor norteamericano.
No es ningún secreto lo prolífico que resulta <b>King</b>. Pero llegó a serlo tanto
que, como bien se explica en una nota preambular en esta edición, su editor le
instigó a publicar algunos de sus títulos bajo el pseudónimo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Richard Bachman</b>, para no saturar el
mercado con su auténtico nombre. Y es que 1974 debutó con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Carrie</i> —novela de la que les hablé <a href="https://posadadellector.blogspot.com/2016/04/carrie-de-stephen-king-o-cuando-estas.html" target="_blank">aquí</a>—, prosiguió en 1975 con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Misterio de Salem’s Lot</i>, y remató en
1977 con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El resplandor</i>. En ese mismo
año, 1977, salió a la venta bajo pseudónimo la novela que nos ocupará hoy, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rabia</i>. Un título peculiar dentro de su
producción, así que pongámonos manos a la obra. Antes, un aviso: no cuento nada
del final, pero si son muy —pero que muy— recelosos de los spoilers quizás no
sea conveniente seguir leyendo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rabia</i>, al contrario que otras historias de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">King</b>, no contiene elementos sobrenaturales. Aquí no hay ningún personaje
con telequinesis, ni un payaso terrorífico, ni vampiros, ni ningún perro
monstruoso. En aquel 1977 fue una historia real lo que publicó <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Richard Bachman”</b>. Y más real ha
acabado siendo con el paso de las décadas y en un país como Estados Unidos.
Porque, ¿de qué trata <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rabia</i>?
Resumidamente, es la historia de un chico que un día llega armado a clase, mata
a dos profesores y secuestra como rehén a su clase. Noticia demasiado familiar
a estas alturas. Tan familiar que el propio <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">King</b> acabó pidiendo la retirada del libro, sobre todo por un caso
concreto: el de un tiroteo en una escuela secundaria, del estado de Kentucky,
perpetrado por un chico de catorce años y que tenía un ejemplar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rabia</i> en su taquilla. Así que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">King</b>, preocupado de que su obra pudiera
inspirar algún caso más, pidió el cese de reediciones en el futuro —desconozco
si el veto sigue vigente—.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ante este hecho, parece que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rabia</i> vaya a ser una obra repleta de
violencia física y explícita. Y la verdad, no tanto como se puede esperar. De
acuerdo, obviamente hay violencia: dos profesores muertos al recibir un balazo.
Pero desde luego, he leído novelas mucho más gores que esto:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
—… Así, se entiende que cuando
aumentamos el número de variables, los axiomas en sí no sufren cambios. Por
ejemplo…<br />
La señora Underwood alzó la
mirada, alarmada, al tiempo que se ajustaba las gafas en la nariz.<br />
—¿Tiene usted un pase de
administración, señor Decker?<br />
—Sí —respondí, y saqué la pistola
de la cintura.<br />
Ni siquiera sabía con certeza si
estaba cargada hasta que sonó el disparo. Le di en la cabeza. La señora
Underwood no llegó a enterarse de qué le había sucedido, estoy seguro. Cayó de
lado sobre el escritorio y luego rodó hasta el suelo. Y aquella expresión
expectante jamás se borró de su rostro.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y es que no es tanto la violencia
física lo que impacta en la obra… como sí la locura subterránea del ser humano
y de la sociedad. Y eso es lo que resulta violento y terrorífico en esta
novela. ¿Qué pasa en la mente de Charlie Decker, el protagonista? Pues pese a
que es el propio Charlie quien narra en primera persona y en retrospectiva, seguimos
sin tener una respuesta —si es que acaso puede haber respuesta ante su acción
asesina—. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El joven adolescente en
ocasiones plantea si está loco o no, y no se termina de inclinar por una
respuesta cerrada. Por no decir que se muestra, deliberadamente, ambiguo:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Y os aseguro que estoy
totalmente cuerdo. Es cierto que me falta algún tornillo ahí arriba, pero todo
lo demás funciona perfectamente, muchas gracias.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo que es evidente es que se
trata de un chico inteligente y se da muestra de ello en la novela: saca buenas
notas, hace agudas reflexiones y su mejor amigo, Joe, lo define como “el
cerebro de la pareja”. Un chico que sabe captar la extrañeza del mundo, o más
aún: el fondo oscuro que tenemos. Ese fondo oscuro que, al parecer por lo poco
que le he leído, es un tema recurrente en <b>Stephen King </b>y con el que nos
interpela a todos. Y es que como bien explica Charlie:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cordura</i>.<br />
Uno puede pasarse la vida
diciéndote que la vida es lógica, prosaica y cuerda. Sobre todo, cuerda. Y creo
que así es. He tenido mucho tiempo para pensar en ello. Y siempre vuelve a mi
memoria la declaración de la señora Underwood antes de morir: <<Así, se
entiende que cuando aumentamos el número de variables, los axiomas en sí no
sufren cambios.>><br />
Estoy realmente convencido de
ello.<br />
Pienso, luego existo. Tengo vello
en la cara, luego me afeito. Mi esposa y mi hijo se encuentran en estado
crítico tras un accidente de coche, luego rezo. Todo es lógico, todo es cuerdo.
Vivimos en el mejor de los mundos posibles, de modo que ponme un cigarrillo en
la izquierda, una cerveza en la derecha, sintoniza <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Starsky y Hutch</i> y escucha esa nota suave y armoniosa que es el
universo celestial. Lógica y cordura. Como la coca-cola, la vida es así.<br />
Sin embargo, como tan bien saben <st1:personname productid="la Warner" w:st="on">la Warner</st1:personname> Brothers, John D.
MacDonald y <st1:personname productid="la Long Islan" w:st="on"><st1:personname productid="la Long" w:st="on">la Long</st1:personname> Islan</st1:personname>
Dragway, existe un Mr.Hyde para cada feliz rostro de doctor Jekyll, una cara
oscura al otro lado del espejo.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aunque esta ambigüedad oscura
entre locura y cordura no está sólo en Charlie. En el momento en el que el
protagonista entra en el aula, mata a dos profesores y encierra a la clase, tan
sólo dos alumnas gritan, y se quedan en estado de shock. El resto parece
extrañamente impasible. Y pasará de ser impasible a formar parte
colaboracionista del plan de Charlie. ¿Síndrome de Estocolmo? No, es otra cosa
lo que se produce. Es una catarsis colectiva, una extraña liberación emocional
y un intercambio de confidencias secretas y personales entre Charlie y el resto
de la clase. Y nosotros, como lectores, tendremos la sensación de estar
espiando una intimidad muy velada. Tan sólo un alumno, Ted Jones, se opone al
secuestro de Charlie y tacha de absoluta locura lo que está sucediendo. El
resto de la clase fluye y disfruta de la situación como si fueran más libres
siendo “secuestrados” en el aula que fuera del instituto, donde policías y
periodistas llegan a la escena y rodean el edificio. Charlie, no obstante, se
siente poderoso, y juega psicológicamente con el director y el psiquiatra del
centro a través del intercomunicador de la clase. Casi que pareciera una lucha
generacional, al ver a los adultos temerosos y perdidos bajo la batuta
chantajista de Charlie. Curioso panorama: el mundo adolescente dentro del aula,
liberado, y el mundo adulto fuera, aprisionado. Siendo Ted Jones un adulto
prematuro y que, por lo tanto, es el único "sensato" que se rebela ante el
secuestro de Charlie.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggTpYHD1cVYAuEBMgisvnjr47O5ZlHviOiW9c2628rHeRAMoXAlL7hoBY7yi9DS_SdPIjLS6UaOfgoQX20wvXQ4W1zt-DD9JsdPVHQ24De_-RlqQOk4P_wsDjmbwwxurcuwEYIqlN2teM/s1600/Stephen+King.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="378" data-original-width="468" height="258" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggTpYHD1cVYAuEBMgisvnjr47O5ZlHviOiW9c2628rHeRAMoXAlL7hoBY7yi9DS_SdPIjLS6UaOfgoQX20wvXQ4W1zt-DD9JsdPVHQ24De_-RlqQOk4P_wsDjmbwwxurcuwEYIqlN2teM/s320/Stephen+King.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero no es exactamente una
rebeldía adolescente frente a los adultos lo que veo. Sí, <b>Stephen King </b>pone un
foco de atención sobre la edad adolescente, presentándola como un microcosmos
particular, como ya hizo en <i>Carrie</i>. Y no lo retrata con idealismo: el mundo
infantil y adolescente también tiene sus reglas, su crueldad y sus códigos. Sin
embargo, no es tanto una lucha generacional lo que se plantea, sino la
desconfianza hacia los valores que el mundo adulto transmite. Un mundo adulto
hipócrita y mezquino y del cual resulta irónico esperar algún tipo de educación
moral. En el caso de Charlie, el autoritarismo de su padre le ha marcado
negativamente, a través de vivencias traumáticas que le han generado temores, y
también por la exigencia de convertirse en lo que se entiende que debe ser un
hombre. Y un detalle importante: la pistola que usa Charlie la ha cogido de su
padre. Cómo no pensar en el debate de las armas en Estados Unidos, aunque la
novela no entra en dicha cuestión — me pregunto por curiosidad porque
desconozco la respuesta: ¿había ya debate sobre las armas en la década de los
70?—, pero el hecho está ahí. Además de la figura paterna, el resto de figuras
adultas no salen tampoco bien paradas —a excepción quizás de la madre de
Charlie, pero poco sabemos de ella—. Así, del profesor Carlson también se dice
que humillaba a los alumnos en la pizarra. Y en cuanto al psiquiatra del
centro, el señor Grace, un hombre del que se presupone cierto valor social en
la sociedad, se nos dice que:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
—¿Te has vuelto loco? —preguntó
de pronto Harmon Jackson.<br />
—Creo que sí —respondí—. Según me
han enseñado, todo el que mata a otro está loco.<br />
—Bueno, quizá deberías entregarte
—sugirió Harmon—. Y acudir a alguien que pudiera ayudarte. Ya sabes, un médico…<br />
—¿Te refieres a uno como Grace?
—intervino Sylvia—. ¡Dios mío, ese cerdo repugnante! Tuve que entrevistarme con
él cuando arrojé aquel tintero a la vieja señora Green, y lo único que hizo fue
mirarme de arriba abajo y preguntarme sobre mi vida sexual.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La sociedad tiene una cara
oscura. Y nadie se libra de ella, ni siquiera los psiquiatra. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rabia</i> logra que pasemos de preguntarnos
qué pasa en la cabeza de Charlie a qué pasa en la cabeza de sus compañeros de
clase, cuando, extrañamente, reaccionan como reaccionan ante la tragedia
sucedida. Y de qué pasa en la mente de estos chicos adolescentes pasamos a
preguntarnos qué pasa en las cabezas del mundo adulto. Así, <b>Stephen King</b> no se
queda sólo en describir un mero suceso trágico, en la novela se ve
constantemente una mirada hacia la psicología humana. Pasas de plantearte la
salud mental de Charlie a la salud mental de la sociedad. Charlie se ha
convertido en un monstruo, sí, pero el límite entre ser un monstruo y ser
normal parece difuminado, como si todos fuéramos monstruos potenciales. El terror
puede aflorar donde menos lo esperas, en plena vida cotidiana del primer mundo.
Un terror que lo oculta una capa de normalidad, pero que si la rascas un poco resulta
demasiado fina. Sí, hay un fondo oculto.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y toda esta historias la plantea
<b>Stephen King</b> de manera ágil y dinámica. Al igual que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Carrie</i>, pero a diferencia de otras de sus obras como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">It</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rabia</i>
es una novela breve. Y estructurada en 35 capítulos, de los cuáles algunos no
llegan ni a una página. En dos tardes se puede leer. La forma de narrar es
directa y clara, escribiendo sin grandes alardes retóricos, pero tampoco con
excesiva simpleza. La pluma de <b>King </b>es funcional, y cumple su cometido con
descripciones rápidas y eficaces. Por ejemplo:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
El señor Denver hojeaba El
Clarín, el periodicucho de la escuela. Era un hombre alto y cadavérico que se
parecía ligeramente a John Carradine. Enjuto y calvo, tenía unas manos grandes,
con prominentes nudillos. Llevaba la corbata aflojada y el botón superior de la
camisa desabrochado. La piel del cuello se veía irritada y grisácea por un
exceso de afeitado.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Incluso, como se puede ver,
valiéndose de comparaciones con actores. Y no es la única referencia
social/cultural del libro, referencias que usa a modo de explicación o de
ejemplos. Así la historia avanza ágilmente, y eso que tampoco es una novela
repleta de acción. Obviamente contiene su dosis, pero abundan más los recuerdos
de Charlie, y las conversaciones en el aula. Pero, como digo, la novela avanza
rápida. Y de manera lineal, salvo por los flashbacks —que suelen ocupar
capítulos enteros— para las historias que rememora Charlie. Respecto a la
atención del lector, la mantiene in crescendo, pues a medida que va avanzando
la novela también lo hace la intriga.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Respecto a los personajes, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rabia</i> no es una novela de personajes
propiamente dicha, en la que interese demasiado detenerse en cada uno de ellos,
ya que se pone un foco más abierto: hacia la sociedad. Así que no esperen grandes
introspecciones —salvo en Charlie—, pero las pinceladas que se dan están bien,
resuelve de forma correcta, y evita que los personajes sean planos como tablas.
Aunque particularmente, sí he echado en falta saber algo más de Joe, el mejor
amigo de Charlie, y el cuál es el narrador del penúltimo capítulo en forma de
carta. Su presencia sí que me sabe a poco.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Llegado a este punto, ¿cuál es mi
impresión de la novela? Es buena, pero buena a secas. Hay algo de <b>King </b>que me
genera frustración: siento que la obra aún puede dar más de sí. Qué tiene una
potencialidad que no termina de explotar. Su planteamiento valiente me encanta,
y no es que la novela me parezca defectuosa, pero con <b>King </b>siempre siento que
me falta ese algo. Y además de ese “algo”, que no puedo explicar más allá de “una
dosis más de genialidad”, hay otro rasgo en el que la novela flaquea un poco.
No mucho, pero sí un poco. Me refiero a la verosimilitud. Considero que <b>Stephen
King</b> la logra transmitir sólo a medias. La reacción de la clase es demasiado
extraña, y más con el cadáver de la profesora en mitad del aula, durante el
secuestro. El propio <b>King </b>lo sabe, y por eso con habilidad usa un recurso
sencillo pero efectivo: hace que el Charlie se haga eco de lo extraño de la situación,
un recurso que siempre hace aumentar la sensación de verosimilitud cuando se
presenta un hecho difícil de creer:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Permanecieron en silencio
durante, quizá, cinco minutos, hasta que los coches de bomberos llegaron a la
escuela. Me miraron y yo les miré. Tal vez todavía hubieran podido largarse, y
hay gente que todavía me pregunta por qué no lo hicieron. <<¿Por qué no
echaron a correr, Charlie? ¿Qué les hiciste?>> Algunos lo preguntan casi
con temor, como si hubiera algo diabólico en mi interior. Yo no respondo. No
contesto a ninguna pregunta sobre lo que sucedió esa mañana en el aula 16. Pero
si tuviera que decir algo al respecto, afirmaría que han olvidado qué es ser
joven, vivir en estrecha intimidad con la violencia, las habituales peleas a
puñetazos en el gimnasio, las riñas en las discotecas de Lewiston, las crudas
imágenes en la televisión, los asesinatos en las películas. (…)<br />
No trato de justificar nada,
¿entendido? Actualmente no estoy de humor para emprender ninguna clase de
cruzada. Sólo pretendo plantear que los jóvenes norteamericanos viven rodeados
de violencia, tanto real como imaginaria. Además, ese día me convertí en el
centro de interés. ¡Eh!, Charlie Decker se ha vuelto loco esta mañana, ¿te has
enterado? ¡No! ¿De veras? Sí, sí. Yo estaba allí. Era como ver Bonnie and Clyde,
en el cine, salvo que Charlie se había vuelto majara y no había palomitas de
maíz.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y digo más, al leer tal cosa me puse
a pensar, a recordar mi paso por el instituto. Y sí, podría contar casos de
insensibilidad tan grandes que resultarían inverosímiles. O casos conocidos de
adolescentes —y de adultos— que admiran profundamente a psicópatas y asesinos,
y hasta les escriben cartas a la prisión. No, <b>Stephen King</b> no se aleja de la
realidad en sus planteamientos. Pero a pesar de eso, y pese a su esfuerzo por
hacerlo creíble, siento que no termina de alcanzar la sensación de
verosimilitud por completo.</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRcD6sZSqmUrKW75s-1V2dimW6EnsgtfKEDN3CMlyqE0w_K-Qcv283AHMzRR8osFTl-XKKtIwLZH8T8Fj_1xOoN8Z_nRIvjn_PQE-5ptxZiQt5OEkO-L5txdq8yQplJqg39e2WtyIs0uU/s1600/Charlie+Decker.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="290" data-original-width="174" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRcD6sZSqmUrKW75s-1V2dimW6EnsgtfKEDN3CMlyqE0w_K-Qcv283AHMzRR8osFTl-XKKtIwLZH8T8Fj_1xOoN8Z_nRIvjn_PQE-5ptxZiQt5OEkO-L5txdq8yQplJqg39e2WtyIs0uU/s1600/Charlie+Decker.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Imagen de Charlie Decker frente al aula, en la portada de la edición inglesa</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ya es hora de ir acabando. Personalmente,
me gustó más <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://posadadellector.blogspot.com/2016/04/carrie-de-stephen-king-o-cuando-estas.html" target="_blank">Carrie</a></i>. Su historia me
pareció conmovedora, y empaticé más con el personaje de Carrie que con Charlie
Decker. Pero <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rabia</i> no es una mala
novela, y ha sido una buena lectura que nos recuerda y que anticipó que el
terror puede producirse en el lugar más cotidiano.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Valoración:</b> Bien</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Te gustará si te gusta</b> <b>Stephen
King</b>, los thrillers psicológicos, las historias de adolescentes frustrados.</div>
<br />Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-41929309885017746782019-07-29T16:40:00.003+02:002019-08-21T23:28:59.767+02:00Diarios<div style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 14.6667px; margin-bottom: 6px; padding: 0px;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji1g8F9R5iWU8_eghSqZIacf8IWvCODIixsBBn43sZgUIBeHznsnaRImJC6itXHNJQhw2yF6BcxbS5mfmdJe0Cr1GUtLWOFQhRBWb8o1oJsjHdW_37oSElWmV0SPRkTt8GopSv3EMbUnA/s1600/image002.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="532" data-original-width="455" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji1g8F9R5iWU8_eghSqZIacf8IWvCODIixsBBn43sZgUIBeHznsnaRImJC6itXHNJQhw2yF6BcxbS5mfmdJe0Cr1GUtLWOFQhRBWb8o1oJsjHdW_37oSElWmV0SPRkTt8GopSv3EMbUnA/s320/image002.gif" width="273" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Nunca
he sido de escribir un diario. Aunque desde niño siempre me llamó la atención
cuando lo veía en series o películas, o en novelas con formato de diario.
Automáticamente quien escribía en un diario me producía una extraña admiración,
y no hacía falta que se contasen cosas grandilocuentes, ni de grandes vidas. La
simple capacidad de narrar el día a día, de sacar sentimientos y vivencias de
la cabeza, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y darles cierto orden
narrativo, ya me parecía maravillosa. Además, ¿cosas grandilocuentes? ¿grandes
vidas? Frecuentemente lo maravilloso está en lo pequeño, y en lo cotidiano que,
de tan cotidiano, se nos hace invisible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Siempre
me resultó llamativo, pero como digo jamás me dio por escribir ninguno. Y eso
que alguna vez, alguien pensó que yo le cuadraba en esa imagen de <<persona
que escribe un diario>>. “Tú eres de los que escriben diarios, ¿no?”, me dijo.
Pues no, le respondí con sinceridad. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero
no iba tan desencaminada. ¿Por qué nunca me dio por escribir un diario si me
parecía algo atrayente? No tengo una respuesta clara. Supongo que por una
mezcla de pereza —¿voy a escribir un diario en este rato, teniendo otras cosas
urgentes por hacer?—y sentirme estúpido. No, por supuesto que escribir un
diario no es estúpido. Pero yo sí me sentía algo estúpido si me imaginaba
escribiendo sobre mi día a día. Falta de autoestima, tal vez. Y además
imaginaba que sería, conociéndome, una tarea autoimpuesta, y que probablemente
abandonaría el hábito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Y
sin embargo, llevo unos meses escribiendo un diario personal. Concretamente
desde el pasado abril. ¿Qué me ha hecho ponerme definitivamente a ello pese a
las objeciones que acabo de hacer? Fue algo más inmediato, una necesidad de
escribir casi sin pensarlo. Estaba frente a la pantalla del ordenador, abrí un documento de word, puse la fecha, y empecé a explayarme </span><span style="background-color: transparent; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">—no
es tan romántico como un diario escrito a mano, lo sé—. </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Sin ningún tipo de
preocupación estilística o de contenido.</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Y así seguí unos días más, cada vez que volvía
a encender el pc. En mis primeros escritos contaba cosas breves, me limitaba a
contar qué tal mi día. Pero a medida que ha ido pasando el tiempo, voy entrando
en otros terrenos, más íntimos y confesionales. Y lo siento como una necesidad.
Y por eso escribo. Por supuesto que tengo buenas amistades con las que hablar,
y por supuesto que me escuchan atentamente. Pero hay cosas que las necesito
reflexionar uno mismo. O al menos, expurgarlas en un escrito, que tampoco me
gusta abusar de la atención de los demás.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Y
ustedes, queridos lectores, si es que alguien me lee en el mundo de la blogosfera, ¿escriben o han escrito diarios? ¿Cómo fue que os iniciasteis?</span></div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-45664233641389645802019-04-03T14:49:00.000+02:002019-09-18T18:11:58.055+02:00Debo ser muy buena presa, cuando tengo tantas escopetas apuntándome, de Eduardo Izquierdo. O un cantaor que se come la ficción.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ3Tjyaksm40zZcJ_5NnTwHS7dYGnwyCfqJKf5Uow4U46B8qxSM0Id9a_my8Ac2NqFxw8Gn9L2XR9_37lbccmtGBhcZhyphenhyphenW48WUcZn47Bqh55g6n-aSf5MRZLz8rBlylXTEu0Fzdr5g8o8/s1600/Portda+libro+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="350" data-original-width="227" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ3Tjyaksm40zZcJ_5NnTwHS7dYGnwyCfqJKf5Uow4U46B8qxSM0Id9a_my8Ac2NqFxw8Gn9L2XR9_37lbccmtGBhcZhyphenhyphenW48WUcZn47Bqh55g6n-aSf5MRZLz8rBlylXTEu0Fzdr5g8o8/s320/Portda+libro+2.jpg" width="207" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">FICHA</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Título: </b>Debo ser muy buena presa,
cuando tengo tantas escopetas apuntándome</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Autor: </b>Eduardo Izquierdo</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Editorial:</b> Ediciones Lupercalia</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Lengua</b>: española</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Ilustración de la portada: </b>Jordi
del Río Macías</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Nº de páginas:</b> 82</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Opinión personal</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Miren estas imágenes</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdC8zy-1b-TMKQmBtSJWfmCV-ar13jYIzSO5NAs4pNx68b6uCmfTOnlQ0llgaoOiJpzw-MztNnlkqyLWmllMfH2hkwLYqZK3JRpSXU0gcHY95U8I_MeBf1PpscFUsFeCkFTx62sp4Y8gE/s1600/En+la+taberna.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="705" data-original-width="350" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdC8zy-1b-TMKQmBtSJWfmCV-ar13jYIzSO5NAs4pNx68b6uCmfTOnlQ0llgaoOiJpzw-MztNnlkqyLWmllMfH2hkwLYqZK3JRpSXU0gcHY95U8I_MeBf1PpscFUsFeCkFTx62sp4Y8gE/s320/En+la+taberna.jpg" width="158" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhR4VvY9zmW9oQE70VZQW0FlBoicbxdih90j1PbUXN4v1-GY0GZrjdMW5xPrh1ArnZEgk90e2hPg4h2V_Ktqeb69ZLNgJqC0ZTaKd7JQoBH_KdpBecpTonR9NM-3M2PidmLC38RoCgMZc8/s1600/Parece+del+oeste.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="735" data-original-width="500" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhR4VvY9zmW9oQE70VZQW0FlBoicbxdih90j1PbUXN4v1-GY0GZrjdMW5xPrh1ArnZEgk90e2hPg4h2V_Ktqeb69ZLNgJqC0ZTaKd7JQoBH_KdpBecpTonR9NM-3M2PidmLC38RoCgMZc8/s320/Parece+del+oeste.jpg" width="217" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No me digan que no hay algo
llamativo en su figura. Incluso imponente. Parece un personaje de ficción, un actor
sacado de un western. Pero no, es una persona real. Se trata de un cantante. Bueno ,¿qué digo cantante? Como bien corrige un personaje de la novela: un cantaor, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">José Domínguez “El Cabrero”.</b> Y <b>Eduardo
Izquierdo</b> ha escrito con muy buen tino esta breve novela ficcionalizando al <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Cabrero</b>, cuya figura bien se presta a
ello. El título de la novela ya suena muy potente —un título así ya es todo un
acierto—. Y aprovechando que el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Cabrero</b>
está en su última gira de despedida, que mejor que abrir La Posada del Lector
para que les cuente sobre esta lectura.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Les gusta el flamenco? No
importa si la respuesta es no, la novela merece la pena igual. Un servidor
tampoco es un entendido del género, aunque hay cosillas que le gustan y mucho. Al
propio <b>Eduardo Izquierdo </b>también le he leído en alguna entrevista no ser un entendido,
ni que fuera fácil ser un flamencólogo. Aunque, todo sea dicho, <b>Izquierdo </b>se
maneja bien. Pero como les digo, no hace falta ser un entendido en flamenco para
disfrutar la novela. Su protagonista supera las barreras de un género
musical. Por eso, no es disparatado que Izquierdo trace paralelismos con otros
artistas como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Johny Cash</b>, o haga
referencias a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bob Dylan</b> o <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Joe Strummer</b>. Sí, estilos musicales
distintos. Pero puntos en común en cuanto a actitud. El lector ya los
descubrirá. Y, para favorecer estos vasos comunicantes, qué mejor que un
periodista musical a modo de personaje —éste sí, completamente ficticio— que
lleve parte del peso narrativo. En el primer capítulo nos encontramos en la
redacción de la revista Rolling Stone de Estados Unidos, allí conocemos a Jackson
Chandler, el periodista con raíces españolas que descubre al <b>Cabrero</b>, y decide pelear
para que sus jefes le den el visto bueno a viajar a España y entrevistar al
cantaor. A partir de este planteamiento, se alternarán los capítulos que
ficcionalizan momentos destacados de la vida y trayectoria del <b>Cabrero </b>con los de
Jackson Chandler en pos de su ansiada entrevista. Además, en algunos otros
capítulos tendrán protagonismo otros personajes, relacionados directa o
indirectamente con el cantaor.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y serán en total veinte capítulos
breves, numerados y sin título, pero cada uno con una fecha y un lugar. Los
capítulos de Jackson Chandler se producirán en la línea temporal del presente—año
2012, la novela se publicó en el 2013—, y los del <b>Cabrero </b>darán saltos
temporales de manera no lineal. Pese a toda esta fragmentación que presenta la
novela, no resulta en absoluto una lectura liosa, sabe atraparte y meterte
dentro de la historia. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Debo ser muy buena
presa cuando tengo tantas escopetas</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">apuntándome</i>
es una novela ágil y amena, y favorece a ello la abundancia de diálogo, tanto
en forma directa como indirecta libre en otras ocasiones, es decir: insertado
en la narración. A parte de los veinte capítulos, hay que
contar con dos breves “prólogos” —por llamarlos de algún modo—, que llevan por
título “Salía” y “Segunda salía” respectivamente. El primero es una
conversación del autor con su pareja, sobre la impresión sobre esta novela que
ya ha terminado, y el segundo es una anécdota que le cuenta <b>Kiko Veneno</b>. Por
cierto, que yo he leído la primera edición, pero por lo que veo, en la segunda
edición hay además un prólogo de <b>Carlos Zanón</b>. Y la obra la cierra unas “Breves
notas del autor”, en las que <b>Eduardo Izquierdo</b> explica, o mejor dicho aclara,
la ficcionalidad de esta novela. Y nos dirá que</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Esta no es una historia real, o sí. O casi. En cualquier caso no está montada
a partir de datos autobiográficos fieles, sino que está construida a través de
los cuentos y las fábulas que mi abuelo, José Marcos, me explicaba sobre aquel
cantaor al que él tanto admiraba y a lo que provocaban en mi imaginación.<br />
No negaré el haber utilizado
alguna referencia externa, especialmente extraídas de la página web del propio
Cabrero y su biografía oficial, pero he preferido mantenerme más fiel a las
historias de mi abuelo y su forma de contarlas que a lo que pasó realmente. Por
eso esto que acabas de leer no es una biografía, ni mucho menos, sino una
novela casi tan real como la vida misma</blockquote>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDuLiEst2BG84M0My9tnlvvZtwsn90daLOUORc3G7aXLAXPzo1GSsYVSLkrTU5sKEswOies6o1FMJg8yarfALJvsTND1zszdy01aUWAxL0ncx4K8KVJbI7ZR4prWZ79sXOTWC9spioAgU/s1600/Eduardo+Izquierdo+autor.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="864" data-original-width="864" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDuLiEst2BG84M0My9tnlvvZtwsn90daLOUORc3G7aXLAXPzo1GSsYVSLkrTU5sKEswOies6o1FMJg8yarfALJvsTND1zszdy01aUWAxL0ncx4K8KVJbI7ZR4prWZ79sXOTWC9spioAgU/s320/Eduardo+Izquierdo+autor.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Eduardo Izquierdo</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No es casual, sabiendo esto, que
una de las tres citas que abren la obra sea ésta de <b>Mark Twain</b>: “conoce primero
los hechos y luego distorsiónalos como quieras”. Hay otras dos citas más, de
dos músicos. Una de <b>Kris Kristofferson</b> y otra de <b>Jimmy Hendrix</b>. La primera dice
“La libertad es otra manera de decir que no tienes nada que perder”, y la de
<b>Hendrix </b>“seré yo quien se muere cuando me llegue la hora, así que dejarme vivir
como quiera”. Está claro que ambas citas hacen referencia a la figura central
de la novela. Porque la impresión que causa la figura del <b>Cabrero </b>no es sólo
estética. También lo es su forma de ser. Libertad, convicción, rebeldía y
fidelidad a uno mismo es algo que transmite el personaje. Eso hace que se
niegue a cantar en una peña si cree que el trato no ha sido el adecuado o que
se niegue a cambiar su indumentaria por mucho que el protocolo lo exija. Siempre pegado a un modo de vida que él siente más cercano y natural, y al que
no renuncia bajo ningún concepto. Así, <b>El Cabrero</b> vive según sus principios
inquebrantables. Aunque, puesto que hasta las virtudes considero que tienen su
contrapartida negativa, podríamos decir que también adolece de cierta
terquedad. Una terquedad contra la que, a veces, conocidos y amigos del cantaor
tienen que luchar, es el caso para que acceda a grabar discos:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Pepe Carrasco miró por la
ventana. Sabía qué era lo que debía hacer José, pero también sabía que no lo
iba a convencer. Nunca lo había conseguido y esa vez no tenía pinta de ser una
excepción.<br />
—Pero Cabrero, tendrás que seguir
cantando…<br />
—Yo ya le canto a las cabras.<br />
—Pero la gente te ha de oír
todavía José, que aún hay mucho que decir. Mira Morente, mira el Camarón.<br />
—Que no me va don Pepe. Que a mí
eso de Enrique con el grupo ese de rock no me gusta. Que eso no es Flamenco.
Eso es otra cosa. Eso no se <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pué
repiquetear</i> encima una mesa. Ni lo del Camarón con Paco. Eso es otra cosa.<br />
—José, todo cambia, se ha de
evolucionar.<br />
—Y evoluciono, pero a mi manera.
Yo evoluciono con la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vía</i>. Yo
evoluciono con el monte. Pero el monte siempre está igual. Él no cambia. Están
sus árboles y sus arbustos, y sus ríos y sus jilgueros. Y hay que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">aguachinar</i> y andar a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cimbarazos</i>. Yo no sé cantar con los
moros como Juan Peña… Que yo respeto mucho a Paco pero para mí el flamenco es
Mairena jefe.<br />
—Ay José, ¿y cuándo volverás a
grabar?<br />
—Pues nunca jefe, igual no grabo
nunca más. Que ya se lo dije a la primera, que a mí eso no me va.<br />
—¿Quieres un trabajo aquí?
¿Conmigo?<br />
—No me haga reír don Pepe. Yo
sólo sirvo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pá</i> estar en el campo. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ná</i> más. Y allí me voy. Me iré pasando a
verle y ya está. Que yo le tengo mucho aprecio a usted don Pepe.<br />
—Y yo a ti José, y yo a ti.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEbfAn8RRLth3bktXEOjmUKJO_A8Xmm1ddbJ7-SToG0dse7RDI9yghzCWo1GkgigUkYLtmwXIXcXHbdSEIqm3Lu8w7evQAUsGS8AM-Kgv_7cw_wiBfnrG22PF7AqK1KrB36v6qZHwmuTs/s1600/ASICANTA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="642" data-original-width="665" height="308" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEbfAn8RRLth3bktXEOjmUKJO_A8Xmm1ddbJ7-SToG0dse7RDI9yghzCWo1GkgigUkYLtmwXIXcXHbdSEIqm3Lu8w7evQAUsGS8AM-Kgv_7cw_wiBfnrG22PF7AqK1KrB36v6qZHwmuTs/s320/ASICANTA.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Menos mal que accedió a grabar</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como se ve en el fragmento
copiado, la forma de hablar del <b>Cabrero </b>es peculiar, y en ocasiones alguna
palabra la pronuncia mal. Pero, lejos de hacer de él un personaje ridículo o
paródico, le confiere esa personalidad única. Además de que, socialmente,<b> El
Cabrero</b> se ha criado en el campo y apenas fue a la escuela, teniendo que
trabajar desde niño. Lo suyo es un habla popular. Y sobre el tema cultural, hay
algo en lo que siempre hay que hacer hincapié: no hace falta ser alfabetizado
para tener cultura —basta recordar antiguos tiempos en los que la oralidad era
predominante—. No deja de resultar entrañable cómo el protagonista, además de
su conocimiento del arte flamenco, se configura un mundo temático y artístico,
prestando atención y asimilando lo que le atrae:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Así empezó todo. Con ese
<<Cabrerito cántate algo>>. Así es como José pasó de ser el hijo
del Cabrero a ser, con el tiempo, simplemente el Cabrero. Y a cobrar por
cantar. Porque todos estaban dispuestos a pagar por oír su voz. Fuera una perra
gorda, fuera un real. Dinero que José guardaba bajo la almohada y que su padre
completaba hasta las 25 pesetas que valía un bocadillo y el autobús de ida y
vuelta a Sevilla para conocer la ciudad<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.
Pa que te hagas un hombre</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pá</i> eso
has de conocer la ciudad. Y José va, como padre quiere, pero no sale de la
estación de autobuses. En la estación de <st1:personname productid="la Barranca" w:st="on">la Barranca</st1:personname>, en una máquina de esas que hacen sonar
una canción por una perra, pasa las horas muertas. Allí conoce a Gardel, y le
cambia la vida. Pero no sólo eso, también oye las músicas de un tal Ennio
Morricone. Canciones sin letras, de las películas del oeste que ve su padre en
la televisión del economato, de las que empiezan con una trompeta o un silbido,
de las que lo dicen todo sin hablar. Y allí conoció también al americano.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Entienden, apreciados lectores,
cómo el personaje se hace grande con el discurrir de las páginas? Y pese a ser
una ficcionalización, biográficamente aparecen en la novela los momentos más
relevantes de su trayectoria. A saber: la gira con <b>Peter Gabriel</b>, su estancia
en la cárcel por blasfemia, su gira de teatro por Europa con la compañía La
Cuadra o el documental de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Beatrice Soulé</b>
—que lo pueden ver en youtube clickando <a href="https://www.youtube.com/watch?v=UxnO8n7BxJk" target="_blank">aquí</a>—. Pero no les contaré más detalles
sobre <b>El Cabrero</b>, como tampoco les diré si al final Jackson logra su ansiada
entrevista. Mejor léanlo ustedes.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Debo ser muy buena presa, cuando
tengo tantas escopetas apuntándome</i> es una novela breve, se puede leer en una
tarde. Y creo que era la novela que un tipo como <b>El Cabrero</b> bien merecía en una buena incursión novelística por parte del
periodista musical <b>Eduardo Izquierdo</b>. Antes de esta novela, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El Cabrero</b> ya era un cantaor famoso y
admirado dentro del flamenco. Yo lo conocía ya desde pequeño, porque en casa
había cassettes de él. En la adolescencia, por el grupo <b>Marea</b>, me reencontré
con él por la versión que el grupo navarro hizo de la canción <a href="https://www.youtube.com/watch?v=emKgNT3COGQ" target="_blank">“como el viento de ponente”</a> en su disco <i>Besos de perro</i> del año 2002 —aunque yo los descubrí dos años más
tarde—, poniendo la voz el propio <b>Cabrero </b>al inicio de la canción. No he
entrado en las letras del cantaor, por cierto, bien seleccionadas por él, ya
que opina que no puede cantar cualquier letra. Pero esta entrada que ya acaba
se me haría demasiado larga, así que volvamos al <b>Cabrero</b>. No me era el cantaor,
en definitiva, una figura desconocida cuando leí esta novela. Y aún así, me resultó una lectura grata. Muy recomendable.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
P.D:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una última cosa. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Eduardo Izquierdo</b>, como he comentado,
ha sabido trazar paralelismos entre <b>El</b> <b>Cabrero </b>y otra serie de artistas del
mundo de la música. Pero hay un paralelismo literario que también me recuerda a
la figura del cantaor: el gaucho <b>Martín Fierro</b>, la obra argentina de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">José</b> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Martí</b>. Son épocas diferentes y países diferentes. Cierto. Pero,
guardando todas las distancias, siempre recordaré en la carrera, cuando tuve
que leer sobre aquel gaucho que vivía en la pampa argentina y que sacaba la
guitarra y se ponía a “payar”, cómo me venía a la mente la imagen de nuestro
cantaor flamenco, que parece un personaje de ficción, pero no, es real.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixIcnub2mN-s0CdUqMhJLIgALoARNNft2-Wpj82KzAU6hs_SorWft1S663rQ1IhyphenhyphenQ0IydJpC-xrpMOGYOeBJpdQm9w-ZIwWG3_0AVdflEl5wq1j7hiRCe_VImJBWVpoHFa0DPKG0qYwdM/s1600/Mart%25C3%25ADn+Fierro+portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="475" data-original-width="301" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixIcnub2mN-s0CdUqMhJLIgALoARNNft2-Wpj82KzAU6hs_SorWft1S663rQ1IhyphenhyphenQ0IydJpC-xrpMOGYOeBJpdQm9w-ZIwWG3_0AVdflEl5wq1j7hiRCe_VImJBWVpoHFa0DPKG0qYwdM/s320/Mart%25C3%25ADn+Fierro+portada.jpg" width="202" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Valoración:</b> notable.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Te gustará si te gustan</b> las historias de gente peculiar, grandes artistas, el flamenco, la música en general.</div>
<br />Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-38560059795295284412019-02-28T18:01:00.000+01:002019-03-04T21:40:39.263+01:00Cuestionario cruzado<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Pues
nada, <a href="https://cuadernoderetales.blogspot.com/2019/02/cuestionario-cruzado.html" target="_blank">Bettie Pathway</a> y yo hemos hecho un test conjuntamente. A ver si acertamos
muchas, y qué imagen tenemos el uno del otro. Me da un poco de cosa, porque
pese a conocernos, creo, que bastante bien… pueden salir cosas muy dispares.
Ahí va:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><b>1 </b></span><span style="color: black;"><b>¿Qué personaje literario representa a Bettie/Letraherido y
por qué? </b><o:p></o:p></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">En mi caso ¿tiene que ir acorde con el sexo
de uno? Porque me identifiqué mucho con Ana Ozores (La Regenta). Por querer
escapar de cierto ambiente social. No creo que Bettie haya citado a Ana Ozores,
porque tiene esta novela eternamente pendiente.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">También con Cyrano, pero no con la parte
guay (gran espadachín y artista), sino con la peor: la de su inseguridad.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">A Bettie, de niña, me la imagino como
Matilda, de Roald Dahl. Ahí lo tengo claro. De mayor… aún no lo tengo. Pero
diría que su personaje literario aún se tiene que crear. Y será un gran
personaje.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>2 Asígnale una canción. </b><o:p></o:p></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">No sé qué canción me habrá asignado Bettie.
Ni siquiera sé qué canción me asignaría a mí mismo. Me gustan muchas. Me
identifico con muchas. Y sinceramente, no sé qué canción me puede representar.
Así que dejo esta canción desierta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Me resulta imposible no asignarle <a href="https://www.youtube.com/watch?v=9BJUwzLBXAc" target="_blank">“El hijo de nadie”</a>, de Loquillo. No sé por qué fue, en uno de sus post del blog, le puse
esa canción, sin pensar ni remotamente que le fuera a gustar tanto. Y el caso
es que le encantó. Es muy ella esa canción. Luchó desde lo más bajo, “sin
padrinos dando sus respaldo”.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Así que, en primer lugar, sin duda <a href="https://www.youtube.com/watch?v=9BJUwzLBXAc" target="_blank">“El hijo de nadie”</a>.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Pero tengo otra canción que le asigno: <a href="https://www.youtube.com/watch?v=anCHHSvoEGE" target="_blank">Del tiempo perdido</a>, de Robe. Cuando ella está pasando un mal momento, deseo que
haga caso de esa canción.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>3 Quedas con Bettie/Letraherido. ¿Dónde
irías?</b><o:p></o:p></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Yo soy muy básico: a una cafetería. Me
gusta hablar tranquilamente con la gente, y para eso una cafetería es perfecta.
O mejor aún: una librería/cafetería.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">¿Y Bettie? Creo que también le gustaría una
cafetería/librería.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Aunque si debo quedar yo concretamente con
Bettie, únicamente una cafetería/librería se me queda corta. Me gustaría ir con
ella a museos o exposiciones, al cine o al teatro.</span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>4 ¿Qué cambiaría Bettie/Letraherido de
sí misma/o?</b><o:p></o:p></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Siempre que doy un paso, intento que sea
seguro, o tener una mínima red detrás. Me cuesta mucho liarme la manta a la
cabeza y saltar al vacío. Y creo que a veces me convendría. Tener más seguridad
en mí mismo y soltarme un poco más, arriesgar un poco más. Creo que Bettie
también piensa esto de mí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Bettie cambiaría… vivir más el aquí y el
ahora, quitarse presiones y metas. Creo que Bettie gran parte de su vida ha
corrido detrás de una meta, y una vez conseguida… como que le falta otra. Y
creo que querría cambiar eso. Y otra cosa más: le cuesta aceptar cumplidos y
halagos de los demás. Ojalá lo cambiara, y si no quiere cambiarlo debería.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>5 ¿Cuál es el principal defecto de
Bettie/Letraherido?</b><o:p></o:p></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Tengo muchos. Pero quizás… mi principal
defecto es que me como mucho la cabeza. En plan mal. Y me preocupo por cosas
que no han pasado y probablemente no vayan a pasar. Eso hace que, también,
ponga la venda antes que la herida.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">El principal defecto de Bettie… supongo que
está relacionado con lo que he comentado en el apartado anterior, creo que se
autoexige y se autocastiga demasiado.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>6 ¿Cuál es la principal virtud de
Bettie/Letraherido? </b><o:p></o:p></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Mi principal virtud creo que es, aunque tal
vez no siempre lo parezca, aferrarme a las pequeñas cosas y sacarles mucho
provecho. Las exprimo y las disfruto. Incluso en los peores momentos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">De Bettie, su principal virtud es la
constancia.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>7 ¿Cuál es la película favorita de
Bettie/Letraherido?</b><o:p></o:p></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Imposible decir una favorita, tengo varias
y siempre me olvido alguna… pero diré <i>Cyrano de Bergerac</i>, la de 1990 de <b>Gerard
Depardieu</b>, no puede faltar en la lista. Más que nada porque creo que Bettie es
probable que diga ésa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">¿La película favorita de Bettie? Pues
seguro que alguna vez me lo ha comentado… o lo desveló en algún tag de su blog, pero no sé
cuál es su favorita. Diré una que le gusta (o creo recordar que le gusta): <i>La
Bella y la Bestia</i>. Aunque tanto como su favorita no sé.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>8 ¿Cuál es la película más odiada por
Bettie/Letraherido?</b><o:p></o:p></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Muy rara vez soy hater de algo. Porque si
algo no me gusta, simplemente lo ignoro y ya está. Tengo dos películas odiadas.
Una Bettie la sabe (porque se lo he dicho): <i>Birdman</i>, a medida que pasaban los
minutos, se me hacía más pedante. Sé que mucha gente adora esta película, pero
yo no conecté nada con ella. Y no sólo eso: me causa rechazo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">La otra es <i>En busca de la felicidad</i>, y creo
que ésta Bettie no la sabe. Con la excusa de dar un mensaje bonito de
superación se justifica el capitalismo más salvaje. Me daría para una entrada aparte en el supuesto de que escribiera entradas sobre películas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">La película más odiada de Bettie... Sé que
<i>Birdman </i>tampoco le gustó nada de nada. Así que digo <i>Birdman</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>9 ¿Qué es lo que más valora
Bettie/Letraherido en una persona?</b><o:p></o:p></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Yo lo que más valoro… cuesta decir sólo
una. Diría que la bondad. Pero he visto gente buena hacer mucho daño, por
estupidez, dogmatismo o egoísmo. Así que mejor diría la honestidad. Honestidad
con los demás y uno mismo. Y no es fácil ser honesto. De hecho, la gente que se
llena la boca con honestidad suele ser la más deshonesta.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Lo que más valora Bettie en una persona…
diría que valora mucho que sea considerada con los demás.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>10 ¿Con qué defecto humano
Bettie/Letraherido se muestra más indulgente?<o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Yo con la ignorancia. Todos somos
ignorantes en infinidad de cosas, y no es un deshonor no saber. Ni siquiera sé
si es correcto tacharlo como defecto. Prefiero a un ingnorante pero humilde y
buen tipo que a un cabrón ilustrado. Eso sí, remarco que hablo de alguien
ignorante y que no alardea de sabiondo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">En cuanto a Bettie… ni idea. No creo que
diga también la ignorancia, pero tampoco la he visto jamás reírse de alguien
por no saber. ¿Tal vez sea indulgente con la pereza? Sí, creo que es indulgente
con la pereza.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>11 ¿Con qué defecto humano
Bettie/Letraherido se muestra más inclemente?<o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Yo con la soberbia y la falta de respeto.
No puedo con ellos, y más desde que gente así se cargan ideales en los que
creo. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Bettie creo que no soporta a la gente
engreída y que además siempre anda reprochando a los demás mientras ellos se colocan en un pedestal.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>12 ¿De qué se disfrazaría
Bettie/Letraherido? <o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Yo soy muy soso. No me gusta disfrazarme XD<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">¿Bettie? Pues no sé si querría disfrazarse
de esto, pero de chica rockabilly de los años 50 le sentaría muy bien.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>13 Si no fuera él/ella, a
Bettie/Letraherido le gustaría ser… <o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Me gustaría ser… un tipo como <b>Miguel
Delibes</b>. Lo admiro mucho. Y no sólo como escritor. <o:p></o:p></span><br />
<span style="color: black;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Bettie… creo que le gustaría ser como Pippi
Långstrump</span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>14 ¿A dónde le gustaría viajar a
Bettie/Letraherido?<o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">A cualquier lugar que tenga buena comida y
buena oferta cultural. Museos y monumentos históricos. Y a poder ser, que haya
tranquilidad. Por suerte, en España hay muchos lugares así. Por citar ciudades
en las que no he estado y me gustaría estar: Toledo, Cuenca, Granada, Oviedo o
Salamanca.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Y en cuanto a Bettie, creo que su respuesta
será similar a la mía. No sé si a ella le gustará, pero por alguna razón me la
imagino en el museo del Louvre de París (quizás ni le llame especialmente, pero
me la imagino allí). O quizás quisiera viajar de nuevo a Irlanda, si se puede
repetir lugar.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>15 ¿Qué le regalarías a
Bettie/Letraherido? <o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Yo a Bettie le regalaría… uy, no lo puedo
decir. O le chafaré el próximo regalo cuando la vuelva a ver.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Creo que ella me regalaría... un libro
sonará muy tópico. Pero quizás me podría regalar algo más manual. Una carta,
por ejemplo. Sería un buen regalo.</span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>16 Un momento que hayas compartido con
Bettie/Letraherido. <o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">En mi visita a Córdoba, compartí muchos
buenos momentos con Bettie. Pero siempre recordaré haber visto junto a ella un
documental de <b>Luis García Montero.<o:p></o:p></b></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">¿Y ella? Tal vez ese momento también.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>17 ¿Qué superpoder elegiría
Bettie/Letraherido? <o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Yo la teletransportación. Sería muy cómodo,
y cuántas cosas podría visitar.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Creo que Bettie eligiría, a veces, el poder
de ser invisible. Pero espero equivocarme y que haya elegido un poder más
molón.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>18 ¿En qué pecado capital cae
Bettie/Letraherido?<o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Sin duda, para mí la Gula<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Para Bettie… creo que la gula también, que
le gustan mucho las chuches y los dulces. Como a mí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>19 ¿Qué tipo de comida o plato sería
Bettie/Letraherido? <o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Yo sería un plato de patatas fritas con
huevo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Bettie un bizcocho, tierno, dulce y
esponjoso.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>20 Si a Bettie/Letraherido le tocara un
millón de euros, ¿qué haría con ese dinero?<o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Vivir comodamente mientras me dedico a
seguir estudiando. Por placer.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Bettie creo que haría lo mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>21 ¿De qué se siente más orgulloso/a de
su vida Bettie/Letraherido?<o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Si de algo me siento orgulloso es de lo que
una vez me dijo una amiga y no lo había pensado hasta ese momento. Me dijo que
admiraba que mantuviese mis ideas y mi forma de pensar independientemente de
los demás, sin importarme encajar o no. Caer bien o no.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Creo que Bettie se siente orgullosa de su
tenacidad, de haber remado a contracorriente, de la enorme valentía de haber
sabido cambiar de rumbo en un momento dado. Y si no se siente orgullosa de
estas cosas, debería.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>22 ¿Qué cree Bettie/Letraherido que más
valoran positivamente los demás de ella/él?<o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Creo —y lo creo porque me lo han dicho y
pasan los años y ahí siguen, a mi lado—, que sé escuchar y me preocupo por mis
amistades. Y también me han dicho que confían en mí “porque no juzgo” —aunque
yo considero que lo que me cuentan no son cosas éticamente malas para juzgar—.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">De Bettie pues no sé los demás. Pero sí sé
lo que valoro yo: es muy buena persona. Por eso tengo suerte de que sea mi
amiga.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>23 Una manía confesable de
Bettie/Letraherido<o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Bueno, aquí creo que tenemos algo en común (aunque no sé exactamente si es una manía):
empezamos a comernos el trozo de pizza por los bordes. Porque lo mejor lo
dejamos para el final. Venga, ya he respondido por ambos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>24 ¿Cuál sería el lema de
Bettie/Letraherido?<o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Empiezo por el de Bettie, la relaciono con
esta frase latina: <<Ad astra per aspera>>. A las estrellas por el
camino duro.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">El mío… creo que la frase “Siempre queda
algo por descubrir” me gusta mucho.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<u><span style="color: black;"><b>25 ¿Qué le gustaría aprender a
Bettie/Letraherido? <o:p></o:p></b></span></u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Me hubiera gustado aprender a tocar algún instrumento
Pero hablo en pasado. Ahora me da igual ya. Y en el presente, me gustaría saber
más de historia y filosofía. Así que poco a poco he empezado a leer cositas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">¿A Bettie? Diría que cualquier cosa
cultural le gusta aprender. O mejor: cosas artísticas.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: black;">Y bueno, eso es todo. Ahora, a ver la comparativa XD</span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-65085873277537388252019-01-07T19:16:00.000+01:002019-04-03T14:57:37.458+02:00Feliz año 2019 y una reflexión sobre los blogs<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">Bueno, inauguramos otro año más. No me
marcho de aquí, aunque a veces lo pueda parecer con tan poca actividad. Parece
que los blogs están de capa caída. Y de eso quería hablarles brevemente.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Lansy</b>, en su <a href="http://www.masalladelarcoirisgris.com/2018/08/la-decadencia-de-los-blogs.html" target="_blank">blog</a>, ya hizo una entrada reflexionando
sobre esto. Muy resumidamente, como ya comenté en el blog de <b>Lansy</b>, creo que
otras redes sociales como Twitter e Instagram han influido mucho. Estas dos
redes sociales citadas capturan mucho tiempo. Además, son dos redes sociales
más inmediatas —al menos, Twitter, que lo sé de primera mano—, crean un
feedback más rápido. Son el aquí y el ahora. Me fijo, en cambio, en la mayoría
de blogs y veo que el número de comentarios ha bajado si lo comparo con apenas cuatro
años atrás. Yo mismo no me paso tanto a leer blogs y comentar como antes,
pero...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Pero aquí viene otra posible causa. Los
smartphones. O al menos, a mí personalmente, tener un smartphone me influye.
Leo mejor los blogs desde el PC que desde el móvil. Y sobre todo, comento mejor
una entrada desde el pc que desde el móvil. Y ya no dispongo tanto tiempo para
estar sentado frente al pc con el teclado, en cambio puedo sacar en cualquier
rato el smartphone del bolsillo. Y además, otra razón es que, desde que tengo
acceso regular a internet, veo que la imagen y el vídeo predominan sobre el
texto. Han proliferado los youtubers, y eso incluye, en concreto, a booktubers.
Todo esto en detrimento de los bloggers. Y yo echo en falta la letra escrita.
Hay hilos de Twitter que están muy bien… pero no sé, acaban quedando como
sepultados entre montañas de tuits e hilos. Irónicamente, veo que gente que
antes tenía un blog de divulgación ya no usa tanto el blog, y sí hacen largos
—y buenos— hilos… y gente les comenta que se podrían abrir un blog. ¿Absurdo? A
priori sí, pero le entiendo: Twitter genera mucho más feedback. Interactuarás
más en Twitter que en blogger. Te leerán más en Twitter que en blogger. Sé que sueno un poco como el típico yayo de “lo
de antes era mejor”, pero no puedo evitarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Hace unos años, leí un artículo en
internet que hablaba sobre un nuevo concepto bloggero: el slow blogger o algo
así era. Consistía en no actualizar de forma muy continua, pero hacer buenas
entradas. Es lo que me propuse —aunque no sé si lo consigo—. La verdad es que
las entradas no las escribo en un día, tardo mucho, les doy vueltas. Escribo,
corrijo, borro. Es un poco desesperante para mí mismo cuando pienso en lo que
tardo en publicar, pero a la vez también disfruto escribiéndolas. Me relaja ir
pensando y matizando mis opiniones y sensaciones de una lectura. Dicho esto,
quizás debería abrir más el blog a otro tipo de entradas. Y tener un <a href="https://cuadernoderetales.blogspot.com/" target="_blank">blog tangenial y heterogéneo como el de <b>Bettie Jander</b></a>. No quiero perder la idea central
de que, lo que mueve a mi blog, son las entradas literarias. Pero supongo que
debería abrirme a hacer otro tipo de entradas, más rápidas y de otros temas.
Esta entrada, por ejemplo, la ha escrito del tirón en un momento en el que me
he sentado. También se me ha ocurrido hacer una entrada conjunta con <b>Bettie</b>, ya
la verán. El caso, es que aquí seguiré, y como decía <b>Lansy </b>en su blog, “no
puedo permitir que esto muera”. A mí, al igual que a ella, el blog me ha
servido para mejorar en ciertas cosas y también para conocer gente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">En fin, eso es todo. Feliz año 2019. Espero seguir viéndonos por aquí.<o:p></o:p></span></div>
<br />Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-78647635409702073282018-12-06T19:29:00.000+01:002019-03-02T15:55:13.787+01:00Això és una altra història, de Susan E.Hinton. O entre el deber y la fraternidad<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtQ8n_J-o0yGqBwHtT3Z2uuT2KSsSR8kB96pIqom8Q7hvsAODtPCyIiafv6kw28dpGcO7PasR4DjT2CF6s_I5EpAT9pc1bqcx6Es4GQjL6C8C9RypUfoO4aG4E6YGzYKQfXwgoWyico6Y/s1600/Portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="291" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtQ8n_J-o0yGqBwHtT3Z2uuT2KSsSR8kB96pIqom8Q7hvsAODtPCyIiafv6kw28dpGcO7PasR4DjT2CF6s_I5EpAT9pc1bqcx6Es4GQjL6C8C9RypUfoO4aG4E6YGzYKQfXwgoWyico6Y/s320/Portada.jpg" width="186" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><b><span style="font-size: large;"><br /></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><b><span style="font-size: large;">Ficha</span></b><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Título:</b> Això és una altra historia<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Título original</b>: That was then, this is now<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Autora:</b> Susan E.Hinton<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Editorial:</b> Alfaguara</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Lengua:</b> catalán<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Lengua original:</b> inglés<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Traducción:</b> Elisabet Cabeza<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Nº de páginas: </b>132<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><b><span style="font-size: large;">Sinopsis (copiada de la contraportada y
traducida al castellano por mí)</span></b><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Bryon y Mark han vivido desde pequeños como si fueran hermanos. Han compartido la
pandilla, las peleas en la calle y un montón de experiencias de todo tipo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Ahora ya tienen dieciséis años y su
mundo gira alrededor del juego, la violencia y las drogas, pero también del
amor y la amistad. Sienten que algo está cambiando, que nada vuelve a ser como
antes: a partir de ahora cada uno tendrá que elegir su propio camino, y muy
diferentes al parecer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><b><span style="font-size: large;">Opinión personal</span></b><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Sí,<b> Susan E.Hinton</b> es una autora por la
que siento predilección. Ya reseñé elogiosamente <a href="https://posadadellector.blogspot.com/2015/11/rebeldes-de-susan-ehinton-o-la-novela.html" target="_blank"><i>Rebeldes</i> </a>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://posadadellector.blogspot.com/2015/12/la-ley-de-la-calle-de-susan-ehinton-o.html" target="_blank">La ley de la calle</a></i>,
y como no hay dos sin tres, me apetecía volver a escribir acerca de otra novela
suya: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Això és una altra historia</i>. Así
se titula en catalán, que fue el idioma en el que la leí, pero la pueden
encontrar en castellano y también publicada en Alfaguara bajo el título de <i>Esto
ya es otra historia</i>. En caso de que alguien la haya leído en el idioma de
<b>Cervantes</b>, no se sorprendan si mis citas no son exactamente iguales, ya que las
he traducido de la edición catalana yo mismo. Tampoco haré ningún spoiler que
se considere relevante, pero si son unas personas extremadamente recelosa —muy
muy recelosa— de los spoilers no les garantizo nada. Así que abro La posada del
lector y pasen si lo consideran oportuno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Como les conté en su entrada pertinente,
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Susan E.Hinton</b> debutó con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rebeldes</i>, siendo adolescente, en 1967. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La ley de la calle</i>, su tercera novela,
la publicó en 1975. Y entre medias de ambas, en 1971, publicó la novela que nos
ocupa hoy: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Això és una altra historia</i>.
No será baladí el hecho de que esta novela esté entre medias de las otras dos
citadas, aunque volveré a eso más adelante. Y también debido a las otras dos
obras citadas conviene detenerse en el título, ya que tampoco está traducido
literalmente. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rebeldes</i> originalmente
se titula <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The outsiders</i>; La ley de la
calle es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rumble Fish</i>; y Esto es otra
historia se titula originalmente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">That was
Then, this is now</i> —<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Aquello era entonces,
esto es ahora</i>—. ¿Qué le pasó a Alfaguara con los títulos de las novelas de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Hinton</b>? No tengo la respuesta, porque
además los títulos originales no son intraducibles ni suenan mal. Y más en el
caso de esta novela, en la cual la frase de “Aquello era entonces, esto es
ahora” sale citada hasta en dos ocasiones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Pero vayamos ya con la novela en
cuestión. El personaje protagonista y narrador es Bryon —sí, han leído bien,
Bryon, y no Byron, la semejanza hasta se comenta en la obra—, un adolescente de
16 años cuya vida discurre en compañía de su hermano adoptado Mark.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Bryon y Mark se llevan mejor que muchos
hermanos de sangre, son hermanos en el sentido más fraternal. Una compañía que
data desde la infancia, desde antes de que la madre de Bryon adoptase a Mark.
La madre <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es una mujer muy piadosa, ya
que como comenta Bryon “hubiera querido tener cien hijos, pero sólo pudo tener
uno, de aquí viene que hasta que no pudo tener a Mark se tuvo que contentar con
alimentar todos los gatos de la calle”. </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Pero como ya sucedió en las otras dos
novelas de </span><b style="font-family: "times new roman", serif; font-size: 12pt;">Hinton </b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">que reseñé, el personaje adulto de la madre queda en un
segundo plano. Gran parte de la novela se la pasa ingresada en el hospital, y
cuando está en casa tampoco es que se ponga mucho el foco en ella. Ni siquiera
se le cita el nombre, siendo “la madre”, a secas. Serán los personajes
adolescentes en general —no sólo Mark y Bryon— quienes tendrán más protagonismo
en la novela.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Llegados a este punto, ya se puede
desvelar la temática: <i>Això és una altra historia</i> nos habla de maduración, de crecimiento
personal, de encaminarse en esta cosa tan complicada llamada vida. Pero nuestras
acciones no sólo nos repercuten a nosotros, también a los demás. Y en ese
crecimiento personal están Bryon y Mark. Pero no parece que vayan creciendo en
la misma dirección. A medida que van pasando los capítulos y los
acontecimientos, Mark irá fluyendo bien en ellos, adaptándose sin problemas a
las dificultades. Pero Bryon no y empezará a verse afectado y a pararse a pensar
si debe considerarse normal lo que está sucediendo. Estamos ante la historia de un distanciamiento
entre dos hermanos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Mark y Bryon no son iguales, aunque en
un primer momento la distinción no es que sea muy acusada <span style="color: red;">(1)</span>, y ambos
personajes son totalmente compatibles e hijos de un mismo ambiente. Un ambiente
que <b>Hinton </b>sabe recrear muy bien: el de los bajos fondos, billares, bandas
callejeras y jóvenes adolescentes que caen en la delincuencia. En definitiva,
el ambiente que había en <i>Rebeldes</i>. Literalmente. Ya que se comparte el mismo
marco territorial-ficticio de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su primera
novela, e incluso habrá cameos. Sí, volveremos a ver a Ponyboy Curtis —aunque
su aparición sabe a poco—, y también a los hermanos Shepard: Tim y Curly. La ciudad
no se nombra, pero probablemente sea Tucsa —la ciudad en la que nació y creció
<b>Susan E.Hinton</b>—. Por lo tanto, si recuerdan <i>Rebeldes</i>, no es de extrañar que la
violencia se respire en las páginas de la novela. Y no sólo porque la haya explícitamente, también está latente. Se cita la presencia policial en alguna ocasión, y se
percibe la crudeza de las calles. Drogas y alcohol también harán su presencia,
y todo esto con unos personajes que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tienen entre trece y dieciséis años. Sin
embargo, pese a la dureza que se muestra en la novela, la pluma de <b>S.E.Hinton</b>
se recata en algo: el lenguaje. No hay insultos explícitos, y en ocasiones se
dice que tal personaje dijo un taco, pero sin especificar cuál. Así, se leen
cosas como “Mark dejó escapar un comentario de lo más desagradable, pero yo no
podía ni enfadarme”. O <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Curly dijo
algunas cosas más que ahora no repetiré”. Ahí la autora echa freno, como
también lo echa con el sexo. Sí, los personajes tienen relaciones sexuales,
pero se nombran de pasada, sin que haya ninguna escena descrita.</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcJsOCwhY1RmlQ6uH5JaX2pTQ9jhH3iwQLBWi0I5ijImhsC__isC-jbTPwku3cwNcLp2rvrdTtvg4aNzmmrLch5QOz0nZo1zyTUe7mJftAp0JYM0StvHA8oY4IX5ZF-R3Kl6Vj0ebH9cA/s1600/Autora.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="377" data-original-width="620" height="194" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcJsOCwhY1RmlQ6uH5JaX2pTQ9jhH3iwQLBWi0I5ijImhsC__isC-jbTPwku3cwNcLp2rvrdTtvg4aNzmmrLch5QOz0nZo1zyTUe7mJftAp0JYM0StvHA8oY4IX5ZF-R3Kl6Vj0ebH9cA/s320/Autora.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Después de Rebeldes, Susan E.Hinton publicaba Esto es otra historia</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Ya ven, el ambiente geográfico y social de
</span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Esto es otra historia</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> es el mismo que
</span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Rebeldes</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">. Pero ha pasado un tiempo
desde la historia que nos contó Ponyboy. ¿Meses? ¿Un año? ¿Dos? No se especifica. Pero
hay una pequeña diferencia social desde entonces. Aquella rivalidad de socs y
greasers ha quedado algo atrás, con la irrupción de una nueva tribu urbana: los
hippies.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">De todas las novelas que he leído de
<b>Hinton</b>, ésta es la única en la que el contexto político tiene algo de relevancia.
Algo. Sin ir más allá de que un personaje, Charlie, recibe una orden de
reclutamiento; y sin ir más allá de la presencia de los hippies. Si han leído <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rebeldes</i> quizás recuerden a aquel soc
llamado Randy. Bueno, pues también hará un breve cameo y nos lo encontraremos
convertido en un hippie, quizás arrepentido de su pasado como soc. En esta novela
conduce la típica furgoneta Volkwagen y lleva en ella a los dos hermanos al
hospital a visitar a la madre. Porque hay un detalle que la autora no deja
pasar desapercibido: los hippies suelen ser en su mayoría chicos de clase alta,
tal es el caso de Randy. Este fragmento me parece revelador —y sigue siendo tan
vigente en nuestros tiempos presentes—:</span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Iba a un instituto grande. Cada año se
graduaban unas setecientas personas de la clase de los grandes que era la más
pequeña, o sea que os podéis imaginar cómo era de grande. Iba gente de una
parte muy pobre de la ciudad, la nuestra, y de una parte bastante rica. Esto
puede traer problemas. Y trajo, al menos, cuando los niños
<<pijos>> apaleaban a los más <<tirados>>, pero ahora,
con todo el rollo del amor, la paz y la armonia, las peleas habían disminuido.
Además, ahora era difícil distinguir a los <<pijos>> de los
tirados. Ahora los tirados llevaban flequillo, los cabellos peinados hacia
atrás —Mark y yo también—, y los <<pijos>> intentaban parecer
pobres. Llevaban tejanos y camisas viejas por fuera de los pantalones, tal y
como siempre habían ido los más <<tirados>> porque no se podían
pagar nada mejor. Había una cosa, sin embargo: con esas cazadoras de piel y
aquellos pantalones con la etiqueta Levi’s, ahora aquellos chavales se gastaban
para parece pobres las mismas pelas que antes se gastaban para parecer ricos.
Era de locos. </span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Había otra locura que descubrí el lunes.
Soy espabilado y me ponen en la clase de los espabilados. La mayoría son
<<pijos>>. Siempre se portaron bien conmigo, y yo había ido a unas
cuantas fiestas a sus casas y siempre había salido con algunas de sus chicas.
Siempre había pensado que les caía bien. <<Soy Bryon, grande, simpático y
listo, y les gusto>>. Aquel día lo vi claro. Yo no les gustaba. La verdad
era que probablemente les daba miedo. Pero yo era un <<blanco
pobre>>, y ellos eran <<liberales>> y, por lo tanto, me
invitaban a las fiestas, por que todo el mundo pudiera ver qué buena gente
eran.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Y al fin y al cabo, no importa que <b>S.E.Hinton</b>
no entre a analizar la guerra de Vietnam. Ni tampoco son las referencias
socioculturales<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la novela—el
hippismo, Vietnam, las comunas, el LSD—las que dan valor, pues éstas van perdiendo relevancia década tras década. Nada de eso se echa en falta. El
valor está en unos buenos personajes y cómo lidian con sus circunstancias, así
como también en una buena historia. Y en la mirada de <b>Hinton</b>. Hay quien dice
que <b>Hinton </b>pecó de moralista con esta novela, por su condena a las drogas y por
la opinión desfavorable que se muestra del hippismo. No considero que la autora
llegué a demonizar a los hippies, ni a culparlos. Pero sí parece que para
<b>Hinton </b>el hipismo no es más que una válvula de escape desesperada a la que se
aferra la juventud. Un camino fácil y equivocado <span style="color: red;">(2)</span>. Será el caso de un
personaje importante en la obra: M&M —sí, se llama así por los caramelos
M&M—. Un buen chico, bondadoso, sensible, que encuentra dentro del hippismo
una tabla a la que agarrarse. ¿Dónde parece estar el foco del conflicto para
<b>Hinton</b>? En la pobreza, en el abandono social y en la ausencia de expectativas.
En varias ocasiones se hace referencia a la falta de dinero, que condiciona la vida de Bryon y Mark. Y el ingreso en el hospital de la madre, teniendo en cuenta cómo
es el sistema sanitario en EEUU, agrava aún más el problema <span style="color: red;">(3)</span>. Hasta el punto
de que para ir a visitar a la madre tendrán que tirar de autostop. Y ante tal panorama
social ¿qué pueden hacer los jóvenes? La empatía de la autora hacía ellos es
evidente en la novela <span style="color: red;">(4)</span> y, en general, en todas las obras de la autora. <b>Susan
E.Hinton</b> inauguró el género de realista juvenil, y su clave fue saber meterse
en la piel de los jóvenes. Así, con el personaje de M&M, también veremos cierto conflicto generacional padre/hijo. Y la empatía, claro está,
recae en el joven hippie. De los padres de M&M, por cierto, tampoco se
dicen los nombres.<o:p></o:p></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGgWmNjEcSQfOfHkT-LK5rtKevn8TDsWEU3BoHp1a8jVibw5_pZWfc0ELz2gghIUNKvxf3sxJixiQ-913fDIlS6t1hwRWq80tiSHlDWm9IfBNA8oYCGZwNfZ4IS8M119U5iF5kmO569RM/s1600/Hippies.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="543" data-original-width="360" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGgWmNjEcSQfOfHkT-LK5rtKevn8TDsWEU3BoHp1a8jVibw5_pZWfc0ELz2gghIUNKvxf3sxJixiQ-913fDIlS6t1hwRWq80tiSHlDWm9IfBNA8oYCGZwNfZ4IS8M119U5iF5kmO569RM/s320/Hippies.jpg" width="212" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Entre socs y greasers, emergen los hippies, algunos son socs reciclados</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Ya lo comenté en la entrada de </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Rebeldes</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">: se nota la mirada cercana de
</span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Hinton</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">, sin esa distancia que sí percibo en otros autores de literatura de
juvenil. Y como también comenté, uno de los recursos de los que se sirve </span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Hinton
</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">es que sabe dar breves pinceladas informativas en su cortas novelas —once
capítulos en poco más de cien páginas en la que nos ocupa— que resultan
eficaces y ayudan a hacerte una idea de cómo es el personaje. Y serán los
personajes los que hagan avanzar la novela, de forma natural, por una
combinación de decisiones personales y azar. Un azar bien hilvanado, creíble.
Tan creíble que sientes que es la propia vida. Bryon, al final de la novela, se
preguntará acerca de este azar. Se preguntará “y si...”. Los “y si…”. ¿No se
los han preguntado alguna vez, queridos lectores? ¿Jamás ha tenido un “y si…”
rondándoles por la cabeza al recordar el pasado? Si aquella tarde no hubiera
salido de casa, si no hubiera leído tal libro, si no hubiera decidido hacer X,
si Fulano no hubiera aparecido por casualidad en aquel lugar… Pequeñas cosas
que lo cambian todo. Porque creo que vivir nos lleva, indudablemente, a tener
esos condicionales. Y Bryon los tendrá.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Detengámonos en Bryon. Como he dicho
anteriormente, la novela que nos ocupa fue posterior a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rebeldes</i>, pero anterior a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
ley de la calle</i>. Así que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Esto</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">es otra historia</i> está a caballo entre
ambas novelas, pero no sólo cronológicamente. Haciendo un breve ejercicio
comparativo rápidamente se advierte que esta novela no tiene la candidez de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rebeldes</i>, ni ese mensaje final tan abiertamente optimista. Pero tampoco
alcanza la cota de pesimismo y de falta de perspectiva vital de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La ley de la calle</i>, quedándose así en un
punto intermedio. Y esto que se aplica a la novela también se aplica
particularmente con Bryon si lo comparamos con Ponyboy Curtis de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rebeldes</i> y Rusty James de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La ley de la calle</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Bryon y Ponyboy son dos adolescentes
inteligentes que sacan buenas notas, a ambos les gusta leer y ambos son de
clase baja en una familia que pasa apuros económicos. Sin embargo, a Bryon se
le ve un chico más seguro y sin esa timidez que caracterizaba a Ponyboy, y con
una gran desenvoltura en sus escarceos amorosos —hasta el punto en el que se
vale de engaños, dicho por él mismo <span style="color: red;">(5)</span>—. No resulta, en definitiva, un personaje
tan tierno. Su ética llega a resultar dudosa, sobre todo al principio de la
novela. Sin embargo, Bryon irá evolucionando. Porque, pese a ser un chico rudo forjado
en las calles de Tucsa y con ese punto egoísta, llegará a plantearse cosas, y a
sentirse disconforme con unas situaciones que empiezan a sobrepasarle y que le
hacen plantearse cuestiones éticas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">En cuanto a Rusty James, en el personaje
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La ley de la calle</i> no quedaba
mucho espacio para dudas y preguntas éticas. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La ley de la calle</i> plantea otra problemática distinta a las
decisiones éticas, y acaba resultando una defunción de la esperanza. Rusty
James quizás sea más parecido a un personaje como Mark. Sin ir más lejos, el
gran sueño de Rusty James era seguir creyendo en una épica idealizada de bandas
y camaradería. Un sueño que, de tan ideal, resultó irreal. Curiosamente, Mark al
igual que Rusty James también añora a las bandas.</span></div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
—Ahora cada uno de nosotros tiene su propia identidad y no
pasa nada —dije.</div>
<div style="text-align: justify;">
Entendía perfectamente lo que él decía. Mark tenía la
costumbre de pensar de la misma manera que yo. La diferencia era que él
normalmente hablaba y yo no.</div>
<div style="text-align: justify;">
— Sí, pero ¿no echas en falta la vieja rutina del
<<todos para uno y y uno para todos>>? Es un poco triste cuando
llegas a ese punto en el que ya no necesitas a la pandilla como antes.</div>
<div style="text-align: justify;">
— También es una cosa buena —dije—, cuando descubres tu
propia personalidad y ya no necesitas la que te da la pandilla.</div>
<div style="text-align: justify;">
—Sí—suspiró Mark—, pero hay una diferencia. Y no sé cuál es.</div>
<div style="text-align: justify;">
— La diferencia —dije tranquilamente— es que aquello era
entonces y esto es ahora.</div>
</blockquote>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">Y una vez que ese sueño se rompe queda
un vacío, una nada, un no saber a dónde ir, como le pasa a Rusty James. Bryon
no llegará a un estado tan anodino, pero está claro que el optimismo final de
una novela como </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">Rebeldes</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; text-align: justify;"> no tiene
continuación en </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">Esto es otra historia</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">.
En </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">Rebeldes</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; text-align: justify;"> hay esperanza porque todo
parece indicar que si haces las cosas bien efectivamente irán bien. En </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">Esto es otra historia</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; text-align: justify;"> ya no está tan
claro. Bryon actúa por ética, sí. Y toma una decisión que se supone que es la
correcta. Pero el regusto final es triste. He visto que hay quien tacha esta
novela de Hinton de ser moralista, en un mal sentido. Disiento. ¿Hay moralismo?
Sí, pero no es moralina. Y es un moralismo doloroso, que no te da una respuesta
confortante, cosa que evita que estemos ante una novela juvenil plana y
completamente cerrada. La vida no es algo sencillo. Ahí está el encanto de la
lectura.</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Y en fin, podría comentar más detalles.
Pero mejor no alargo más, que tiendo a enrollarme demasiado. Mejor descubran la
novela por ustedes mismos. O mejor aún: descubran estas tres novelas de </span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Susan
E.Hinton</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> y léanlas, a poder ser, en el orden cronológico de publicación.
Empiecen con </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Rebeldes</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">, sigan con </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Esta es otra historia</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> y terminen con </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">La ley de la calle</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">, ya que es
interesante compararlas. O léanlas en el orden que quieran. Pero leánlas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Valoración:</b> notable<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Te gustará si te gusta</b> la novela juvenil
realista, las historias de pandilleros de los bajos fondos, los años 60/70</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Fragmentos<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: red;">(1)</span>
Bryon ya describe alguna diferencia al principio, pero por aquel entonces aún
no le importaba:<o:p></o:p></span></div>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Yo
era el jugador y Mark el ladrón. Éramos una pareja fenomenal. Sin embargo no
había una cosa curiosa: Mark no veía nada malo en el hecho de robar y yo sí. No
me importaba mucho que Mark fuera un ladrón, pero sentía que robar estaba mal;
al menos, la ley lo castigaba. Pienso que Mark sólo se daba cuenta vagamente de
este hecho. Robar era como un juego para él, una cosa que servía para
divertirse y sacar provecho, y vigilaba que no le cogieran simplemente porque
ésta era una de las normas. Así es como vivíamos, robando y vendiendo,
intentando ahorrar y dinero comer a la vez.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: red;">(2)</span>
Bryon hará esta reflexión sobre eso de ser tan libre como un hippie:<o:p></o:p></span></div>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Pensé
en eso mucho rato. Yo soy el primero en admitir que estoy enganchado de muchas
cosas. Me parece que no me consideraré nunca libre del todo. Tampoco estoy
seguro de considerarles libres a ellos.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: red;">(3)</span>
Así estaban en casa:<o:p></o:p></span></div>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Al
día siguiente en la tarde, después de la escuela, Mark y yo fuimos a ver a
nuestra madre. Acababa de salir de una operación grave, una de estas que
cuestan tanto dinero. Nos vendimos el coche, un Chevrolet viejo, la tele, que
era en blanco y negro, y todo lo que encontramos para vender, pero aún íbamos
cortos de dinero.</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span></blockquote>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: red;">(4)</span>
No tenían un panorama muy halagador:</span></div>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Yo
pensaba en lo que dijo Cathy. No había nada más que hacer que ir arriba y abajo
del Ribbon pese a vivir en una ciudad bastante grande. (…). Toda la gente mayor
de la ciudad se quejaba de los chavales que conducían arriba y abajo. ¿Pero qué
querían que hiciéramos? ¿Sentarse y contemplar las vigas que ellos seguramente
hicieron siendo jóvenes? No, gracias.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: red;">(5)</span>
El seductor Bryon<o:p></o:p></span></div>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Yo
era así. También decía una mentira si pensaba que se la iban a tragar, sobre
todo a las chicas. Por ejemplo, decía que las quería y todas esas tonterías,
aunque no fuera verdad. Tenía fama de seductor, de embaucador. Continuaba la
tradición del viejo Lord Byron, en cierto modo. A veces me llegaba a sentir mal
cuando pensaba en la manera tan desagradable como había tratado a algunas
chicas, pero normalmente no me preocupaba.</span></blockquote>
<br /></div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-66260800372403469322018-08-09T22:20:00.000+02:002019-08-01T23:14:29.857+02:00El Pueblo, de Zenna Henderson. O cuando los extraterrestres tienen más humanidad que nosotros<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9Zb7vhiX7sp52QqMJgSXY59U8YArx1Q5uxreW9Z1VGr9R4Xke_n3byz3SfG6JIFLPSN-quCYgBOSh_3PamIPuXoOQnSScQBLBu4iH6mxVf86NSK5hiinAmEKyPqK06ycbQYtLjsfLxVc/s1600/Portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="708" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9Zb7vhiX7sp52QqMJgSXY59U8YArx1Q5uxreW9Z1VGr9R4Xke_n3byz3SfG6JIFLPSN-quCYgBOSh_3PamIPuXoOQnSScQBLBu4iH6mxVf86NSK5hiinAmEKyPqK06ycbQYtLjsfLxVc/s320/Portada.jpg" width="221" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Ficha</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Título: </b>El Pueblo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Título original:</b> The People Collection<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Autora: </b>Zenna Henderson<o:p></o:p></span><br />
<span lang="EN-GB" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Editorial:</b> Ediciones B</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Lengua:</b> castellano<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Lengua original:</b> inglés<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Traducción:</b> Elsa Mateo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Ilustración de cubierta:</b> Trazo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Nºde páginas:</b> 601<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Sinopsis (copiada de la
contraportada)</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Por
primera vez en la historia de la fantasía y la ciencia ficción se agrupan en un
único volumen, TODAS las historias de la entrañable gente de El Pueblo: <em>Peregrinación</em>
(1961), <em>El Pueblo: sin diferencias</em> (1966) y los relatos de <em>La
especie imborrable</em>, <em>El viaje de Katie-Mary</em>, <em>El incidente del
después</em> y <em>Las paredes</em>.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
Los ya clásicos
personajes de <b>Zenna Henderson</b> son una especie de extraterrestres especialmente
bondadosos llegada a la Tierra en pequeños grupos de supervivientes tras el
paso a nova de su nuevo sol. Por su físico no se distinguen de los humanos,
pero disponen de una moral claramente superior y de poderes PSI, que siempre
han utilizado para el bien. Deben ocultar sus poderes (telepatía, telekinesis,
etc.) de los humanos terrestres, no tan inclinados a la bondad, que los
contemplan con horror y los persiguen acusándolos de practicar la brujería.</div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Opinión personal</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Hace tiempo que debía reseñar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Pueblo</i>, de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Zenna Henderson</b>. Leída en el 2016, anuncié reseña para el 2017. No me
fue posible hacerla, así que no se me vaya a ir este año sin ponerme manos a la
obra. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Pueblo</i> no ha resultado ser
una lectura tan deleitosa como esperaba. Suele ocurrir cuando tienes una expectativa
alta, y yo la tenía. Leí que se trataba de una obra de ciencia ficción atípica,
de carácter bucólico y poniendo el acento en lo sentimental. Todo esto, lejos
de provocarme rechazo, me resultó atrayente. ¿Y me encontré una obra bucólica
que ponía el acento en lo sentimental? Pues sí, efectivamente es lo que me
encontré. No hubo engaño. Pero no de la manera que esperaba. No ha sido una
obra de ciencia ficción que me haya entusiasmado, como sí hicieron <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://posadadellector.blogspot.com/2016/02/soy-leyenda-de-richard-matheson-o.html" target="_blank">Soy leyenda</a></i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://posadadellector.blogspot.com/2014/12/picnic-junto-al-camino-de-boris.html" target="_blank">Pícnic junto al camino</a></i>. A pesar de todo, sí ha sido una obra
curiosa, y en ocasiones me ha resultado simpática. Así que toca abrir la Posada
del lector, que tenía muy pendiente esta entrada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 267.25pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Debo empezar
hablando, antes de nada, de esta edición de Ediciones B.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Miquel
Barceló</b>, prologuista y experto en ciencia
ficción, nos cuenta que en este volumen encontraremos “todo lo escrito por <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Zenna Henderson</b> sobre sus entrañables
personajes”. Porque estamos ante toda la obra compilada: los dos libros de relatos —<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Peregrinación</i> (1961), y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Pueblo: sin diferencias</i> (1966)—, más
cuatro relatos sueltos: dos relacionados con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Pueblo</i> —“La especie imborrable”; “El viaje de Katie-Mary”—, y
otros dos que no lo están —“El incidente del después”; “Las paredes”—. Así que
dividiré esta entrada entre las distintas partes en las que se divide el
volumen. (Aviso, si es una persona muy escrupulosa con los spoilers, quizás no convenga leerla).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 267.25pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 267.25pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><u><b>PEREGRINACIÓN</b><o:p></o:p></u></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 267.25pt; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Peregrinación</span></i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">, publicado en 1961 fue el primer libro
que recogió los relatos de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El pueblo</i>.
Son un total de seis relatos que se fueron publicando previamente en revistas
—el primero en 1952, y el último en 1959—. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Henderson</b>
no se limitó únicamente a reunirlos, también les dio un hilo conductor: la
historia de una chica, Lea, que pasa por un momento angustioso en su vida, e
intenta suicidarse. Pero no puede llevar a cabo su plan porque un miembro del
Pueblo se lo impide, y la llevará a un lugar extraño, una especie de congreso
en el que los seres del Pueblo contarán y registrarán en un aparato mecánico
una serie de historias personales. Y cada una de estas historias será uno de
los relatos que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Zenna Henderson</b> publicó
anteriormente en fanzines.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 267.25pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">¿Y por qué los miembros del Pueblo
quieren registrar sus vivencias en la Tierra? Mejor que nos lo explique uno de
ellos:</span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—Los ancianos han decidido que sería
prudente registrar nuestra historia hasta la fecha. Por eso estáis todos aquí.
Cada uno de vosotros guarda en su interior una parte importante de nuestra
historia. Cada uno de vosotros ha influido de forma indeleble en el curso de
los acontecimientos que atañen a nuestros Grupos. Queremos conocer vuestras
historias. No una reinterpretación a la luz de lo que sabéis ahora, sino la
premisa original, la pregunta original, la comprensión original… —Se oyó un
murmullo generalizado—. Sí —respondió Jemmy—. Vivirlo del principio al fin,
exactamente igual… a pesar del dolor. Ahora —estiró el trozo de papel—,
siguiendo un orden cronológico… Oh, antes que eso, ¿dónde está el grabador de
Davey?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—¿El grabador? —preguntó alguien—. ¿Qué
tienen de malo nuestros recuerdos?</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—Nada —respondio Jemmy—. Pero queremos
que este registro sea independiente de cualquiera de nosotros, que se vaya con
el que se va y se quede con el que se queda. Compartimos los recuerdos en
general, por supuesto, pero los pequeños detalles… bueno, de todos modos,
traigamos el grabador de Davey. Ahora, siguiendo un orden cronológico… karen,
tú eres la primera.<o:p></o:p></span></div>
</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Como ven, pese a
que los miembros del Pueblo cuentan con determinados poderes sobrenaturales, y
uno de esos poderes consiste en tener un recuerdo global compartido por toda la
comunidad, registrarán los relatos en un grabador. Les resulta de vital importancia
esta preservación de sus vivencias y mantener una historia común lo más
fidedigna posible. Y es que estos alienígenas tuvieron que adaptarse a la nueva
realidad terrestre, una realidad que les fue hostil. No fue fácil para ellos, y
como dice </span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Alfred Bester</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">, en unas
palabras citadas en el prólogo de la edición, “la historia de <i>El Pueblo</i> es la
historia del conflicto entre la voluntad de adaptarse a los estándares
terrestres y el lento reconocimiento y aceptación de su especial identidad”.
Efectivamente, el conflicto de identidad será una constante en la obra, una
lucha íntima y solitaria entre lo que eran antes, lo que perdieron, lo que son
y lo que deben ser y construir ahora. En el fondo, no deja de ser un asunto
socialmente tan natural como es la inmigración, con las tristezas y nostalgias
que eso conlleva. ¿Quiénes somos? ¿A qué lugar pertenecemos realmente? Se
preguntarán los </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">miembros del Pueblo,
sobre todo los nacidos ya en la Tierra, y más si son nacidos de una pareja
mixta terrícola-alienígena. Esto último es el caso del segundo relato,
<<Gilead>>, en el que dos hermanos, Peter y Bethie, se ven en dicha
tesitura al ser mestizos.</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1fpq9N4DiOhDvaRjUnfa__adrgVlvl9a5T8Jk3qqM0S706fxysegyP3GhZ1aZN6WH3U0znerh7KGISFq6NVPVMkLnau8A2q3MYHbTzcbOwaXPev7DoCMGaCUOuHI9N0oarNixvhG3Gu0/s1600/Portada+Peregrinaci%25C3%25B3n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="697" data-original-width="550" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1fpq9N4DiOhDvaRjUnfa__adrgVlvl9a5T8Jk3qqM0S706fxysegyP3GhZ1aZN6WH3U0znerh7KGISFq6NVPVMkLnau8A2q3MYHbTzcbOwaXPev7DoCMGaCUOuHI9N0oarNixvhG3Gu0/s320/Portada+Peregrinaci%25C3%25B3n.jpg" width="252" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Portada de Peregrinación, de una edición antigua de Minotauro</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 267.25pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">¿Y en qué se distingue exactamente un humanoide del Pueblo de un terrícola de la Tierra? Pues, físicamente, en
nada. Son indistinguibles. Sólo hay dos rasgos, aparentemente, que marcan la
diferencia —y por cierto, en toda la obra no
aparece ningún gentilicio para definir a los miembros del Pueblo—. El primer rasgo, y
probablemente el más llamativo a ojos de un terrestre, son las habilidades
especiales que poseen.</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Todos tienen una
serie de poderes compartidos como la telepatía, la capacidad de volar o, también,</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">presentir cuando les llega la muerte. Pero
además, estas gentes adquieren también, sobre todo en la adolescencia, unos
poderes más específicos llamados “dones”. Y todos estos poderes deberán quedar
ocultos para no ser acusados de brujería. “Para la mayoría de gente, diferente
es sinónimo de malo”, dirá uno de los personajes. El segundo rasgo distintivo
es la ética. Los miembros del Pueblo actúan movidos por una bondad y un sentido
moral elevado. En muchas ocasiones, la comparación con nosotros los terrícolas
salta a la vista, y dicha comparación no nos deja en buen lugar. Por poner tan
sólo un ejemplo, </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">en el relato
cuarto,</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><<El desierto>>,
vemos a una tal señora kanz reaccionar así ante un caso de bullying:</span><br />
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La señora Kanz se encogió de hombros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—Si se vuelve peligrosa tendremos que
sacarla de aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—¿Pero por qué permitir que los chicos
la atormenten? —protesté, sintiendo un espamo de ira.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"> Me
miró con expresión severa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—Yo no lo <<permito>>. Los
chicos siempre son crueles con los que son diferentes. ¿Aún no lo has notado?<o:p></o:p></span></div>
</blockquote>
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">
</span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">La infancia y la adolescencia tendrán
mucha presencia en la obra. Niños y adolescentes lo pasarán especialmente mal, para
ellos será más difícil ocultar sus poderes. Pedirles tal cosa, como les exigen sus
temerosos adultos, es pedirles que se repriman en algo que para ellos es
completamente natural. En el tercer relato, <<Potaje>>, se aborda
concretamente esta problemática con los niños del Pueblo, e incluso se ve cierto
choque generacional.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Pero una vez terminado este primer libro
recopilatorio, acabas dudando de las dos características diferenciadoras citadas
entre terrícolas y alienígenas. ¿Seguro que somos tan distintos? Yo vi algo muy
claro, algo que en ningún momento se dice explícitamente en la obra pero que
pongo la mano en el fuego de que es así: terrícolas y alienígenas del Pueblo
somos la misma especie. Totalmente. Muchos humanos no son tan bondadosos como los
visitantes extraplanetarios, pero pueden llegar a serlo. Porque los seres del
Pueblo una suerte de un espejo edificante para los humanos, cosa que refuerza
la clara intención moralizante de <b>Henderson</b>. El sentido educativo de la
lectura, pues, es evidente, hasta el punto de que la profesión más repetida que
aparece en la obra será la de maestro —no en vano, ésa era la profesión de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Zenna</b> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Henderson</b>—. Ahora tocaría hablarles de otros rasgos de este primer
recopilatorio, y hasta podría cerrar esta entrada explicando la valoración
final. Pero si lo hiciera no me quedaría apenas nada para comentar del segundo
compendio de relatos. Por desgracia, a la obra le pillas pronto los trucos
narrativos y le captas totalmente el sentido. Por eso, cuando terminé de leer
esta primera parte, lejos de seguir con el segundo recopilatorio del tomo, me
vi en la necesidad de hacer una pausa e intercalar otra lectura de por medio.
Pero pasemos ya con la segunda recopilación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b><u>EL PUEBLO: SIN DIFERENCIAS</u></b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Sin
diferencias</span></i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">
se editó en 1966, y recopiló seis nuevos relatos relacionados con esta
comunidad alienígena.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero esta vez, al
contrario que en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Peregrinación</i>, no hay
hilo conductor que una las historias. Sí habrá cameos de personajes del libro
anterior. Por lo demás, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sin diferencias</i>
sigue con la misma tónica: moralismo e intencionalidad didáctica. ¿Qué aporta
de novedoso respecto a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Peregrinación</i>?
Poca cosa, quizás lo más esperado es el segundo relato, <<Diluvio>>,
en el que se nos muestra cómo los alienígenas tuvieron que abandonar el Hogar y
por qué. Un acontecimiento al que continuamente se hacía mención en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Peregrinación</i> y que como lectores
conoceremos ahora narrado en primera instancia. Lo interesante, además, es que
sabremos más de cómo estaba configurada esa sociedad. También, como novedad, hay
relatos de la primera generación de miembros del Pueblo que cayeron a la Tierra
y se ubicaron en el sur de Estados Unidos, ambientados en el siglo XIX. <o:p></o:p></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7j24fttR9cninLILqPDXkGuR2b_TV58Vop5_UVeWBjEyDWFXniAhGvNfK21BpQi4Zb28_keB8pko_MwAwbJ2qexsNfBHoifXf_zb3NswdLNvmx0I63G-FbBPlY7BSYtNW7dr24v0fNpA/s1600/portada+libro+extrajero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="502" data-original-width="300" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7j24fttR9cninLILqPDXkGuR2b_TV58Vop5_UVeWBjEyDWFXniAhGvNfK21BpQi4Zb28_keB8pko_MwAwbJ2qexsNfBHoifXf_zb3NswdLNvmx0I63G-FbBPlY7BSYtNW7dr24v0fNpA/s320/portada+libro+extrajero.jpg" width="191" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Portada de una edición inglesa de <i>Sin diferencias</i></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="postbody"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Junto con <<Diluvio>></span></span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">,
en mi opinión destaca también <<Ángeles ignorantes>>, quizás el
relato más cruento de todos. Y aún así, no hay recreación en la barbarie. <b>Zenna Henderson</b> se abstiene de
describir escenas violentas, y las persecuciones mortales sólo se nombran <i>a posteriori</i>. Es decir: aunque se sabe
que la violencia está ahí, jamás se recrea en tiempo y espacio presente, y ésta
sucede siempre fuera de escena. Así, nada más empezar el relato de <<Ángeles
ignorantes>>, encontramos a una niña pequeña recogida por una familia, la niña
ha conseguido escapar de una masacre en la que ha muerto su familia. ¿La razón?
Como ya he comentado, los miembros del Pueblo generan rechazo entre los
terrícolas, pero esta vez hay un motivo más concreto: el fanatismo religioso, que
no la religión. Pues <b>Henderson</b> no ejerce
la crítica desde una postura atea, sino desde otra postura religiosa, una
religiosidad amable que es como la entienden los miembros del Pueblo, ya que
todos ellos creen en Dios y hasta rezan. Frente a una religión basada en el
miedo, la prohibición y en negarse a disfrutar de la vida, los visitantes apuestan
por una religiosidad tolerante, empática y que educa antes que castiga. Quizás
por eso, porque en este mundo ficticio de <b>Henderson</b>
existe un Dios compasivo, nunca se cae
en el pesimismo, abriendo siempre una puerta a la esperanza. Esta religiosidad
que transpira la obra me resultó muy reveladora, porque me hizo pensar en uno de
los motivos por los cuáles no me entusiasmó la lectura: y es que me recordaba a
mis clases de catequesis de la infancia. Sí, me explicaban que había que ser
bueno y actuar correctamente, y me exponían una serie de valores. ¿El problema?
Que todo resultaba demasiado abstracto. Y así me resultó también la lectura de <i>El Pueblo</i>. Y es muy fácil ser bueno en
abstracto. Considero que el problema de la obra no es el moralismo —esa palabra
que a muchos, <i>a priori</i>, espanta, y no
debería ser así—. El problema fue encontrarme casos de fácil solución moral,
sin que hubiera dilemas. Los miembros del Pueblo saben actuar correctamente, pero
la mayoría de terrícolas, en cambio, presos de prejucios y miedos, actuarán mal.
Se agradece que <b>Henderson</b> no
predique explícitamente, y que ilustre con estas historias emotivas usando a
los miembros del Pueblo para su fin, pero aún así llega a resultar cargante y
repetitivo todo. Los casos problemáticos se quedan en la superficie. Por
ejemplo, en el compendio de relatos anterior, <i>Peregrinación</i>, les hablé de Lea, la chica que quería suicidarse
pero que fue salvada por miembros del Pueblo, llevada a un lugar a salvo y allí
y escuchó sus historias. Lea al final desistirá de su intento suicida después
de su experiencia, y recobrará sus ganas de vivir. Bien ¿pero qué problema
tenía Lea? No se explica. Como lector, me esperaba casos más complejos,
incluso, por qué no, dilemas morales. Mas no, acabé con la sensación de volver
a recibir una de aquellas viejas clases de catequesis.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Y lo mismo me pasa con la emotividad que se rezuma —el fluir de lágrimas será recurrente en sus páginas—. Al leer críticas
positivas de la obra, vi que algunos lamentaban que el hincapié que hacía
Henderson en lo sentimental generase rechazo. ¿Por qué lo sentimental debe
estar mal considerado? Y se decía que El Pueblo era una obra incomprendida. Sin
ir más lejos, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Miquel Barceló</b> en el
prologo comenta que:<o:p></o:p></span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Al parecer, en los años setenta </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">y ochenta esa ciencia ficción
<<pastoral>> no se consideraba interesante ni valiosa. Parece ser
que algunos (por ejemplo </span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">John</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Clute</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> en su famosa enciclopedia, o </span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Carolyn Cushman</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> en LOCUS) han
considerado el estilo <<emotivo y sentimental>> de </span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Henderson</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> como una debilidad en su
obra, y que el interés</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">de la autora por
la fe o la solidaridad resulta algo extraño en estos tiempos en que, más bien
impera el cinismo. No estoy de acuerdo. En realidad, sin la función para
desempeñar esos elementos no se comprendería el gran interés popular que ha
despertado, por ejemplo, la obra de un autor como </span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Orson Scott Card</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> quien, precisamente en los últimos diez años, ha
construido una gran carrera apoyada en esos mismos elementos. Y </span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Card</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> nunca he negado su interés por la
obra de </span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Zenna</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Henderson</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Leer estas palabras en el prólogo me
puso los dientes largos, y en absoluto me echaba para atrás saber de esta
vertiente sentimental. Me pareció interesante el planteamiento. Pero como
adelanté al principio de esta entrada, me falló el desarrollo de la idea. Noté
cierto acartonamiento, y frecuentemente echaba en falta que esa emotividad me
perforara aún más, que me mostrara algo aún más profundo. Ojo, aclaro que
tampoco se trata de algo vacío y vacuo —como sí pasaba en </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;"><a href="http://posadadellector.blogspot.com/2017/11/si-tu-me-dices-ven-lo-dejo-todo-pero.html" target="_blank">Si tú me dices ven lo dejo todo… pero dime ven</a></i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">, la “nadería”
absoluta—, y sí llegas a empatizar con los personajes. A veces, te encuentras
alguna buena reflexión, como ésta:</span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Clavé la vista en al taza de café,
preguntándome con desesperación dónde podría encontrar a Francher. Después del
episodio que había dado lugar tantos rumores, temía lo peor. Sin embargo, a
menudo la gente que reacciona violentamente ante problemas relativamente
insignificantes permanece aparentemente impertérrita ante problemas realmente
serios. Como si no pudieran tener una reacción emocional adecuada.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Pero sientes que le falta un hervor, que
se queda a medio camino. Sin ir más lejos, los enamoramientos que aparecen en
la obra son muy reservados, y ni siquiera aparecen besos. Y no es que la
ausencia de besos sea algo de vital importancia <i style="mso-bidi-font-style: normal;">per se</i>, pero sí considero que lo es que las relaciones amorosas te
traspasen más. Tampoco ayuda que los personajes sean un poco intercambiables
entre sí. ¿Los he visto de más planos? Los he visto. Tampoco son un desastre.
Pero de nuevo, les falta una pincelada de profundidad más. Porque ver
reiteradamente historias similares y personajes con los mismos problemas al
final resulta demasiado previsible. Así, varias historias acaban en un
accidente de vida o muerte, pero se logra evitar la tragedia gracias a algún
miembro del Pueblo, a través de un <i>deux ex maquina</i>. Las repeticiones
argumentales y temáticas dan poco dinamismo y eso repercute en la tensión, que
no se mantiene. Por eso les recomendaría, apreciados lectores, que no se lean
toda la obra del tirón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">¿Y qué puedo decir de la pluma de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Henderson</b>? Es correcta, describe bien,
sin falta de detallismo y sin hacerse pesada. Y todo desde la sencillez, una
sencillez bien lograda, que funciona. En ocasiones, sabe describir buenos
momentos poéticos, relacionados con los momentos introspectivos de los
personajes. Por ejemplo:<o:p></o:p></span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Supongo que muchas almas solitarias se
han sentado junto a su ventana muchas noches para mirar la luz de la luna y han
sentido una tristeza que no conoce alivio, una tristeza subrayada por una
belleza que es, en sí misma, una agradable forma de aflicción… pero muy pocos
han visto lo que yo vi aquella noche.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">O también:</span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Había salido de las sombras y Lea
observó el sereno montón de nubes… la maravilla inenarrable de un campo de
nubes debajo de la luna. Era una belleza que no sólo alimentaba la vista sino
que hacía que todos los sentidos ansiaran abarcarlas y aprehenderla. Le
entristeció el no ser capaz de abarcarla con los brazos y sujetarla tan fuerte
que pudiera fundirse en su propio ser.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Son<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>momentos de ternura que me gustan, los considero logrados, pero por desgracia
no compensa lo negativo de la obra que les he contado. También destaca la
creación de un léxico particular: el que sirve para describir los dones o los
acontecimientos históricos importantes del Pueblo. Así pues, cada don tiene una
palabra que sirve para definir a la persona que lo posee. Por ejemplo, habrá
miembros del pueblo que serán “sensitivos”, otros “reparadores”. A Dios se le
conocerá como la “Presencia”. La “Llamada” se produce cuando un miembro del
Pueblo sepa que le llega la muerte. Y el accidente que les hizo estrellarse
contra nuestro planeta será conocido como el “Cruce”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La localización en la que se sitúan
estas historias no será tema baladí. La acción siempre se sitúa en un medio
rural, en poblaciones pequeñas. ¿Quizás por eso la marca de pantalones que se
cita en más de una ocasión son los Levi's? Me he llegado a preguntar si
era propaganda. En serio. Pero supongo que se debe a ese ambiente rural. Los pantalones
Levi's se usaban en el campo, y más concretamente para trabajar en las minas. Y
las minas serán lugares que aparecerán con frecuencia en la obra. Así que me
cuadra la aparición de estos pantalones. De todas formas, si algún amable
lector supiera algo de este detalle, le agradecería que lo comentara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Este ambiente rural crea un aire
bucólico en la obra. Y esta parte bucólica revela, además, otra cosa
interesante: ¿dónde está la tecnología de los miembros del Pueblo? No la
necesitan, casi. Las naves obviamente sí, así llegaron por accidente —el
denominado “Cruce”— a nuestro planeta. Pero es una excepción, y que se explica
en el relato <<Diluvio>>. No son seres que vivan en un ambiente tecnológico, ni
en su planeta natal ni en la Tierra, no lo necesitan. Sus poderes les bastan.
Tampoco se nombran armas, viven en paz y armonía. Da la sensación de que viven,
literalmente, en el paraíso. Y mientras leía, tenía la sensación de que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Zenna Henderson</b> lanzaba una pregunta
implícita: si los miembros del Pueblo no son inalcanzables para los humanos,
¿no podría ser que el Paraíso bien pudiera ser nuestro planeta Tierra y que
sólo depende de nosotros lograrlo? Porque en este segundo recopilatorio se
confirma aún más que somos la misma especie que los del Pueblo. Si hasta ahora
habíamos visto a terrícolas que podían ser tan bondadosos como los miembros del
Pueblo, en el relato <<El regreso>> veremos a un personaje visitante
actuar de forma incorrecta, algo inesperado a priori pero que no logró causarme
mucha sorpresa por lo previsible. Pasemos ya con los últimos cuatro relatos.<o:p></o:p></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigtbmVXOGC8GHHbOTumyJFNMPpZlnHulc3PRPFVVOeBkTvqKcCT4h4O2QYi8TWxs8SGT6bB6Z7BzeMyY0bXeasZfmbfTGq-rV815WDGClv68luuGqDrj7-QhUfaXdY-EoBO9ktF6LnNS4/s1600/Autora.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="227" data-original-width="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigtbmVXOGC8GHHbOTumyJFNMPpZlnHulc3PRPFVVOeBkTvqKcCT4h4O2QYi8TWxs8SGT6bB6Z7BzeMyY0bXeasZfmbfTGq-rV815WDGClv68luuGqDrj7-QhUfaXdY-EoBO9ktF6LnNS4/s1600/Autora.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Zenna Henderson</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-transform: uppercase;"><u>Otros relatos
de El Pueblo: <<La especie imborrable>>, <<EL viaje de
Katie-Marie>>, <<El incidente del después>>, <<Las
paredes>></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><<La especie imborrable>> y <<El
viaje de Katie-Marie>> están insertados en el mundo ficticio de <i>El
Pueblo</i>. En el primer relato la protagonista es profesora —vaya, qué sorpresa—,
y se ve cómo lidia con un alumno con problemas. En el segundo nos encontramos en un
ambiente hippie, en el cuál una chica estuvo con los habitantes del Pueblo,
para después olvidarlo todo —como si se hubiera tomado un viaje de ácido—.<span style="text-transform: uppercase;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; text-transform: uppercase;"><<</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">El incidente del
después>> y <<Las paredes>> son dos relatos, ya sin relación
con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Pueblo</i>, pero aún así de corte
fantástico. En el primero nos muestra un mundo en el que parece que haya habido
una catástrofe en el que se haya iniciado una nueva era, y en el segundo se
vuelve a hacer un ejercicio de empatía: una niña que ha visto otro mundo
—pudiera ser el nuestro— y el resto de niños le hacen bullying. Otra historia
muy propia de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Henderson</b>.<span style="text-transform: uppercase;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Ya hay que finalizar esta larga reseña.
No, no me ha terminado de convencer. Por la eterna sensación de que falta algo,
de que tendría que ir un paso más allá en muchos aspectos, y por lo repetitivo
que resulta. No volveré a leer esta obra. Y me sabe hasta mal hablar
negativamente de ella, porque da la impresión de que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Zenna Henderson</b> puso mucho mimo y empeño en crear estas historias y
ser educativa. Incluso uno se acuerda del drama actual de los refugiados
leyendo algo así:</span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—Podría ser que no nos aceptaran
—sugerí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—¡A unos refugiados sin hogar! —exclamó
‘Chell—. Si al Hogar llegara alguien necesitado…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—¿Aunque fuera diferente?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—Ante la Presencia todos somos iguales
—sentenció ‘Chell.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—Pero recuerda —dije apretando la falda
entre mis manos—. Sólo remóntate lo suficiente en el tiempo y verás los Días de
la Diferencia anteriores a la Paz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Y ‘Chell recordó. Volvió su rostro
convulso hacia mí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—¿Crees que tal vez no nos recibirían
bien si encontráramos un nuevo Hogar?</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">—Si pudimos tratar de esa forma a
nuestra propia gente, ¿cómo podrían tratar otros a unos desconocidos? —pregunté
mientras sacudía la falda roja<o:p></o:p></span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 16px;">—.</span></div>
</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Pero en la literatura no basta los
buenos y edificantes propósitos. De todas formas, tampoco la considero una
lectura perdida, de la que me haya arrepentido. Si bien mi deleite lector no ha
sido del todo satisfecho, sí lo ha sido mi curiosidad. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Pueblo</i> fue<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un libro de
ciencia ficción atípico, una <i>rara</i> <i>avis </i>de la ciencia ficción, y por eso para mí<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ha tenido su punto leerlo. Mientras que
en tantas obras de ciencia ficción los extraterrestres son hostiles y
monstruosos, y nosotros los terrícolas las víctimas, en la obra de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Henderson</b> sucede justo al revés.
Además, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Zenna Henderson</b>, según he
leído, fue una de las primeras autoras de ciencia ficción que nunca utilizó
seudónimo masculino para publicar. Nació en 1917 en EEUU y murió en 1983. Y
recordemos que con el primer libro de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Harry
Potter</i>, publicado en 1997, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Rowling</b>
tuvo que ocultar las iniciales de su nombre por consejo de su editor. Así que no
ha estado mal conocer a la señora <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Henderson</b>.<o:p></o:p></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW1LjcvqIUtT9w5CzJXOFr1-nFi2IBYgdofSPRsWG_ZAH94r1dTohycJqU7HfSAxYJl85rOJG8I_-h51b28iuv2wA186zBIAW5bJ5h5HNXh2olTJ171iaQg16L0HItpoDsoY5ZRyjPz-E/s1600/Mars+attack.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="1000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW1LjcvqIUtT9w5CzJXOFr1-nFi2IBYgdofSPRsWG_ZAH94r1dTohycJqU7HfSAxYJl85rOJG8I_-h51b28iuv2wA186zBIAW5bJ5h5HNXh2olTJ171iaQg16L0HItpoDsoY5ZRyjPz-E/s320/Mars+attack.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Si alguna vez llegan extraterrestres a nuestro planeta, espero que sean miembros de El Pueblo, y no como los de Mars Attack</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Valoración</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">: Suficiente</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Te gustará si te gustan</b> las historias
moralistas, valores piadosos cristianos, historias sentimentaloides.</span></div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-44409533382696373162018-05-25T19:27:00.000+02:002018-05-28T17:46:32.025+02:00Política de protección de datos<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 12.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">El 25 de
mayo entra en vigor una nueva normativa europea en relación con la protección
de datos. Es la GDPR. Con el fin de cumplirla La posada del Lector informa:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Este es un
blog sin ánimo de lucro. El blog no comercializa ningún tipo de servicio o
producto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l5 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol";"><span style="font-size: 10pt;">·</span></span><span style="font-size: xx-small;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">El administrador
de este blog se compromete a utilizarlo conforme a la ley y sus posibles
reglamentos de desarrollo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l5 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l7 level1 lfo3; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La
suscripción al blog se realiza mediante el gadget de seguidores proporcionado
por Blogger y conforme a las normas de uso de esa plataforma. No hay
suscripción a través del correo electrónico. En cualquier momento, como
seguidor, usted es libre de dejar de serlo, haciendo click en el citado gadget
de seguidores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l7 level1 lfo3; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo4; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Los
únicos datos personales que se solicitan son los que requieren la plataforma
Blogger a la hora de suscribirse o dejar comentario en alguna de las entradas
del blog, siendo cada usuario libre de darlos o no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo4; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l4 level1 lfo5; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Los datos
personales que usted pueda comunicarnos en ningún caso serán almacenados en
ningún tipo de soporte ni cedidos a terceros. En este blog no se realizan
concursos de ningún tipo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l4 level1 lfo5; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l2 level1 lfo6; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol";"><span style="font-size: 10pt;">·</span></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Se puede
poner en contacto con el administrador del blog a través de su correo:
laposadadellector@gmail.com. La información que proporcione a través del correo
no será cedida a terceros , y los correos serán borrados una vez terminada la
conversación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l2 level1 lfo6; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l6 level1 lfo7; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La
información sobre cómo se almacenan sus datos personales en estas redes
sociales viene descrita en la propia política de la red social.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l6 level1 lfo7; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l8 level1 lfo8; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La presente
política de protección de datos será revisada periódicamente y podrá ser
modificada para ser adaptada a la ley y su posible desarrollo reglamentario. Si
no está de acuerdo con ella, le ruego que se abstenga de enviarme información personal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l8 level1 lfo8; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "symbol"; font-size: 10pt; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l8 level1 lfo8; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "symbol"; font-size: 13.3333px;">·</span><span style="font-family: "symbol"; font-size: 10pt; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; text-indent: 0cm;">De acuerdo
con el Reglamento general de protección de datos, usted tiene derechos como
individuo que puede ejercer en relación con la información que se guarda sobre
usted.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l3 level1 lfo9; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 3.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo10; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: "symbol"; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Esta
política de privacidad no cubre los enlaces que vinculan a mi sitio web con
otros sitios. Le recomiendo que lea las declaraciones de privacidad de los
otros sitios que visite.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background-color: white; font-family: "symbol"; font-size: 13.3333px; text-align: justify;">·</span><span style="background-color: white; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal; text-align: justify;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Por
cortesía de Blogger, se ha añadido un aviso en mi blog para explicar el uso que
realizar Google de ciertas cookies de Blogger y de Google. <span style="background: #FFFEF4;">El uso y aceptación de la política de cookies
pertenece a Blogger y es a ellos a quienes se les acepta de acuerdo con la
vigente ley.</span></span><o:p></o:p></div>
<br />Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-89633889096061780562018-05-01T00:04:00.000+02:002018-05-01T00:24:30.193+02:0050 sombras de Letraherido<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUGJu6NYGOJ5pgzaOCQCGD25H2AMPBryfglG98z9VkmIsFjnIvB6ow64D2GTOCElG7z30P3UkkwFegKlU8mJNZenakUipBEiNt-1cIGZOCQIwH7uF1oIob2zpYJbcdffZQD7egrGACx6E/s1600/50+sombras+imagen.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="501" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUGJu6NYGOJ5pgzaOCQCGD25H2AMPBryfglG98z9VkmIsFjnIvB6ow64D2GTOCElG7z30P3UkkwFegKlU8mJNZenakUipBEiNt-1cIGZOCQIwH7uF1oIob2zpYJbcdffZQD7egrGACx6E/s320/50+sombras+imagen.jpg" width="313" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Sé que debería actualizar más, mantener mi blog un poco más activo. Echo de menos años atrás en los que Twitter e Instagram no lo copaban todo y los blogs tenían más vida, y para no ser tan hipócrita qué mejor manera que dar ejemplo y abrir la persiana. Y cómo no sólo de entradas literarias vive el hombre, ahí va una sobre curiosidades. Cosas así las veo actualmente en Twitter, pero recuerdo hace años, en no sé qué blog (mi memoria no da para tanto), que vi una entrada así de este tipo, y con este mismo título de "50 sombras de". Así que decido hacer lo mismo en este blog: un compendio de pensamientos y cosas personales. No tiene mucho interés, pero por si ustedes tienen un día aburrido. Allá va:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>1)
</b>Soy catalán de padres andaluces. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>2)</b>
Pertenezco a la Generació Tomàtic. En mi tierra muchos me entenderán.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>3)</b>
La serie de dibujos animados a la que más asocio mi infancia es Dragon Ball.
Con los años no creo que sea el mejor manga ni el mejor anime, de hecho con una
visión ya adulta le veo muchísimos defectos. Pero no puedo ser objetivo, es la
serie de mi infancia. Y aún me gusta Dragon Ball.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>4)</b>
Mi principal pecado capital es la gula.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>5)</b>
Detesto los nacionalismos. Así, en plural. Y me acusarán de equidistante. O de
ir de moralmente superior. Pero no.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Todo
es más sencillo y personal: desde posturas nacionalistas siempre se me ha
cuestionado, molestado, fastidiado y prejuzgado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>6)</b>
Odio que se juzgue a la gente por sus gustos culturales. A mí algo puede no
gustarme nada —sin ir más lejos, he hecho reseñas negativas de libros que no me
han gustado—, pero nunca pensaré mal de nadie por disfrutar de ello. Respetar
los gustos de los demás no cuesta nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>7)</b>
Incluso valoro mucho a la gente que es fan de algo que está vilipendiado, y que
no se esconde. Me parece un acto de valentía. Olé por ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>8)</b>
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Después de la literatura, lo que más me
gusta es la música. De hecho, creo que no me hubiera gustado tanto la
literatura si no hubiera disfrutado primero de la música. Siento que una cosa
me llevó a la otra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>9)</b>
De adolescente quise aprender a tocar la guitarra. No lo conseguí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>10)</b>
No fumo. No me gusta el tabaco<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>11)
</b>Tampoco he consumido jamás drogas. Bueno, salvo el alcohol. Y muy
esporádicamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>12)</b>
Me gusta la gente que sabe pedir perdón (perdón sincero, se entiende). Y por
eso procuro pedir disculpas si la fastidio yo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>13</b>)
No me gusta la frase “perdono pero no olvido”. Yo o perdono totalmente, sin
guardar el más mínimo rencor, o directamente no perdono. No tengo término
medio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>14)</b>
No tengo época literaria favorita ni tampoco género. A todo le encuentro su
gusto, su gracia, su qué.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>15)</b>
Pero una vez me preguntaron por mi época literaria favorita, y me pidieron que
dijera alguna aunque estrictamente no fuera mi favorita. Ahí va la respuesta:
el romanticismo decimonónico. Del romanticismo salieron muchos defectos que aún
arrastramos, pero a la vez tiene su encanto. Ya digo que no es mi favorita, pero tiene un
plus de encanto para mí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>16)</b>
También me gusta reivindicar el siglo XVIII de la literatura española. No
acepto como dicen algunos que fuera un páramo desierto. Tiene su aquél. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>17)</b>
No tengo una novela, poemario o autor favorito. Aquí sí es imposible, del todo
imposible, que destaque algo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>18)</b>
Pero sí tengo un cómic favorito: Watchmen, de Alan Moore<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>19)</b>
No soy nada multitarea. Hacer varias cosas a la vez no es lo mío, siempre
prefiero planificarme por partes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>20)</b>
Quizás por el punto anterior, me gusta ver las series una vez acabadas, y del
tirón. No entiendo la gente que ve varias series a la vez y encima todas están
aún sin concluir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>21)</b>
Me gustan las series, sí. ¿Y a quién no hoy en día? Pero no tengo esa ansiedad por
devorarlas. No puedo con tanta saturación, hay overbooking de series.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>22)</b>
La serie Buffy Cazavampiros ha sido la última que me ha maravillado. Nunca es
tarde si la dicha es buena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>23)</b>
Con las sagas literarias me pasa lo mismo que con las series: me espero a que
estén finiquitadas. Y me las leo del tirón. Ni loco empezaría ahora, qué se yo,
por citar una saga al azar, Canción de Hielo y Fuego.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>24)</b>
Leí Harry Potter ya pasada la adolescencia, y me maravilló. Entendí la fama
mundial de la saga, bien merecida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>25)</b>
Y me siento Hufflelpuff. A veces con pequeñas dudas sobre si soy Ravenclaw (en
diversos test me ha salido Ravenclaw), pero no: me decantaría por Hufflelpuff,
que ante el sombrero seleccionador tenemos la última palabra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>26) </b>Me encantan las historias de amor. Pero a un tiempo, cada vez noto que me
sobran más en muchas películas o novelas. Las noto que están ahí, metidas con
calzador para cubrir cuota de romance. Pero aún me emocionan cuando se meten
bien metidas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>27)</b>Pese
al punto anterior, creo que el amor está sobrevalorado y la amistad infravalorada. Para mí, la
amistad tiene un punto más de desinterés. Creo que los amigos son la familia
que tú escoges (y a la vez te escogen a ti).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>28)</b>
Una de mis grandes fortunas de la vida son mis amistades. No me puedo quejar de
falta de buenos amigos. Tengo mucha suerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>29)</b>
Y creo completamente en la amistad entre hombre y mujer. La frase “no puedo
haber amistad sincera entre hombre y mujer” no es sólo que no la comparta, es
que no la entiendo. Mis mejores amistades son amigas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>30)</b>
Me gusta el fútbol. De pequeño ya me gustaba jugarlo —y eso que era pésimo—, y
actualmente verlo jugar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>31)</b>
Y soy del Barça. Pero no me gusta discutir de fútbol, me parece absurdo. Es
sólo un juego. Si el Barça gana bien, y si pierde tampoco voy a llorar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>32)</b>
Sin embargo, sí puedo llegar a discutir por política. No me gusta entrar al
trapo e intento evitarlo, pero a veces no lo consigo. La diferencia es que con
el fútbol no me juego nada, y me da igual si alguien piensa que fue penalti o
no. Pero con la política sí me juego.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>33)</b>
Siempre separo obra de autor. Las ideas políticas o las opiniones de un autor
me pueden parecer aborrecibles, pero su obra me puede maravillar. Y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>viceversa. Me parece muy respetable que otros
no la separen. Pero que no me juzguen a mí ni me atribuyan ideas que no tengo
por leer/escuchar/ver a Fulanito. Son sus ideas, no las mías.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>34)</b>
Frente a lo que se pueda esperar de mí, no siento fetichismo por las plumas
estilográficas. Así decepcioné a <a href="https://cuadernoderetales.blogspot.com.es/2017/11/preparandome-para-la-crisis.html#comment-form" target="_blank">Bettie Jander</a>. A cuánta más gente
decepcionaré.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>35)</b>
Tampoco sé por qué varias personas han supuesto que sabía jugar al ajedrez. No
me sé ni las reglas, jamás he jugado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>36)</b>
Han llegado a suponer que soy una persona conservadora. Ante mi pasmo, al pedir
explicaciones, me han dicho: “Es que se te ve muy formal de primeras”. Y también que "eres muy educado". Aún no
sé cómo tomármelo ni termino de ver la relación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>37)</b>
El saber no ocupa lugar… pero sí tiempo, mucho tiempo. Demasiadas cosas me gustan
y poco tiempo tengo para empaparme de ellas. Ojalá tener más vidas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>38)</b>
Me gusta la astronomía, pero por desgracia no es que sepa mucho sobre ella (ver
el punto anterior). De ser de ciencias, hubiera sido la rama que hubiera
escogido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>39)</b>
Hay gente que, opinando muy distinto a mí, puede llegar a caerme muy bien. Y
hasta puede llegar a maravillarme al escucharla argumentar. No es algo
que me pase con frecuencia, pero a veces sí. Creo que el mayor halago que puedo
hacerle a alguien es que me guste hablar con él pese a posturas discrepantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>40)</b>
Y a la vez, hay gente que siendo de mi misma opinión o estando en un mismo
bando, no la trago. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>41)</b>
No suelo soportar a la gente sobrada y soberbia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>42)</b>
Mi estación favorita es el otoño<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>43)</b>
No soy para nada tecnófobo (hola, estoy aquí, en mi blog), pero las redes
sociales a veces me agotan, por eso tampoco quiero implicarme a fondo en ellas
ni protagonizar largos y cansados debates. Y necesito cierta desconexión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>44)
</b>Puedo responder al whatsapp al cabo de horas o días (a no ser que sea algo que
merezca una respuesta urgente). Y por eso no me enfado tampoco cuando a mí me
responden tarde. No me gusta esta súper inmediatez que exigen las redes
sociales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>45)</b>
Cuantos más años cumplo, más veloz me parece el paso del tiempo. Eso me ha
hecho ser más receloso y selectivo: no comparto mi tiempo con quien no me valore ni aguanto
mierdas de nadie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>46)</b>
La bebida que más suelo tomar es coca cola zero<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>47)</b>
No puedo con el bitter kas. Quizás por lo que acontenció en mi infancia: al ver
una botella de bitter kas, con ese color tan rojo, pensé que se trataba de un
dulce zumo de fresa. Y tan feliz le di un trago grande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>48)</b>
El mundo, la vida, la sociedad, llámalo X, me provoca una extraña mezcla de
misantropía y altruismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>49)</b>
Canta Ilegales que <a href="https://www.youtube.com/watch?v=3tPFYt2y4xc" target="_blank">“el mundo es basura, pero me gusta estar vivo”</a>. Totalmente
de acuerdo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Y 50)</b>
El arte me parece un gran consuelo en esta vida, merece la pena vivir sólo por
ello. Incluso cuando las cosas van mal.<o:p></o:p></span></div>
<br />Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-20487883620740804402018-02-11T22:42:00.002+01:002018-10-18T23:33:19.193+02:00Irlanda, de Espido Freire. O una apariencia inquietante<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHpTZHDcpear16OItlzWrQLi-EXQDaRE-43O0Aq_uAIxdbzgexcPT-sc4D0RgKMBLNYn9iYNEMo0HW15XB17upsQdl3EvF1qEroTvZYYfYZHNEzCc3EEn5zSgwRdee5DER9nJi1Smjjoc/s1600/Irlanda+portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="713" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHpTZHDcpear16OItlzWrQLi-EXQDaRE-43O0Aq_uAIxdbzgexcPT-sc4D0RgKMBLNYn9iYNEMo0HW15XB17upsQdl3EvF1qEroTvZYYfYZHNEzCc3EEn5zSgwRdee5DER9nJi1Smjjoc/s320/Irlanda+portada.jpg" width="190" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 18pt;">Ficha</span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b>Título: </b>Irlanda<br />
<b>Autora:</b> Espido Freire<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b>Editorial:</b> Planeta de Agostini<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b>Colección:</b> Escritoras de hoy<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b>Lengua:</b> castellana<br />
<b>Nº de páginas:</b> 185</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 18pt;">Sinopsis (extraída de internet):</span><br />
Desde que Sagrario ha muerto,
las cosas son distintas para Natalia, su hermana, y para sus padres, que en un
intento por protegerla de la tristeza la envían al campo a pasar el verano.
Allí, en la vieja casona familiar, se reúne con sus primos, Irlanda y Roberto,
que con la ayuda de unos amigos se han propuesto adecentar la casa para
venderla. Así comienza ese verano en que Natalia, una joven tímida que apenas
ha salido de su entorno familiar, vivirá envuelta en flores secas, vestidos
antiguos, conjuros mágicos, sueños y pesadillas. Y en ese mundo frágil, que
resurge con la oscuridad y en el que nada es como parece ser, se pone de manifiesto
la insalvable distancia que separa a Natalia de sus primos, especialmente de la
encantadora y dulcísima Irlanda. Haciendo gala de una maestría narrativa que
mezcla con prodigioso equilibrio tradiciones del mundo celta con el descaro
provocativo de una Françoise Sagan, Espido Freire nos ofrece una primera novela
en la que la belleza, la crueldad y los presentimientos recrean una atmósfera
inquietante e irresistible.</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: 18pt;">Opinión personal</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
Leí <i>Irlanda</i> hará
unos diez años, cuando cayó en mis manos de forma casual —como muchas de mis
lecturas—, en la edición que pueden ver en la imagen, en la colección de
Escritoras de hoy. Me impresionó su final y fue una buena lectura. Revisando
los libros de mi estantería, volví a toparme con <i>Irlanda</i>, y pensé
que merecía la pena reseñarla. Así que le hice una relectura ultra rápida para
refrescar sensaciones. Era la excusa perfecta para venir aquí y abrir la
persiana, que la abro demasiado poco y hay que poner remedio.<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<em>Irlanda</em> no es una novela extensa, y está parcelada en doce capítulos
sin título. Fue la <i>opera prima</i> con la que debutó <b>Espido</b> <b>Freire</b> en
1998, y hasta la fecha es la única novela de la autora vasca que he leído —<i>Melocotones
helados</i>, con la que ganó el Premio Planeta al año siguiente, la tengo por
casa, y es cuestión de tiempo que algún día la lea—. Me pareció una lectura
amena que iba in crescendo, hasta llegar al desenlace final, el cual en mi
opinión es el punto fuerte de la obra. Pero empecemos por el principio de la
novela: nos encontramos con Natalia, una adolescente como personaje principal y
voz narradora de la historia. Se trata de una chica tímida, apocada,
introvertida y muy encerrada en su solitario mundo de herbolarios y fantasías.
“Yo nunca había tenido amigas, no las necesitaba”, dirá. Porque para eso tiene
su mundo de fantasía que ella misma se construye y en el que se cobija, ya que
Natalia es asustadiza —sueña continuamente con una tortuga que la persigue
macabramente— y percibe el mundo como una amenaza. A la pobre chica además se
le murió su hermana Sagrario, y cuida de su otra hermana pequeña con mucho
mimo. Todo un amor de chica de la que compadecerse, y casi que te entran ganas
de entrar en la novela para abrazarla y reconfortarla. Y sin embargo… cuantas
más páginas llevas leídas, más extraño te parece algo… te preguntas hasta qué
punto es fidedigna la voz narrativa de Natalia, porque algo no cuadra con
exactitud. Pero hasta aquí puedo leer, ya que en esta entrada no habrá spoilers
del final. Y sinceramente, espero no dar demasiadas pistas.<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span><br />
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
Así pues, apreciados
lectores, conocemos a Natalia en esta tesitura. Sus padres, obviamente, están
preocupados:</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
—¿Has leído lo que dicen las
monja?<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
—No —dije yo.<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
—Dicen que te distraes con
facilidad, que no trabajas bien en grupo, y que eres poco sociable. Y que tal
vez podrías poner un poco más de interés en las matemáticas. ¿Qué opinas tú de
esto?<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
—Tendría que prestar más
atención a las matemáticas —confesé, con la cabeza baja.<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
—No tienen delicadeza ni
corazón. Se extrañan de que te distraigas. Yo ni siquiera esperaba que sacases
el curso adelante —me cogió de las manos y me abrazó—. Ven aquí. Eres una buena
alumna, una buena hija.</blockquote>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
Es por eso que los padres
acuerdan que será bueno para Natalia que pase el verano en la casa de campo de
sus tíos, en compañía de sus primos, con el objetivo de que Natalia se evada,
se aleje de su hogar un tiempo y así olvidar el recuerdo trágico de Sagrario.
Así la mayor parte de la novela sucede temporalmente en verano y en una gran
casa de campo rural. Los padres de Natalia, pues, serán testimoniales. Al igual
que los tíos, también secundarios ya que se ausentarán frecuentemente y de
forma prolongada de la casa. Todo el foco se concentra en los jóvenes
adolescentes, en Natalia y en sus primos Roberto e Irlanda, y será ésta última
la que dará el título a la obra, porque es la protagonista real —Natalia es el
personaje principal, que no es lo mismo—. Y añadamos tres adolescentes más: dos
amigas de Irlanda, compañeras de instituto que sólo estarán presentes en los
primeros capítulos y después marcharan, y meras comparsas para resaltar a la
protagonista. Y ya por último, pero no menos importante para la trama, otro
amigo del instituto: Gabriel<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br />
Los jóvenes tendrán tareas
por hacer durante el verano, consistentes en arreglar y adecentar la casa, ya que
los tíos pretenden venderla, y conviene que tenga buena presencia. Los primeros
días resultan casi bucólicos, y todos los personajes presentarán el mejor ánimo
posible. Pudiera parecer en un primer momento que estamos ante una novela
juvenil, de ésas de crecimiento personal que suceden a lo largo de un verano —a
todos nos suena alguna novela o película de este estilo, ¿verdad?—. Pero no, no
irá por ahí la cosa. <i>Irlanda</i> es una novela con un trasfondo
oscuro, una novela cuya temática es la ambigüedad de las apariencias y la
desenvoltura ante el mundo y sus reglas. E insertado en ese mundo de
apariencias, el lector presenciará un combate entre Natalia e Irlanda. Sería
muy tentador hablar también de la rivalidad feminina como otro tema presente,
pero yo no lo termino de ver así. Porque de acuerdo, hay una guerra entre las
dos primas que irá en aumento, pero el punto temático de la historia no es la
rivalidad femenina, ya que la guerra entre féminas no es algo que esté
inherente al principio de todo. Ni es algo que se produzca porque se tuviera
que producir. Existe un trasfondo más oculto en la novela como para hablar de
rivalidad femenina <i>per se</i>.</div>
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkg7iDVnguQzkIds9C2AYEwdDJSJFNLtaZ5q-8Q8q-mUOciMXVwmy6ko4OXJJcbqJeGU-JyEKKCuF8FXPKsw2c2Kzd7nmFCYcwJeB0-bZBFuQs4vVRgsu5rh8RrYpc3EyVBkFu6pResCw/s1600/Espido+Freire.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="438" data-original-width="778" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkg7iDVnguQzkIds9C2AYEwdDJSJFNLtaZ5q-8Q8q-mUOciMXVwmy6ko4OXJJcbqJeGU-JyEKKCuF8FXPKsw2c2Kzd7nmFCYcwJeB0-bZBFuQs4vVRgsu5rh8RrYpc3EyVBkFu6pResCw/s320/Espido+Freire.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Espido Freire</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
De todas formas, Natalia e
Irlanda sí reflejan una dualidad clara en la obra. Ambas son los personajes más
importantes, y en ellas se ve un contrapunto claro: Irlanda es madurez y
desenvoltura total y absoluta, y domina totalmente las convenciones sociales
para conseguir fines. Y no le falta decisión en la vida. Natalia, por el
contrario, parece que siempre está a la espera de los demás. Parece un bicho
raro antisocial e incapaz de adaptarse ni de ser aceptada, hasta el punto en el
que llega a manifestar fastidio por tener que crecer:<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
—Contaba con los dedos los días que faltaban para que llegases
—dijo—.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
No parecía que la casa estuviese completa sin ti. Es curioso
volver a los sitios del pasado una vez que se ha crecido. ¿No crees? ¿No echas
de menos a la abuelita? Me parece estar escuchando su voz a cada poco. Le
hubiera encantado vernos tan mayores y tan sensatas —suspiró—. Hay un momento
en el que se piensa que nunca se crecerá y que los mayores siempre tendrán
razón. Y luego nos hacemos mayores sin darnos cuenta, y todas las habitaciones
que antes nos parecían enormes han empequeñecido.Yo pensaba que los mayores
siempre tendrían razón, y que resultaba, terriblemente lento y doloroso crecer,
pero Irlanda se inclinaba sobre la cama con tanta gracia que no quedaba más
remedio que comprobar que había crecido. Y era duro sentir que de algún modo
eso me hacía crecer también a mí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
—Yo preferiría no crecer —musité.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
—No seas tonta. Al convertirte en adulta todas las cosas te están
permitidas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
—Pero es a los niños a los que se les disculpan los errores.</div>
<div class="MsoNormal">
Irlanda me miró, un poco extrañada.</div>
</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
Irlanda, además, no es sólo astucia y madurez, también es
belleza y atracción. Es la chica perfecta de cara a la sociedad, y como
lectores lo sabemos no sólo porque la voz de Natalia nos la describa así, sino
por más detalles en la obra que nos permiten tomarlo como algo objetivo. Así
que Natalia tendrá aparentemente las de perder.</div>
<br />
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
Pero dejemos ya la tensión
Irlanda-Natalia, recuerden que no les debo destripar nada. ¿Qué hace <b>Espido
Freire</b> con este material temático? Pues envolverlo todo con una buena
atmósfera. No se dice en ningún momento el lugar geográfico, pero por el verdor
de la vegetación, y porque pese al verano se percibe frescor, humedad y rocío
por las mañanas, me imaginé el norte de España, lugares como Asturias o muy
especialmente Galicia. Y es que el caserón está rodeado de un bosque, y a
través de la voz de Natalia sabremos de hierbas, plantas y árboles. A eso,
sumémosle la fantasía de la voz de Natalia. Hasta la propia casa da una
sensación de antigüedad, incluso como de cuento, con antiguallas y arcones que
contienen antiguos vestidos de la familia. En cierto modo, el caserón parece
suspendido en el tiempo. Poco a poco, esta atmósfera se empieza a convertir en
algo angustioso y oscuro, y más con la tensión emocional que va escalando en el
relato. Y todo este ambiente también se logra por el simbolismo que hay en la
obra, y que en mi opinión —y no lo digo como un rasgo negativo— es simple y sin
mucha complicación <span style="color: red; font-family: "" serif "" , "serif";">(1)</span>.
Ya el propio título, <i>Irlanda</i>, tiene su punto metafórico y ambiguo.
Sí, Irlanda es la protagonista, la persona enigmática y cruel a ojos de
Natalia, pero también piensas en el país homónimo, y en el verdor de sus
paisajes. Además, el nombre de Irlanda tendría una tercera vertiente: el
recuerdo de la abuela Hibernia, y la razón la pueden leer en este fragmento:<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
—No comienza con tu nombre —dije yo—. Aquí pone Hibernia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Mi prima movió la cabeza con desprecio.</div>
<div class="MsoNormal">
—Hibernia es el nombre latino de Irlanda, Natalia. Significa
“tierra de los hielos eternos”. Mi nombre tiene al menos dos siglos —terminó,
con aquella risa de cascada de agua que me destrozaba los nervios.De modo que
así se llamaba Hibernia la cruel, con sus severos trajes de amazona y la pluma
en el sombrero, fustigando a los caballos con las mismas manos de Irlanda y
causando la misma admiración que ella. Me maravillé de no haberlo pensado antes
y de haber soñado con ser como ella, con la vista perdida en el horizonte y las
montañas. Traté de recordar lo que significaba mi nombre, salmodiado tantas
veces, pero sólo acudió a mi mente la imagen de la ternerita en el establo.</div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
Como ven, hay incluso hasta cierta
mitología familiar en la obra. Y no es que se trate de una novela fantástica,
o ajena a los asuntos terrenales. Simplemente este simbolismo unido a la voz de
Natalia le da aire un aire onírico. Porque lo terrenal no estará ausente.
Sin ir más lejos, hay un trasunto familiar de fondo: mientras que la familia de
Irlanda ha sido astuta y hábil para especular con los terrenos del pueblo, la de
Natalia se veía obligada a malvender su parte de la herencia <span style="color: red;">(2)</span>. Y esa tensión latente
entre las dos familias se deja ver, si bien no se entra de lleno en ello y
queda como algo de fondo pero que carga —más— el ambiente.</div>
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: justify;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmjmTwa0C06NqTso0K949KvPUV5yqNimh6pnR9nOM_RXkyquKv9SV-ANaYZjHphoQUeIhgx_MkiQ98IM8zDXOZ4F1z1fqCSys008kAlxKwkpLK-_kaNpMEGRRj38aMnzlNo2N_iblgcy0/s1600/galicia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="301" data-original-width="500" height="192" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmjmTwa0C06NqTso0K949KvPUV5yqNimh6pnR9nOM_RXkyquKv9SV-ANaYZjHphoQUeIhgx_MkiQ98IM8zDXOZ4F1z1fqCSys008kAlxKwkpLK-_kaNpMEGRRj38aMnzlNo2N_iblgcy0/s320/galicia.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Algo así me imagino el lugar en el que se sitúa la novela</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
Ya se me está haciendo larga la reseña, así que intentaré
encaminarla hacia su final. La pluma de <b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Espido </b>me
ha parecido muy inteligente, ha sabido jugar con el lector. Jugar, que no
engañar. Pues en realidad los detalles estaban ahí, y sobre el final de la obra
se nos revelan con un cambio de perspectiva. Es algo que ya pasó en otra obra
de la que les hablé: <i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;"><a href="http://posadadellector.blogspot.com.es/2016/02/soy-leyenda-de-richard-matheson-o.html" target="_blank">Soy leyenda</a></i>. Si las comparo, <i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Irlanda</i> no
me ha parecido una novela tan magistral y redonda como <i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Soy
leyenda</i>, pero es que la nove<span style="font-size: 10pt;">la </span> de <b>Matheson </b>es
un gran clásico de la ciencia ficción, y eso no quita que la novela que hoy nos
ocupa mantenga muy bien el tipo. Tampoco parece que tenga la pretensión de ser
una obra maestra, simplemente es una buena novela. Breve y que entra muy bien,
hay bastante diálogo y descripciones sencillas pero no por ello pobres. El
ritmo es bueno, aunque a mitad de la novela parece pegar cierto bajón, pero en
el fondo se va tejiendo más y mejor esa atmósfera, y dejando pistas para
preparar el terreno cuando lleguemos al final.<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
Una última cosa antes de
cerrar la persiana. No haré ningún spoiler, como dije, pero para quien haya
leído <i>Irlanda</i>, no puedo evitar confesar lo siguiente: me hubiera gustado leer
la voz de Irlanda, y conocer su punto de vista. Y no lo digo porque en la
novela falte algo o sea un error de la autora. Simplemente me hubiera gustado
verlo todo narrado desde el otro punto de vista. Y me choca saber opiniones de
otros lectores que consideran tan mal a Irlanda, así que romperé una lanza por
la protagonista. Porque de acuerdo: la chica tiene sus cosas. Sus defectos se
dejan ver incluso más allá de la voz de Natalia. Irlanda es caprichosa,
astuta y hasta manipuladora. Pero ¿es tan mala al principio de la novela? ¿O se
vuelve así? Y si se vuelve así, ¿por qué? Ahí lo dejo. Cada uno tendrá su
opinión, sobre todo cuando las cosas no son lo que parecen.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b>Valoración:</b> Bien/Notable<br />
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b>Te gustará si te gusta </b>el juego de apariencias, los
pozos oscuros de una persona<br />
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b>Fragmentos:</b><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="color: red; font-family: "" serif "" , "serif";">(1) </span>Una urraca se posó en un
árbol y gritó. Luego voló hasta el tendido eléctrico y se alineó con otros tres
pájaros negros. El mediodía secaría la hierba, pero todavía quedaba rocío.
Roberto esperaba a su amigo en la verja. Al cabo de un momento el otro apareció
en la colina y los dos desaparecieron de mi vista.<br />
<br /></div>
<o:p></o:p>
<br />
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="color: red;">(2)</span> —Tienes que vigilar
de cerca a mamá —me había dicho Sagrario—, porque irá vendiendo su herencia
trozo a trozo, como ya ha hecho, y el resto de la familia se aprovechará, como
sanguijuelas que son. Si logran engañar a mamá, que no lo hagan contigo. Nos
quedaremos sin nada y se acabará la familia. —Continuó con los ojos cerrados—:
No pienses que me refiero a cómo se han portado con nosotros los tíos. Ya no
les guardo rencor. Lo digo por vosotras, por la pequeña y por ti, porque yo
poco más voy a durar.<span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-4060797330092967082018-01-09T22:23:00.003+01:002018-01-09T22:27:05.474+01:00Feliz año 2018 (Balance anual)<div style="text-align: justify;">
Bueno, un año más de propósitos y de repaso anual. Si leyeron cómo me fue <a href="http://posadadellector.blogspot.com.es/2017/01/propositos-para-el-2017.html" target="_blank">el año pasado</a>, ya sabrán que no suelo cumplir los propósitos. Pero en este 2017 ha sido aún peor. De hecho, ha sido el año en el que menos he abierto la persiana. Tener trabajo con jornada completa en estos tiempos de paro es una suerte, pero claro, también roba mucho tiempo. Con todo, les prometí que habría reseña de mis lecturas de <a href="http://posadadellector.blogspot.com.es/2017/05/seda-de-alessandro-baricco-o-la.html" target="_blank"><b>Baricco </b></a>y de <a href="http://posadadellector.blogspot.com.es/2017/10/la-tarda-del-senyor-andesmas-de.html" target="_blank"><b>Duras</b></a>, y lo cumplí. Pero no lo pude cumplir con la de la novela que leí de <b>Jenn Díaz</b>, ni con <i>El pueblo</i> de <b>Zenna Henderson</b> —y ésta última la tenía previsto escribir para el año 2016—. En cuanto a lecturas que me propuse para el pasado 2017, cumplí con el propósito de leerme <i>1984</i>, de <b>George Orwell</b>. Y poco más, porque empecé la precuela de la <i>Dragonlance </i>y en ella estoy, pero es un libro de casi mil páginas y que contiene cuatro libros reunidos, y lo voy dosificando alternándolo con otras lecturas. No pude leer ninguna obra de ciencia ficción ni del teatro romántico español tal y como me propuse. Ya imaginarán que he leído muy poco en este pasado 2017, pero al menos alguna obra interesante e improvisada ha caído, como haberme estrenado con <b>Natalia Ginzburg</b>. Y con algún que otro escritor más, pero mejor no me pongo a citar novelas leídas, que al final se me irá el 2018 y no las habré reseñado, y bastante reseñas pendientes de lecturas de años anteriores tengo por escribir.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y bueno, no parece que esta entrada tenga mucho sentido y menos si no hablaré de propósitos nuevos. No es que no los tenga, alguno hay. Pero para qué contarlo si después difícilmente lo cumpliré. Aunque al menos con esta entrada doy señales de vida, y les cuento que no sé si abriré muchas veces la persiana en este 2018, pero se abrirá.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Feliz año nuevo, apreciados lectores</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0TAlIzHlQiNUwxgEUcvOYXk37okKMpjQOOMmM-3rP5GOhXNsqEeFQPv1d5b3hse0P8SH_7lXylt38_70caAImOZozPJ8z161SP5XnjfRhPv3WhJX8KVsAeDpAT41SN3cLQcfw95wWSRE/s1600/Feliz+2018.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="720" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0TAlIzHlQiNUwxgEUcvOYXk37okKMpjQOOMmM-3rP5GOhXNsqEeFQPv1d5b3hse0P8SH_7lXylt38_70caAImOZozPJ8z161SP5XnjfRhPv3WhJX8KVsAeDpAT41SN3cLQcfw95wWSRE/s320/Feliz+2018.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-34047732554472317562017-11-24T19:21:00.000+01:002018-04-19T23:16:17.979+02:00Si tú me dices ven lo dejo todo… pero dime ven, de Albert Espinosa. O cuando tan sólo tienes azúcar… y nada más.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisLXym1y8Q2bpdqX6IyJVuY_udXC1G-LO7EbToXUJAu426Vkd9oCHeyPviqHkyGDDAs4Wh0iXXxHtvz0su0khPy9GIwVSBj4ghTnWSp34uoksbd_WeFSBlM0wwFQNJwzZZfWorhSuvSGw/s1600/Portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="504" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisLXym1y8Q2bpdqX6IyJVuY_udXC1G-LO7EbToXUJAu426Vkd9oCHeyPviqHkyGDDAs4Wh0iXXxHtvz0su0khPy9GIwVSBj4ghTnWSp34uoksbd_WeFSBlM0wwFQNJwzZZfWorhSuvSGw/s320/Portada.jpg" width="210" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ficha</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Título:</b> Si tú me dices ven lo
dejo todo… pero dime ven.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Autor:</b> Albert Espinosa</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Editorial:</b> Grijalbo</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Lengua:</b> Castellana</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Nº de páginas:</b> 200</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sinopsis (extraída de internet)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dani se dedica a buscar niños desaparecidos.
En el mismo instante en que su pareja hace las maletas para abandonarle, recibe
la llamada de teléfono de un padre que, desesperado, le pide ayuda.<br />
El caso le conducirá a Capri, lugar en el que aflorarán recuerdos de su niñez y
de los dos personajes que marcaron su vida: el señor Martin y George. El
reencuentro con el pasado llevará a Dani a reflexionar sobre su vida, sobre la
historia de amor con su pareja y sobre las cosas que realmente importan.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Opinión personal</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Siempre he pensado y sigo
pensando que no valdría para crítico literario —no, no considero que lo que
hago en mi blog sea estrictamente crítica literaria, aunque se le parezca—. Por
blando y bienintencionado. Soy de los que piensan que por muy horrible que me
parezca una obra, algo bueno siempre se le puede encontrar en ella. Y además,
personalmente he disfrutado de obras que buenas, lo que se dice buenas, no es
que lo fueran mucho. Pero algo tenían, al menos me entretenían, y jamás me
avergonzaré de haberlas devorado. Tampoco me gustan las críticas a mala
leche, esas que destrozan sin piedad la obra. Porque pienso que todo autor se ha tomado
su tiempo y su esfuerzo en sentarse a producir algo. Y aunque sólo sea por ese
esfuerzo, prefiero no cargar las tintas. Pero a veces pasa que me encuentro una
obra en la que me resulta sumamente difícil encontrar algo bueno, obras que
siento que se me caen de las manos. Me temo que es lo que me ha pasado con <i>Si
tú me dices ven lo dejo todo… pero dime ven</i>, de <b>Albert Espinosa</b>. Lamento abrir
La Posada del lector con disfraz de poli malo. Pero ante todo les debo
sinceridad, apreciados lectores.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿De qué trata la novela? Pues
tenemos a Daniel, el protagonista y narrador de la historia, que nos cuenta que
trabaja de detective buscando niños perdidos —ya sean secuestrados o simplemente
desaparecidos—, y que ha recibido un nuevo caso que investigar, y todo esto en un momento
de su vida en el que tiene una crisis amorosa con su pareja. Daniel no ha
tenido una vida fácil, sus padres murieron cuando él era niño, y se quedó a
vivir con su hermano mayor, el cuál lo maltrataba. Así que decidió huir muy
jovencito, en un viaje en barco hasta Capri. En su viaje conoció a dos adultos,
el señor Martín y el señor George, que le revelaron secretos de la vida y le
ayudaron a crecer mentalmente. Además, Daniel también creció físicamente para
alivio suyo, ya que era muy bajito y eso le acomplejaba, pero pegó un estirón y
llegó a la edad adulta sin ser un enanito como él temía. Sí, éste es el argumento. Y
prácticamente os lo he contado todo. Sí, todo. Porque esto que acabo de
explicarles es el esqueleto básico argumental de la obra… que ya es prácticamente
el argumento de la obra. Porque argumentalmente no se desarrolla mucho más. Los
cabos sueltos son muchos, la falta de explicaciones es un <i>continuum </i>en toda la
novela. Por ejemplo, cuando dice que de niño se escapó de su hogar y viajó en
barco, ¿de dónde sacó el dinero? ¿Le vendieron el billete sin problema? ¿O es
que era un polizón? ¿Cómo vivió durante todos esos años hasta llegar a la edad
adulta y hacerse detective? Nada se nos
dice argumentalmente de esto. Toda la novela es una abstracción
que no nos dice nada. Incluso el final se resuelve
casi —o sin el casi— milagrosamente. Así que, salvo el final que no explico
para no destrozar la obra, ya les he contado todo.</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEyns07KLoCbLPu_KGk94NnLi06J8IvB_NJYrG1Ek9GxdlWAeGO357VcI1P9dhN2FHx45Eg4_ti8WHaMyYlsGTXVq5Zqj8fBLWu2qn8H39OrlR24swVn9XsSd9TxGl96jo-rtk3zeASAE/s1600/espinosa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="362" data-original-width="644" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEyns07KLoCbLPu_KGk94NnLi06J8IvB_NJYrG1Ek9GxdlWAeGO357VcI1P9dhN2FHx45Eg4_ti8WHaMyYlsGTXVq5Zqj8fBLWu2qn8H39OrlR24swVn9XsSd9TxGl96jo-rtk3zeASAE/s320/espinosa.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Albert Espinosa</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero <i>Si tú me dices ven lo dejo
todo… pero dime ven </i>no es ni será la primera novela en la que el argumento esté
en un segundo plano, como algo minimizado. Puede haber buenas novelas así, en
las cuales se ponga el acento en cualquier otra característica, como en las ideas
transmitidas, o en la hermosura de la prosa poética. ¿En qué intenta poner el
acento esta novela que tratamos hoy? Pues en algo que me parece evidente: la
emotividad. La novela busca conmover, y se le nota. Es por ello que, estilísticamente,
hay algo salta a los ojos: la constante proliferación de puntos suspensivos. Y también abundan las frases entrecortradas. Parece que <b>Albert Espinosa</b> buscara crea una
ambientación intimista, como un susurro. Pero la arbitrariedad de estos puntos
suspensivos, puestos cada pocas líneas y sin ton ni son, me temo que no
producen el efecto deseado. Hay una profundidad aparente, con frases azucaradas
que parecen querer decir mucho y que, asombrosamente, no dicen nada. Y mejor
que no lo digan, porque parece que Albert Espinosa, buscando el ingenio, llega
a escribir cosas como éstas:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Me daba cuenta de que era un
luchador implacable, lo notaba en su letra.<br />
Mi padre siempre me había
aconsejado que tuviera buena letra, porque es la forma que tienes de demostrar
a los demás que eres de fiar.<br />
Creo que poseo una letra de fiar,
de la que mi padre estaría muy orgulloso.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Les haré una confesión, queridos
lectores: no tengo una letra bonita. En absoluto. No la he tenido nunca y
encima, en mis años universitarios, con las prisas de coger apuntes, aún se me
estropeó más. Se supone que uno lee un libro de Espinosa para sentirse bien,
por el aroma de autoayuda complaciente que desprende, con ese viaje del
protagonista que le dará confortantes respuestas. Y al final uno acaba descubriendo que no es una
persona de fiar porque tiene mala letra. Gracias, <b>Albert</b>. Pero prosigamos: Les
acabo de decir que la novela tiene un aroma de autoayuda. Y es que a veces
tenía la sensación de que el protagonista estaba perdido al inicio de la novela
para mostrarnos cómo consigue encontrar su camino, y todo esto de forma didáctica, como a modo de lección. Aunque les aviso, apreciados lectores, de que esas soluciones
edificantes que tan bien le funcionan al protagonista difícilmente les ayudarán a ustedes. Por
ejemplo, dudo que tenga alguna utilidad pragmática “colocar un olor en una
maleta” a la hora de resolver un problema:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Y de repente… Se me ocurrió una
forma mejor de deshacerme de aquello, una que no me hiciera sentir culpable.<br />
Coloqué su olor en mi bolsa de
viaje.<br />
Salí rápidamente de casa, pero no
cerré con llave. No me importaba que entrasen a robar; no quedaba nada de valor
en aquel hogar.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Bueno, será algo simbólico y/o
poético, me dirán. Pero aunque sea así, sinceramente, vuestro amigo Letraherido no
lo ve convincente. Como metáfora no me parece brillante. Tampoco veo utilidad
en creer que el universo pueda ayudarles, como en este otro fragmento en el
cual <b>Albert Espinosa </b>parece discípulo de <b>Paulo Coelho</b>:</div>
<blockquote class="tr_bq">
—Luego el mundo te premia. El universo conspira a favor de los que lo mueven. Y ésos son los que lo paran. ¿Tú quieres mover el mundo o que te mueva?<br />
—Moverlo —dije con seguridad—. ¡Moverlo!<br />
Él se unió a mí y comenzó a gritar conmigo: <<Moverlo, moverlo>>.<br />
Y todo lo que lo moveríamos… Parándolo…</blockquote>
<div style="text-align: left;">
<span style="text-align: justify;">Y digo más: tampoco me gusta
creer en el concepto milagroso de “energía”. Energía, esa palabra comodín que
parece querer decir mucho y profundo y
en realidad no dice nada:</span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
Había algo en esos rostros, en
esas miradas, que desprendía energía. Sonreí.</div>
—Hay energía en ellos, ¿vedad?<br />
Él también sonrió.<br />
—Mucha. Tres de ellos son más que
perlas… Son esas energías especiales de las que te hablé en el barco, esas que
has de encontrar… Almas que se funden con la tuya propia.<br />
—¿De verdad? —Estaba entusiasmado
con esa definición.<br />
De repente recordé lo que pasó
tras la muerte del Sr.Martín; quizá aquello fue su alma fundiéndose con la mía…
No podía estar seguro.</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En definitiva, porque no es
necesario que dé más ejemplos, dudo mucho que energías y extraños destinos
—parece una casualidad casi mágica el regreso de Daniel a Capri— que parecen
regir el universo en la novela sean de utilidad alguna para el lector. Al fin y
al cabo, uno no va por la vida creyéndose encontrar con un maestro Yoda,
¿verdad? Y no, no es que aparezca un maestro Yoda en la novela. Pero sí
aparecen el señor Martín y el señor George, dos especies de mentores que
ayudarán al joven Daniel. Ambos personajes no se diferencian y absolutamente
clónicos el uno del otro. A saber: ambos son señores mayores, ambos son muy sabios,
ambos están desdibujados hasta ser un mero arquetipo, ambos aparecen casi por
arte de magia en el camino de Daniel, ambos tienen la necesidad de aleccionar
sobre la vida. E incluso son físicamente parecidos, ya que se les describe corpulentos.
Del señor Martín se dirá que “era muy grande, medía casi dos metros y rozaba
los 150 kilos”, y del señor George se nos dirá que “tenía mucha fortaleza
corporal”. Difícil distinguirlos porque ambos personajes están escasamente
trabajados, así como la relación que mantienen con Daniel. Una relación que
está ahí y te la tienes que creer como un acto de fe. Una relación
aparentemente de íntima amistad pero sin ningún detallismo y completamente
forzada, hasta el punto de que es imposible empatizar, y
pasas por la novela sin conocer en profundidad a nadie. Porque ningún personaje
ni ningún vínculo tejido entre ellos está trabajado lo más mínimo. Ni la
relación de Daniel con sus mentores te parece creíble, ni la relación de Daniel
con su pareja te hace sentir el dolor de una ruptura. Lo dicho: nadie ni nada
tiene profundidad en la obra, cosa que contrasta enormemente con esa
ambientación azucarada y sensible que te acompaña durante toda la novela, que
Espinosa quiere recrear una y otra vez con ahínco, pero que desemboca,
nuevamente, en nada.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Cuántas veces debo haber repetido
ya la palabra “nada” en esta reseña? Unas cuantas. Pero es la palabra que mejor
define el contenido de la novela. Así que, para no repetirme, pasemos a otra
cosa: a su estructura. Encontrarán veintidós capítulos, breves, y cada uno
anunciado con un título llamativo, un título que parece prometer un contenido
interesante, pero que ya saben lo que se encontrarán, no me hagan repetir la
palabra. Es como si <b>Espinosa </b>quisiera mostrar más su ingenio en la elección del
título del capítulo que en el contenido en sí. Y hablando de capítulos, hay
algo que me ha llamado la atención, y quizás sea una manía rara, o tal vez me
he fijado en ello porque el contenido del libro me parecía decepcionante. Pero
el caso es que hay muchas hojas en blanco. Leí esta novela hace años, pero
recuerdo una abundancia de páginas en blanco. Creo recordar —y quizás recuerde
mal— que cada título de cada capítulo se anunciaba en una única hoja, y en la
hoja siguiente empezaba el capítulo en cuestión. ¿Para qué? ¿Para dar
solemnidad? ¿Para que el lector se recreara más en esa sensación emotiva que la
novela promete? No lo sé. Y quizás hasta me falle la memoria y los capítulos no
estaban presentados así, pero que había abundancia de hojas en blanco sí os lo
puedo asegurar. Además creo recordar letra interlineada, y párrafos cortos que
rápido llenan la página. Lo dicho, apreciados lectores, al igual es escrúpulo
mío, pero demasiado papel para estos tiempos que deberían ser más ecológicos.
Pero bueno, volvamos a la estructura. ¿Cómo se distribuye la historia a lo
largo de estos veintidós capítulos? Pues la historia principal, la de la
investigación —si es que se le puede llamar investigación— del niño
secuestrado, es como el río Guadiana: aparece y desaparece. Resulta
intermitente porque hay una cantidad de flashbacks que se ponen en primer
plano, ocultando la —escasa— historia central del protagonista. Y estos
flashbacks le dan pie a <b>Albert Espinosa</b> para mostrarnos sus reflexiones homeopáticas,
es decir: contienen azúcar y nada más. Y con alguna palabra malsonante en la
narración, en un gesto que, imagino, pretende sonar coloquial y cercano al
lector, pero que desentona totalmente con el pretendido tono intimista.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y bueno, ya apenas me queda nada
por decir. Pero no me resisto a comentar algo: de <b>Albert Espinosa </b>vi la serie de
televisión que guionizó, <i>Polseres
Vermelles</i>, en TV3. ¿Qué me pareció? Pues que no era una gran serie y de nuevo
estaba llena de tópicos y buscaba tocarte la fibra sensible. Sin embargo, sí
tenía algo aquella serie que no ha tenido <i>Si tú me dices ven lo dejo todo… pero
dime ven</i>: argumento. Y en lo de tocarte la fibra también estaba más logrado. En
definitiva, la recuerdo como una serie que, con todos sus defectos —que eran muchos
y no me cabe aquí hablar de ellos— sí tenía algo que mostrar y daba lo que prometía.
En cambio, En <i>Si tú me dices ven lo dejo todo… pero dime ven</i> se nota
extremadamente cómo el autor busca conmoverte sin ofrecer nada
para ello. Me encanta subrayar frases en las novelas, frases que me conmuevan o
me resulten muy evocativas. ¿Saben cuántas he subrayado en Si tú me dices ven
lo dejo todo… pero dime ven? Ni una. Bueno, estoy de acuerdo con ésta:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Ojalá siempre intentáramos entender a las
personas antes de juzgarlas. Y ojalá la gente fuera capaz de ser honesta y
contarnos su vida para que pudiéramos valorarla con comprensión</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero para valorar esta frase
únicamente de toda la novela... en serio, para este viaje no hacían falta alforjas.</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5tG1o24PNAKeUHiGcdTPcSqrUv57VkYqNCeKNJ1wq8ldp5qthyphenhyphencSCmUZVShCjpa8COBBk51vTO342f6kO47x0wdZHoGVVYVc7N2w3umG4xg4_gLfntVDkdjXYB9egtcm5VA-W13OY6DM/s1600/Polseres+Vermelles.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="432" data-original-width="768" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5tG1o24PNAKeUHiGcdTPcSqrUv57VkYqNCeKNJ1wq8ldp5qthyphenhyphencSCmUZVShCjpa8COBBk51vTO342f6kO47x0wdZHoGVVYVc7N2w3umG4xg4_gLfntVDkdjXYB9egtcm5VA-W13OY6DM/s320/Polseres+Vermelles.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Polseres Vermelles, de Espinosa, no era una gran serie, pero al menos tenía fuerza argumental</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y sin embargo, siempre le deberé
algo a esta lectura. Algo muy importante para mí. Una de las mejores personas
que jamás he conocido y que tengo la gran suerte de poder llamarla amiga. Yo
leí esta novela a principios del 2014, y como ya han comprobado, me pareció
catastrófica. Así que me puse a googlearla para buscar opiniones, a ver si era
el único al que se le había caído el libro de las manos. ¿Y a dónde fui a
parar? Pues <a href="https://cuadernoderetales.blogspot.com.es/2013/01/libro-si-tu-me-dices-ven-lo-dejo-todo.html" target="_blank">aquí</a>. Dejé mi comentario en un 27 de febrero del 2014. Y ya va
quedando menos para que se cumplan cuatro años. En la novela no hay nada, pero
gracias a que la leí, encontré una amistad en la que cabe todo. Porque Bettie
Jander es fabulosa. Cosas de la literatura, cosa de los libros, que te pueden
hacer conocer gente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Valoración: </b>suspenso</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Te gustará si te gusta</b> la
autoyuda, lo sensiblero, <b>Paulo Coelho</b>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-65504933187178788912017-10-16T22:20:00.000+02:002018-01-20T20:19:47.210+01:00La tarda del senyor Andesmas, de Marguerite Duras. O la inexorable ley de vida que se nos revela en una tarde somnolienta<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-No-Njn1_CCftE87BGvuJG9DDvDhLfoI3F84dq1rLbPQcl8upqs4rtRF6dGlZhveS9KGZxAkOjmu2FclEZuI7Jh2ZdfGkeeenz71JRDENXwCdXk0IM-UalCYYsKyEP2BwlVghl4eKxwc/s1600/portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="474" data-original-width="320" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-No-Njn1_CCftE87BGvuJG9DDvDhLfoI3F84dq1rLbPQcl8upqs4rtRF6dGlZhveS9KGZxAkOjmu2FclEZuI7Jh2ZdfGkeeenz71JRDENXwCdXk0IM-UalCYYsKyEP2BwlVghl4eKxwc/s320/portada.jpg" width="216" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Ficha</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Título</b>: La tarda del senyor Andesmas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Autor:</b> Marguerite Duras<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Editorial:</b> LaBreu<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Lengua:</b> catalana<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Lengua original</b>: francés<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Traducción:</b> Marc Colell<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Nº de páginas: </b>82<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Sinopsis (copiada de la contraportada y traducida
del catalán al castellano por un servidor)<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Una tarde de junio el señor Andesmas, ya
mayor, visita la casa aislada que acaba de adquirir para su hija Valérie. La
casa, envuelta por el bosque, tiene vistas al mar y al pueblo, donde se celebra
un baile. Andesmas tiene una cita con el contratista del pueblo, Michel Arc,
para presupuestar la terraza que quiere construir, al gusto de su hija:
semicircular, a dos metros del precipicio de luz. El tiempo se le va entre la
somnolencia y las visitas intercaladas de un perro que vagabundea, una niña y
una mujer. Pequeñas dosis de dramatismo salpican la plácida tarde, una tarde de
viento y sombras perfumadas por una felicidad dulcísima e inabarcable. Un dolor
antiguo se desliza entre las cabezadas de Andesmas, sentado en su butaca de
mimbre, al ritmo de la música lejana y los sonidos que llegan del bosque.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Opinión personal<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Llevaba tiempo sin poder abrir La Posada
del lector. Ando muy escaso de tiempo por suerte y por desgracia, pero bien
requiere un esfuerzo hablarles de la primera novela que he leído de <b>Marguerite
Duras</b>, ya que la lectura lo ha merecido. Se trata de <i>La tarde del señor
Andesmás</i>. Y antes de nada debo señalarles que, como habrán visto en la
ficha técnica, la he leído de la editorial LaBreu, por lo tanto la he leído en
catalán. Lo indico para que sepan que las citas que leerán en esta entrada son
una traducción mía de esta traducción realizada por <b>Marc Colell</b>. Y excelente
traducción, por cierto. Para quien quiera leer a <b>Duras</b> en catalán ha sido todo
un acierto que LaBreu nos haya traído este título y con esta traducción.
Respecto a quien la quiera en castellano, se publicó en Seix Barral hace ya
décadas. Pero también más recientemente en la editorial Demipage, concretamente
en el año 2011, y con otro título: <i>La siesta del señor Andesmas</i>,
por decisión de la traductora <b>Amelia Gamoneda</b>. He leído cierta polémica sobre
esta decisión por falta de literalidad con el título original, pero no me
compete a mí entrar a valorar este hecho, aunque entiendo la
elección de la palabra “siesta”. Cosa que ustedes también entenderán al leer la
reseña que abordo a continuación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">No se fíen de las ochenta y dos páginas
—en las que ni sobra ni falta nada—. <i>La tarde del
señor Andesmas </i>no es una novela ligera que se lea en nada. O al
menos, no conviene leerla con rapidez. Es conveniente desacelerar el paso para
caminar por su pulsión poética, sus logradas descripciones y su sutileza hasta
zambullirnos en su cauce simbólico. Porque hay más, mucho más, de lo que
aparentemente se lee en esta novela publicada en el año 1962 y que se podría
enmarcar dentro del movimiento Noveau Roman. Algo que ya nos da una idea de lo
que nos encontraremos: poca acción y mucha introspección. Porque
argumentalmente no pasa gran cosa, pero subterráneamente sí sucede, y mucho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Empecemos, pues, con la parte argumental.
Nos encontramos desde el principio con el señor Andesmas. Un señor mayor de
sesenta y ocho años que, sentado en una butaca de mimbre frente al acantilado
que hay delante de su casa, espera la visita del arquitecto del pueblo, Michel
Arc, ya que éste le tiene que construir una terraza. Dicha construcción es un
regalo del señor Andesmas para su querida hija adolescente Valérie. Un regalo
más, puesto que la casa en sí, situada en un bello paisaje en la ladera de un
pueblecito de Francia que da al mar y a la montaña, ya era también un regalo
para su hija. Así que, por amor a su retoño, está esperando el señor Andemás
desde las cuatro de la tarde al arquitecto. El cual, por cierto, llega tarde.
Pues se habían citado a las cuatro menos cuarto. Y el señor Andesmas espera en
soledad. Su hija Valérie no está presente porque, precisamente, ha ido en busca
del arquitecto. Sin embargo, a lo largo de la tarde, Andesmas recibirá visitas
durante su espera. Un perro, una niña y una mujer adulta, paulatinamente. Y
hasta aquí puedo leer, que no les quiero destripar la obra. Y sí, uso el
vocablo “destripar” porque, con un argumento tan aparentemente insulso, al
final se revela un giro sorpresivo en la trama. Y es que <b>Marguerite Duras</b>
supedita el argumento frente a una arrolladora fuerza poética y rica en
sensaciones, pero eso no quiere decir que desdeñe la historia que se cuenta ni
la descuide. El buen pulso narrativo de <b>Duras </b>es magistral, y está ahí
llevándote poco a poco hasta el giro final mientras te embelesa en una profunda
emoción. Poco a poco se van viendo pequeñas revelaciones a medida que se
avanzan páginas, y la historia va in crescendo. Y de los dos
capítulos que dividen la novela, será en el segundo en el que más se concentre
la acción argumental —toda la acción argumental que puede haber en este tipo de
novela, se entiende— y su desenlace final. Esta estructura tan breve, por
cierto, recuerda a una obra de teatro por la unidad de tiempo —una tarde— y de
lugar —la colina—. Y sí, probablemente más de uno ya habrá pensado en <i>Esperando
a Godot</i>, por esa espera como argumento central. Y todo esto contado, además de
con una bella prosa poética, con un elaborado ejercicio estilístico. Se solapan
dos planos narrativos, uno en el que el narrador cuenta en tiempo pasado la
situación y la percepción del señor Andesmas, pero sin llegar a ser
omnisciente. Y otro plano en el que los pensamientos del señor Andesmas se
insertan en primera persona en el texto, en estilo indirecto libre. Y además,
se adereza todo con un algún que otro flashback, producido por las cavilaciones
y recuerdos del viejo sexagenario. Pero también con alguna referencia al
futuro, en la cual se nos dirá qué recuerda el señor Andesmas de aquella tarde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Vayamos ahora con ese fondo subyacente que
hace de <i>La tarde del señor Andesmas</i> una obra deliciosa. Empezaré destacando la
ambientación que <b>Duras </b>consigue gracias a sus descripciones, algo crucial
porque en esta novela el ambiente ya es el fondo. Es como leer un libro de
poesía que te deja un estado emocional en el cuerpo. Resulta magistral cómo
describe <b>Duras </b>el paso de las horas, el cambio de la luz y la sombra con el
declinar de la tarde —mucha especial atención a esto—, así como su descripción
del paisaje. Y además hay que destacar un constante eco sonoro que le llega a
Andesmas durante su espera: la fiesta del pueblo que se está produciendo debajo
de su colina, con un baile y una canción que se va repitiendo con cierta
asiduidad </span><span style="color: red; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">(1)</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">. <b>Duras </b>nos describe un
paisaje visual y sonoro con un ambiente totalmente sugestivo, en el que hay
algo bello pero a la vez asfixiante, y hasta misteriosamente reflexivo </span><span style="color: red; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">(2)</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">. Sí, hay poética de la
extrañeza en obra que se nos ocupa, igual que la había en la última novela que
les reseñé, <a href="http://posadadellector.blogspot.com.es/2017/05/seda-de-alessandro-baricco-o-la.html" target="_blank"><span style="color: blue;">Seda</span></a>. Salvo que en <i>La tarde
del señor Andesmas </i>todo está más logrado. Así que ya ven, en ese paisaje está
sentado el señor Andesmas, esperando. Esperando entre cavilaciones y cabezadas
de sueño, hasta el punto en el que a veces le cuesta distinguir si está en la
realidad o sea ha vuelto a dormir. Andesmas no habla demasiado ante las
visitas, y cuando lo hace es para tener una conversación banal. En <i>La tarde del
señor Andesmas</i> aparentemente todo lo que sucede es banal. Pero a medida que lees,
te vas haciendo preguntas… ¿Por qué tarda tanto el señor Michael Arc? ¿Y qué
pasa con Valérie? Y para algunas de estas preguntas te dará <b>Duras </b>la respuesta…
pero para otras no. Tendrás que intuirlas, o interpretarlas. La novela está
llena de insinuaciones. Y yo disfrutaba haciéndome preguntas y buscando
detalles que me dieran alguna respuesta. Por poner un ejemplo, ¿es casualidad
que la casa en la que habita el señor Andesmas sea una casa solitaria en la
colina respecto al pueblo? </span><span style="color: red; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">(3)</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> ¿Es casualidad que esa casa haya
pasado de mano en mano constantemente y la mujer que aparece en el segundo
capítulo no recuerde a los anteriores propietarios? ¿Es esto una metáfora del
aislamiento del señor Andesmas y del paso de la vida? Y así podría
proseguir. Ya les dije que es una lectura con la que conviene estar atento. E
interpretes lo que interpretes, la pluma de <b>Duras </b>te cautiva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Centrémonos ahora en los personajes. Como
ya pasó con <a href="https://posadadellector.blogspot.com.es/2015/12/la-ley-de-la-calle-de-susan-ehinton-o.html" target="_blank"><span style="color: blue;">La ley de la calle</span></a>, hay que
distinguir protagonista de personaje principal. Aunque estas cosas no están siempre claras y las líneas pueden ser delgadas. Pero diría que el personaje principal es Andesmas
porque es a quien vemos en la novela y a quien seguimos en su espera de
duermevelas y cavilaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">¿Y quién es el personaje protagonista? Pues
aunque pienso que al arquitecto Michael Arc tal vez se le podría considerar
como tal, por la intriga de cuándo acudirá a la cita, me inclino más por pensar
que el auténtico personaje protagonista es la también ausente Valérie. Todo gira
en realidad alrededor de ella. Empezando por el propio señor Andesmas que tiene
de forma permanente a su hija en sus pensamientos, pensando en cómo hacerla
feliz. ¿Y cómo es la relación entre el señor Andesmas y Valérie? Pues no se
sabe, porque no conocemos a Valérie ni su punto de vista, y por lo tanto nos
falta perspectiva. Pero sí se intuye claramente que el señor Andesmas la está
perdiendo, de ahí sus esfuerzos para retenerla. Lo que les expondré a
continuación, apreciados lectores, es una interpretación mía, si leen la novela
puede que ustedes vean otra cosa, pero ahí va mi impresión sobre la idea de
trasfondo de <i>La tarde del señor Andesmas</i>:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">En un primer momento, me planteé si
Andesmas había sido un mal padre en el pasado, o si sólo quiere contentar a su
hija con obsequios materiales —constantemente piensa en qué regalarle— porque
no ha sabido ganarse su afecto. Pero a medida que leía, iba descartando esa
opción. No sólo porque no se muestra en la novela ningún indicio de negligencia
paternal por parte de Andesmas, sino sobre todo por el contraste entre la
inmovilidad de Andesmas y la vitalidad de Valérie. Cosa que me lleva a pensar
en el inexorable paso del tiempo, es la inevitable ley de vida. Es decir: la
vejez de Andesmas cada vez es más acuciante y la juventud de Valérie
resplandece. Y no parece que la pluma de <b>Duras </b>juzgue y condene esta ley de
vida. Simplemente nos la muestra como una fuerza inevitable, algo que hay que
aceptar. El tiempo fluye, como fluye la tarde en la que el señor Andesmas espera.
El tiempo fluye y hace que, como dice la eterna canción que sube desde la
fiesta del pueblo hasta la colina, las lilas florezcan, tal y como Valérie
florece a la vida. El tiempo fluye y recluye al señor Andesmas cada vez más en
su vejez y en sus quilos de más. Una reclusión que el señor Andesmas no parece
aceptar. Y por eso se sigue proyectando en planes de futuro que consisten en
contentar y retener a su hija Valérie. Queriendo prolongar la niñez de su ya
cada vez menos niña Valérie y prolongarse a él mismo en esta vida a base de
proyectos terrenales, una prolongación futil de querer seguir anclado en una
realidad, cuando ésta ya no le permite avanzar. Y su pasividad será doble: no
avanza ya en proyectos de vida por mucho que él se aferre a ello. Pero tampoco
avanza físicamente. Su cuerpo viejo y pesado no lo levantará de la silla en
toda la novela, y lo moverá con dificultad. La pluma de <b>Marguerite Duras</b> nos
mostrará el declinar de una preciosa y melancólica tarde, pero a la vez tampoco
escatimará en describir ese corpachón grotesco en el que está recluido el señor
Andesmas y que tanto trabajo le cuesta mover </span><span style="color: red; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">(4)</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">, haciendo
además más ridículo ese cuerpo al encajarlo en una butaca que le va pequeña.
Así que ya ven, espera y esperanza se mezclan en el sentir de Andesmas, y
durante la tarde cambiará de opinión y de humor con sus cavilaciones, y
alternará momentos de desánimo y optimismo. En otras ocasiones se autoengañará o
se pondrá a imaginar qué sucede a su alrededor. Y paradójicamente,
está más metido en sus cavilaciones que en mostrarse interesado por los demás,
pero a la vez desea la compañía </span><span style="color: red; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">(5)</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">.<o:p></o:p></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgppK4di664rKI-E6piTHgxEaq3R6WQA2hfEXmNqM5LC4Lm0M6E5KB-A23I-NVc6mcFLuGYwf9ec5hmZTv7fODDilqUcX8S3jVX4Qr2nAKITWJ2jUe9AyXV0YJszDOkXLq3myN8sG3JAHg/s1600/P%25C3%25B3ster+de+la+pel%25C3%25ADcula+M+Andesmas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="417" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgppK4di664rKI-E6piTHgxEaq3R6WQA2hfEXmNqM5LC4Lm0M6E5KB-A23I-NVc6mcFLuGYwf9ec5hmZTv7fODDilqUcX8S3jVX4Qr2nAKITWJ2jUe9AyXV0YJszDOkXLq3myN8sG3JAHg/s320/P%25C3%25B3ster+de+la+pel%25C3%25ADcula+M+Andesmas.jpg" width="247" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Póster de la película</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Antes de ir terminando, cabe detenerse en
algo importante: les he dicho que no parece haber condena por parte de <b>Duras
</b>hacia esta ley de vida que nos recluye en la vejez y nos impulsa a vivir cuando
somos jóvenes. Y no lo parece además por una más que probable interpretación
autobiográfica. Me entero por <b>Vila-Matas</b>—gran admirador de esta obra— que el
propio nombre de Andesmas es la contracción de tres amantes que tuvo <b>Marguerite
Duras</b>: <b>Antelme</b>, <b>Des Forêts</b> y <b>Mascolo</b>. Y además me entero también por palabras
de <b>Vila-Matas</b> que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">le reprochaban sus excesivas
intervenciones en la prensa. Tal vez quiso reírse de ellos, indicarles a sus
tres queridos amantes que ya no necesitaba de ninguna clase de tutela
masculina, que podía andar perfectamente sola y había entrevisto, además, un
lugar de soledad magnífica ante el abismo: un lugar encontrado (según Adler en
su biografía sobre la escritora) entre Saint-Tropez y Gassin, una casa
fascinante porque desde ella podía dominarse un valle, un bosque, un pueblo, y
al fondo el inmenso mar. Esa casa, que no acabó comprando y a la que sólo
parecía faltarle una terraza frente al espacio que se estiraba hacia el vacío,
la transformó en el escenario de su ficción sobre el señor Andesmas, anciano
sobrecogido por la intensidad de una luz y de un abismo.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Y es por lo tanto que, como he dicho
anteriormente, tengo la impresión de que Valérie es el personaje protagonista. No
se condena el hecho de que Valérie estuviera allí abajo, exprimiendo su
juventud en la fiesta de un pueblo costero. Si el señor Andesmas es una
construcción de los amantes de <b>Marguerite Duras</b>, me resulta inevitable no ver
ese paralelismo entre <b>Duras </b>y Valérie, por la vitalidad y la tutela que Valérie
ya no parece necesitar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">En definitiva, con <i>La tarde del señor
Andesmas</i> estaréis ante una novela en la que no pasa “nada”, porque lo que pasa
es la vida que nos va despojando de todo lo que creíamos permanente, por mucho
que nos empeñemos en creer —o querer— que podemos vivir en una fotografía
fijada. Cosa imposible, claro. Y por eso en <i>La Tarde del señor Andesmas</i> se dan
cita muchos sentimientos profundos que, aunque velados, están ahí: miedo,
deseo, soledad y frustración. Y todo esto, en esa espesa tarde en la que llegan
ecos de una fiesta lejana. Hermoso y triste cuadro. El paso inexorable de la
vida y la extrañeza ante ésta se dan la mano en esta obra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Desde luego, que volveré a leer a
<b>Marguerite Duras</b>. Porque he caído rendido a Duras con esta novela, igual que
han estado rendidos a ella dos autores españoles como <b>Vila Matas</b> y Antonio
Gamoneda —Amelia Gamoneda, la traductora de la edición Demipage que
he nombrado anteriormente, es su hija—. Así que volveré a <b>Duras</b>, y
probablemente con <i>La amante</i>, su novela más famosa.<o:p></o:p></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmOkXVUYmuUrspUcp0z1oqGMmnAY7RtSMhXCzAtyJ-TLqBUqHq6SUxh4AxeMGN40EDJQzvJb3qZ7J0rRpNkeCVg9Ar9JmwkS-vWnRHU65xA_DeRIuPtcvZsB3rMDM47RdNqkrnTvlEXAU/s1600/010-marguerite-duras-theredlist.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="924" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmOkXVUYmuUrspUcp0z1oqGMmnAY7RtSMhXCzAtyJ-TLqBUqHq6SUxh4AxeMGN40EDJQzvJb3qZ7J0rRpNkeCVg9Ar9JmwkS-vWnRHU65xA_DeRIuPtcvZsB3rMDM47RdNqkrnTvlEXAU/s320/010-marguerite-duras-theredlist.jpg" width="231" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Marguerite Duras</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><br /> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Valoración:</span></b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> Notable<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Te gustará si te gusta</span></b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> la prosa poética,
la Noveau Roman, las novelas introspectivas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Fragmentos:</span></b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: red; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">(1) </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">La canción es Le square, y la interpretaba
Juliette Greco. Fue la canción del verano y el trozo de la letra que más
aparece es: “Cuando las lilas florezcan, amor mío, / cuando las lilas florezcan
para siempre”. Tienen toda la letra entera </span><a href="http://fr.lyrics.wikia.com/wiki/Juliette_Gr%C3%A9co/Le_square" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;" target="_blank"><span style="color: blue;">aquí</span></a><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">: </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="CA" style="color: red; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">(2)</span><span lang="CA" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="background: white; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span lang="CA" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">La sombra del haya se encaminaba hacia ella. Y
mientras los dos callaban y la mujer aún escrutaba tensa y fascinada la plaza</span><span lang="CA" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">del pueblo, Andesmas veía que aquella sombra se
aproximaba hacia ella, en una aprensión cada vez más fuerte. Sorpresa de
repente por la frescura de esta sombra, al darse cuenta de que es más tarde de
lo que pensaba, ¿se irá?</span><span lang="CA" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Se da cuenta.</span><span lang="CA" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Ve, en efecto, que a su alrededor sobreviene un
cambio. Se gira, busca de dónde proviene esta frescura, esta sombra, echa un
vistazo al haya, después a la montaña, y al final al señor Andesmas, un largo
rato, pidiéndole una última certeza que parece que aún espere, que cree querer
definitiva.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="background: white; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt; text-align: justify;">
<span style="color: red; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">(3)</span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span lang="CA" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Entre aquel pueblo y la casa que el hombre acaba de
comprar para su hija, Valérie, no se alzaba en efecto ninguna otra construcción
(...)</span><span lang="CA" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">—Compré esta casa —le
explicó a Michel Arc—, sobre todo porque es única. Alrededor, fíjese, el
bosque, sólo el bosque. Bosque, por todos lados. El camino dejaba de ser
transitable a cien metros de la casa. El señor Andesmas había llegado en coche
hasta aquel punto, donde dejaba de serlo, un claro de terreno aplanado donde
los automóviles podían dar la vuelta. Valérie lo había llevado, y se volvió a
ir. No bajó del vehículo ni subió hasta la casa, no parecía tener
ganas. Había aconsejado al padre esperar a Michel Arc, y después ella misma, al
anochecer, cuando empezara a refrescar —no le dijo la hora—, vendría a
buscarlo.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="CA" style="color: red; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">(4)</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span lang="CA" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">A trancas y
barrancas, se medio incorpora, arrastra la butaca un poco más adelante, un poco
más cerca de la punta de la plataforma para hacerse más visible desde abajo.
Pero no mira el vacía. Aún bailan, si hace caso de los cantos. Más bien mira el
cuerpo apoltronado en el sillón —más apoltronado que cuando la chiquilla
estaba— vestido con este bonito tejido oscuro. El vientre le reposa sobre las
rodillas, embutidas dentro de un jersey de este mismo tejido oscuro elegido por
Valérie, su hija, porque es de buena calidad, neutra, y los hombres de mucha
corpulencia se encuentran escondidos con más comodidad y seguridad.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: red; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">(5) </span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">El viejo explicó que en aquel momento
temió que se levantara y partiera para el pueblo, pero que si lo hubiera hecho,
le habría rogado que se quedara. Pese a saber de todo corazón que no podría
satisfacer nunca la ávida curiosidad que ella le despertaba, deseó que la mujer
permaneciera a su lado aquella tarde. A su lado, aunque callase sin fin, a su
lado, la quiso aquella tarde.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-19200444596590946392017-05-30T01:43:00.000+02:002020-02-20T16:47:18.827+01:00Seda, de Alessandro Baricco. O la inexplicable y extraña suavidad de la vida<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDeWz4MUI_oh6vCY9An9VVUPx9JOsFXFoBpTIslQ97RBdGKCjo9UfqFs3sF9Pp_tuKtzWjeXDs0GdVu-2aSdtM7m8c4FM1pRLT9rj3B71J6n2FWddr7e-Q9Xw0QMnZgrUgwxjazMZls_I/s1600/Portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1025" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDeWz4MUI_oh6vCY9An9VVUPx9JOsFXFoBpTIslQ97RBdGKCjo9UfqFs3sF9Pp_tuKtzWjeXDs0GdVu-2aSdtM7m8c4FM1pRLT9rj3B71J6n2FWddr7e-Q9Xw0QMnZgrUgwxjazMZls_I/s320/Portada.jpg" width="204" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Ficha</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Título:</b>
Seda<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Autor:
</b>Alessandro Baricco<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Editorial:
</b>Anagrama<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Lengua:</b>
castellana<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Traducción:
</b>Xavier González Rovira y Carlos Gumpert<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Sinopsis
(palabras del propio Alessandro Baricco)<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">“Ésta
no es una novela. Ni siquiera es un cuento. Ésta es una historia. Empieza con
un hombre que atraviesa el mundo, y acaba con un lago que permanece inmóvil, en
una jornada de viento. El hombre se llama Hervé Joncour. El lago, no se sabe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Se
podría decir que es una historia de amor. Pero si solamente fuera eso, no
habría valido la pena contarla. En ella están entremezclados deseos, y dolores,
que se sabe muy bien lo que son, pero que no tienen un nombre exacto que los
designe. Y, en todo caso, ese nombre no es amor. (Esto es algo muy antiguo.
Cuando no se tiene un nombre para decir las cosas, entonces se utilizan
historias. Así funciona. Desde hace siglos).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Todas
las historias tienen una música propia. Esta tiene una música blanca. Es
importante decirlo porque la música blanca es una música extraña, a veces te
desconcierta: se ejecuta suavemente y se baila lentamente. Cuando la ejecutan
bien es como oír el silencio y a los que la bailan estupendamente se les mira y
parecen inmóviles. La música blanca es algo rematadamente difícil.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">No
hay mucho más que añadir. Quizá lo mejor sea aclarar que se trata de una
historia decimonónica: lo justo para que nadie se espere aviones, lavadoras o
psicoanalistas. No los hay. Quizá en otra ocasión”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Opinión
personal<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Demasiado
tiempo sin levantar la persiana, y tengo muchas reseñas pendientes de mis
lecturas del pasado año 2016. Una de ellas es <i>Seda</i>, de <b>Alessandro Baricco</b>,
una obrita de la que había leído opiniones muy extremas. Desde gente que la
encumbre hacia el Olimpo literario —la crítica de <b>Vargas Llosa</b> fue entusiasta— hasta gente que dice que es una
aberración. Leyendo críticas me dio la impresión que no había término medio.
Pues bien, parece ser que el término medio lo tendré que defender yo, ya que ni
me ha parecido una obra brillante ni tampoco algo indigno de leer. La he
disfrutado mientras la iba leyendo, pero no la volvería a releer. Y toca abrir la
Posada del lector para explicarme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Como
bien habrán leído en la sinopsis anterior, que recoge las palabras de <b>Baricco</b>, parece ser que estamos ante
una novela distinta —y lo de novela, como ya ven, es un decir según el propio
autor —. ¿Cómo es entonces <i>Seda</i>? <b>Baricco</b> juega todo el rato con la
indefinición y espera que juzguen ustedes lo que se van a encontrar. ¿Y que me
he encontrado yo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Pues
que se puede llamar novela corta o cuento largo, pero se llame como se llame,
lo que hay objetivamente es una obra corta, de sesenta y cinco capítulos
breves, de dos a tres páginas de media, y algunos incluso de tan sólo unas
pocas líneas. Y hay algo que no me parece baladí señalar: la escritura en los
capítulos se inicia casi a media página, con un gran margen blanco en la parte
superior, algo más propio de los libros de poesía que de los de narrativa. Pero
en el caso de <i>Seda</i> creo que tiene
mucho sentido por su cadencia poética, por esa música de la que habla <b>Baricco</b>. En ocasiones he tenido la
sensación de leer un haiku puesto en prosa, por las frases cortas,
descriptivas, cortantes, y sugerentes. <b>Alessandro</b>
<b>Baricco</b> hace todo un ejercicio
estilístico, pretendiendo crear una atmósfera emocional, una sensación
melancólica y hasta onírica. Incluso el título, <i>Seda</i>, parece una metáfora de la ligereza y suavidad que
encontraremos en su interior. Sin recargarnos de información hasta el punto de
que argumentalmente habrá cosas que no se explicarán y seremos nosotros, los
lectores, quienes tendremos que rellenar algunos huecos. Pero no es que el
argumento esté descuidado, sino que está supeditado a esta intencionalidad
sensitivo-poética. Por eso leer <i>Seda</i>
es leer descripciones con una cadencia pausada y musical. Descripciones que
incluso en ocasiones llegan a repetirse palabra por palabra a lo largo de las
páginas. ¿Y quién nos describe así en esta novelita? Pues un narrador en
tercera persona y omnisciente. Omnisciente dentro de lo posible, claro, que ya
les he dicho que hay mucha información omitida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPxmXWqXHOl_eLWDk-IQcrQlnyjhC01yTJ0NO99LC3UpILt5xXsdNbC20JyWYT-hqSz3OevTKvoQF-duOtMwQbi1JbC652WpYyAuAzguE5hUrzPorCH1L5G8WiLS7b358gG7cJXU2b1Vs/s1600/Autor.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="490" data-original-width="870" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPxmXWqXHOl_eLWDk-IQcrQlnyjhC01yTJ0NO99LC3UpILt5xXsdNbC20JyWYT-hqSz3OevTKvoQF-duOtMwQbi1JbC652WpYyAuAzguE5hUrzPorCH1L5G8WiLS7b358gG7cJXU2b1Vs/s320/Autor.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Alessandro Baricco</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Pero
a todo esto, les he estado hablando de cómo está contada la historia pero no de
qué historia se trata: e</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">stamos
en el siglo XIX, en un pueblo francés llamado Lavilledieu y en el que habita
nuestro</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">protagonista, Hérvé Joncour, el
cual se encarga de la industria local de la seda y está felizmente casado con
su esposa Hélèn. Pero debido a una enfermedad que sufren los huevos de los
gusanos de seda, hay que buscar una solución alternativa para salvar el
negocio. Y la solución consistirá en viajar a otro país para comprar huevos
sanos, concretamente a Japón. Gracias a estos constantes viajes el negocio
seguirá siendo próspero y Hérvé Joncour irá aumentando su riqueza, pero no
serán en realidad motivos de negocios los que le harán volver una y otra vez al
país del sol naciente. Será una obsesión amorosa con una misteriosa chica, que
no posee rasgos asiáticos y que pertenece a Hara Kei, que es algo así como el
gobernador de la región. Y hasta aquí pueden leer, no les diré nada de cómo
termina esta historia, o mejor dicho: no les diré nada de lo que yo interpreto
que sucede en esta historia, para no spoilearles ni condicionarles en la
lectura. Porque con tantos silencios y sutilezas </span><b style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Baricco</b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> da juego a que sea el lector quien extraiga ciertas cosas
del desarrollo argumental.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Además
de esta forma poética y argumentalmente algo difusa en <i>Seda</i>, creo que hay otra característica fundamental en la obra: el
tono fabulístico. Mientras leía <i>Seda</i>,
tenía la sensación de leer un cuento, y digo cuento y no cuento infantil,
debido al trasfondo existencial y al erotismo presente. El caso es que este tono
de cuento lo consigue <b>Baricco</b> usando
tres elementos: el exotismo de una tierra lejana, el tratamiento de los
personajes y, por último, la astucia y la riqueza como subtema.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">En
el primer caso, Japón es presentado como un territorio exótico para los ojos y
las vivencias del protagonista occidental. Japón incluso se define como el
destino al que se llega “siempre recto. Hasta el fin del mundo”. Por este
exotismo se difumina el realismo y se aumenta la sensación de misterio,
quedando ese aire de cuento del que les hablo. ¿Y qué pasa con la Francia
occidental y la época en la que se inserta la historia? Pues que se nos
presenta con una pincelada ultra breve, como un decorado y sin entrar en
disquisiciones sociales. Es tan sólo un telón de fondo. Y así nos lo muestra <b>Baricco</b> en el primer capítulo de la
historia:</span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Era 1861.
Flaubert estaba escribiendo <i>Salammbô</i>,
la luz eléctrica era todavía una hipótesis y Abraham Lincoln, al otro lado del
océano, estaba combatiendo en una guerra cuyo final no vería.<br />
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Hervé
Joncour tenía treinta y dos años.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Compraba
y vendía.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Gusanos
de seda.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">De
la misma manera que tampoco encontrarán una disertación sobre los viajes de los
comerciantes del siglo XIX y del cultivo de la seda. Es algo que está ahí,
fundamental para contextualizar la novela, pero sin que el foco de la novela
recaiga en ello.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Eso en cuanto al marco exótico y social,
vayamos ahora a los personajes. Ya podrán imaginar que no es una novelita que
muestre gran introspección psicológica, e incluso los personajes tienen un aire
plano, sin evolución. Y hasta arquetípicos, como es el caso de Baldibiou que
representa la sabiduría y es como una especie de mentor de Hérvé Joncour. O
como Hara Kei, representante del poder. Y después tenemos a las dos mujeres,
los dos amores del protagonista. A priori pueden parecer ambos personajes muy
pasivos, y hasta desdibujados, pero tengan paciencia al empezar la lectura, que
hay muchas sutilezas y giros al final de la obra. Y por supuesto, tenemos a
Hérvé Joncour, nuestro protagonista. El único personaje que sí evoluciona, pues
la historia de Seda será la historia principal del protagonista y de su viaje
exterior a Japón que implicará también un viaje interior en él. En un
principio, se nos dirá que era “uno de esos hombres que prefieren asistir a su
propia vida y consideran improcedente cualquier aspiración a vivirla”. Pero
tomará iniciativa para verse inmerso en la persecución obsesiva de una pasión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Y ya por último, está esa subtemática de
riqueza y sabiduría. ¿No han escuchado jamás ninguna fábula de cómo alguien se
enriquece gracias a su ingenio? Apostaría a que sí, pues se pusieron muy de
moda hace unos años —hola, <b>Jorge Bucay</b>—.
Y si no caen en qué tipo de fábulas me estoy refiriendo lean el capítulo seis
de <i>Seda</i>, es el ejemplo perfecto de lo que les estoy hablando. </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Dicho capítulo gira en torno a la figura
de Baldibiou y cómo se enriquece dándole una lección de sabiduría al alcalde
del pueblo. Así es, ya les dije que Baldibiou era un personaje arquetípico. Se
hace rico y no porque, paradójicamente, le mueva la avaricia, sino la sabiduría
desinteresada. Pasa lo mismo con Hervé Joncour. Se hace inmensamente rico
gracias al negocio y sin ser un hombre codicioso. Hervé Joncour será de hecho como
un protector para el pueblo. En un momento dado de la novela, el negocio de la
seda irá mal, ¿y qué hará Hervé Joncour? Mandará hacer, altruistamente,
construcciones para que el pueblo tenga trabajo. Resaltando así las características
positivas del buen ciudadano, o mejor dicho: del buen burgués benefactor en este caso. Porque en </span><i style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt;">Seda</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> no hay cabida a
conflictos sociales ni luchas de clases por la sencilla razón de que no hay
análisis social de ningún tipo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 7.1pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Bueno,
llegados a este punto, creo que ya sólo me queda mojarme. Decir en qué me ha
gustado <i>Seda</i> y en qué me ha fallado.
Empecemos por la parte positiva: <b>Baricco</b>
sabe lo que hace. No deja cosas al azar. Y todo lo que no se dice
explícitamente en Seda, esos huecos silenciosos, cumplen su función para crear misterios.
Así como sus repeticiones, que parecen transmitir la desidia del paso de los
días en Hervé Joncour. Los personajes, como les he contado, no están muy
trazados descriptivamente y pecan de ser algo planos, pero tampoco están
huecos, y nos hacemos una idea de cómo son a través de sus acciones y de
ciertas sugerencias simbólicas. Los personajes, por lo tanto, son correctos
para este tipo de lectura. En definitiva, todo lo que parece que falta en <i>Seda</i> no se atribuye a ningún descuido
del autor. Todo está puesto adrede para así conseguir el efecto deseado. <i>Seda</i> se ha traducido a muchos idiomas y
ha vendido bien, algo que siempre provoca un aumento paulatino de críticas
negativas, puesto que hay obras peores que han vendido menos y no provocan
semejante rechazo. Además hubo adaptación cinematográfica por parte del
director francés <b>François</b> <b>Girad</b>, en el año 2007, pero como no la
he visto no les puedo decir nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguy82_0amyVeh2Got27iEqHxk8V49iYW9mpTaFg97r3Xy9kFJc0-lE_KrG7qIMihYkXz_E9OScmk6k_ArXZ6KZCQjsxr_L35RWvPfB7bdjDBVpgqh764FyX78AfEX607YAKmgYJSYZqT0/s1600/Pel%25C3%25ADcula.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1077" data-original-width="1600" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguy82_0amyVeh2Got27iEqHxk8V49iYW9mpTaFg97r3Xy9kFJc0-lE_KrG7qIMihYkXz_E9OScmk6k_ArXZ6KZCQjsxr_L35RWvPfB7bdjDBVpgqh764FyX78AfEX607YAKmgYJSYZqT0/s320/Pel%25C3%25ADcula.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">¿Qué
me ha fallado? Pues que aunque la jugada no le sale mal a <b>Baricco</b>, está lejos de ser una obra maestra. La sinfonía está bien
ejecutada, pero no es una excelente sinfonía. Ni siquiera una sinfonía notable.
En cuanto a la originalidad, lo más destacado es esta prosa de <b>Baricco</b>… que no está mal, pero no me
resulta mejor que leer un buen libro de haikus. Y como he comentado, <i>Seda</i> es como un cuento adulto, pero aún
así ese exotismo me parece propio de una lectura infantilizada. Algo que rara
vez no acartona. El triángulo amoroso tampoco me ha resultado llamativo, como su típica
división entre un amor acomodado y hogareño y un amor pasional y prohibido. Ya ven, <i>Seda</i> es una lectura que no está mal, una lectura bonita, pero que no me llega a entusiasmar. Aunque, para</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"> acabar, me gustaría despedirme con el mejor sabor de boca que me ha dejado la novela: por reseñas leídas en la red, se defiende mucho la idea de que el tema
principal de Seda es el triángulo amoroso. Pero para mí, el tema central ha sido la extrañeza de la vida. Como si ésta fuera una película que pasa ante nuestros ojos, y no siempre sabemos
qué hacer ni qué decisión tomar. Y que tomemos la decisión que tomemos, somos
más espectadores que actores. En un principio Hervé era un personaje pasivo,
hasta que se deje llevar, persigue una pasión y toma decisiones. Pero aún así,
la vida sigue siendo extraña, tan extraña que de qué manera protagonizar lo que no se entiende. Sencillamente no se puede. Y sólo nos queda el papel de espectador. Es la idea de
<i>Seda </i>que más me ha llegado y con la que me quedo. Y sí, ha logrado dejarme un
poso melancólico y de vacío de esta manera:</span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">De
vez en cuando, en los días de viento, bajaba hasta el lago, y pasaba horas
mirándolo, puesto que, dibujado en el agua, le parecía ver el inexplicable
espectáculo, leve, que había sido su vida.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Valoración:</b>
Bien<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><b>Te
gustará si te gusta</b> la poesía japonesa, los cuentos antiguos, la escritura
minimalista.</span></div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-89315244721216644582017-02-06T22:22:00.002+01:002017-02-07T00:36:42.958+01:00El maestro de esgrima, de Arturo Pérez-Reverte. O un protagonista que deja huella<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
</w:Compatibility>
<w:BrowserLevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel>
</w:WordDocument>
</xml><![endif]--><br />
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:LatentStyles DefLockedState="false" LatentStyleCount="156">
</w:LatentStyles>
</xml><![endif]--><!--[if !mso]><img src="https://img1.blogblog.com/img/video_object.png" style="background-color: #b2b2b2; " class="BLOGGER-object-element tr_noresize tr_placeholder" id="ieooui" data-original-id="ieooui" />
<style>
st1\:*{behavior:url(#ieooui) }
</style>
<![endif]--><!--[if gte mso 10]>
<style>
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin:0cm;
mso-para-margin-bottom:.0001pt;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:10.0pt;
font-family:"Times New Roman";
mso-ansi-language:#0400;
mso-fareast-language:#0400;
mso-bidi-language:#0400;}
</style>
<![endif]-->
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCDnc1yPNXxK0KltNmWy-xbtIihL9EhVQobTzzu3vK8xhdhIQyC8WSn320w0gUUg1mU8wInRySqnhLM-8qQ54yUKD_pSWj1S_wkX9maDTuzD8PcD0cY_A_j61yNlRSSjvl5fgb_UI9rvw/s1600/Portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCDnc1yPNXxK0KltNmWy-xbtIihL9EhVQobTzzu3vK8xhdhIQyC8WSn320w0gUUg1mU8wInRySqnhLM-8qQ54yUKD_pSWj1S_wkX9maDTuzD8PcD0cY_A_j61yNlRSSjvl5fgb_UI9rvw/s320/Portada.jpg" width="201" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ficha</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Título:</b> El maestro de esgrima</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Autor:</b> Arturo Pérez-Reverte</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Editorial:</b> Alfaguara</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Lengua:</b> Española</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Nº de páginas:</b> 329</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sinopsis (copiada de la
contraportada)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En el Madrid galdosiano de 1868
Jaime Astarloa es un <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">maestro</span> de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">esgrima</span> que trabaja dando clases de
florete a algunos nobles de la ciudad. Todo el escenario cambia cuando entra en
juego una dama que desea tomar clases de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">esgrima</span> con Astarloa..</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Opinión personal</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Les hablé en mi <a href="http://posadadellector.blogspot.com.es/2016/09/el-abuelo-que-salto-por-la-ventana-y-se.html" target="_blank">última reseña</a> de
Allan Karlson, el protagonista de la novela <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
abuelo que saltó por</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la ventana y se
largó</i>. Novela que no fue de mi agrado, así como tampoco el personaje
protagonista. Les contaba que uno de los rasgos más destacados de dicho
personaje era su apoliticismo, su negativa a querer involucrarse políticamente
en nada. Pero aclaraba que si el personaje me parecía tan pobremente construido
y tan hueco no era debido a su apoliticismo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">per
se.</i> Sí, eso les contaba en mi última reseña, y como tenía que ir pensando
en la siguiente, me acordé de otro personaje apolítico. Pero éste, a diferencia
del protagonista de la novela de Jonas Jonason, no era un tronco hueco, sino un
gran personaje. Me refiero a Jaime Astarloa, el maestro de esgrima, y que da
este mismo título a la novela de la que hoy nos ocuparemos. Pero antes de que
me sigan leyendo, un inciso: no desvelaré nada del final de la obra. Ni un solo
giro argumental sorprendente será destripado en esta entrada. Así que no habrá
ningún spoiler que os eche a perder la lectura. Pero sí doy pinceladas que, si son
ustedes personas ultra recelosas de los spoilers, de ésas que ni leen las
sinopsis, quizás sí les pueda llegar a molestar. En sus manos queda la decisión
de entrar hoy a tomar algo en <i>La posada del lector</i>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">El maestro de esgrima</i> fue de las primeras obras de <b>Arturo
Pérez-Reverte</b>. Concretamente su segunda novela, publicada en 1988. Se acercan
ya los treinta años de su publicación, y considero que no envejece mal. Como
les decía, el personaje protagonista es clave en esta novela. Sí, ya, claro, en
todas las novelas el personaje principal es importante, me dirán. Pero en la
obra que hoy nos ocupa muy especialmente —no en vano, ya digo que es el
personaje quien da el título a la obra—. Será nuestro maestro de esgrima quien
sustente el mayor peso narrativo —y emotivo— de la novela. Y a través de un
narrador omnisciente en tercera persona, conoceremos en todo momento a Jaime
Astarloa, con sus creencias arraigadas, su forma de entender —y entenderse— con
el mundo y las sensaciones que irá experimentando a lo largo de la historia.<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtgyBN1EdCjY5TgdZx1DBkTGLOLsC6fzdf5umKqtUktphbL1oLmn_yAsDZE9dy131xpwW0bA01kntqLukdacHZ3Q_mCocPEaeDuVgk-B3QdAvYIpk1WiPxci0ARrxWar9s_a9EeKa2nnk/s1600/Astarloa.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtgyBN1EdCjY5TgdZx1DBkTGLOLsC6fzdf5umKqtUktphbL1oLmn_yAsDZE9dy131xpwW0bA01kntqLukdacHZ3Q_mCocPEaeDuVgk-B3QdAvYIpk1WiPxci0ARrxWar9s_a9EeKa2nnk/s1600/Astarloa.jpeg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Jaime Astarloa, en la película homónima dirigida por Pedro Olea</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Y cómo es don Jaime Astarloa? Se
trata de un hombre ya entrado en la cincuentena y que resulta ser el mejor
esgrimista de Madrid —y probablemente de España—. La edad no ha conseguido,
todavía, robarle del todo sus facultades, pues se sigue manteniendo ágil. Vive
sin lujos pero con humilde comodidad en una casa de alquiler, ganándose la vida
impartiendo clases de su arte —él se niega a llamarlo deporte— a miembros de la
nobleza. Y lo más característico de él: es un hombre de un idealismo fuera de
lo común.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Idealismo y amor por la
caballerosidad y las buenas maneras. No en vano, la novela se abre con la
siguiente cita del autor del romanticismo alemán Henrich Heine, extraída de sus
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuadros de viaje</i>: <<Soy el
hombre más cortés del mundo. Me precio de no haber sido grosero nunca, en esta
tierra donde hay tantos insoportables bellacos que vienen a sentarse junto a
uno, a contarle sus cuitas e incluso a declamarles sus versos>>. La cita no es casual, se le
aplica perfectamente a don Jaime Astarloa. Pero don Jaime no es sólo que no
resulte grosero frente al desliz ajeno, es que además suele tener una mirada
indulgente. El maestro de esgrima vive en su mundo particular, con sus reglas y
su idealismo, pero no por ello es antisocial ni se cree moralmente superior a
nadie. No se siente altivo, ni mira a los demás desde ninguna altura. Y es algo
que se puede ver fácilmente en cómo se relaciona con el resto de personajes.
Por ejemplo, cuando acude a la tertulia del café El progreso, a sentarse con
unos viejos amigos, e irremediablemente la cosa termina derivando en discusión
política, mayormente por dos contertulios que encarnan dos facciones políticas
enfrentadas de la época —de todo ello les hablaré más adelante—. Una discusión
política de la cual el maestro de esgrima se siente totalmente ajeno. E
incluso, aunque no medie política de por medio, don Jaime Astarloa sigue
desentonando, puesto que un hombre que no parece tener los pies puestos en la
realidad pragmática. Pero lo cierto es que, pese a todo, don Jaime valora esa
compañía:</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Le aburrían soberanamente las
interminables polémicas que libraban sus contertulios, pero no eran éstos una
compañía peor ni mejor que otra cualquiera. El par de horas que cada tarde
pasaba con ellos le ayudaba, al menos, a aliviar su soledad. Con todos los
defectos, gruñones y malhumorados, despotricando contra cualquier bicho
viviente, al menos se proporcionaban unos a otros la ventaja de poder
comunicarse en voz alta sus respectivas frustraciones.</div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
Así como también valora la
amistad de uno de sus alumnos, Luís de Ayala, el marqués de los Alumbres. Y la
valora pese a que Luís de Ayala no encarne los supuestos valores ideales que
debe encarnar un hidalgo y sí los defectos propios de la hidalguía <span style="color: red;">(1)</span>. Pero
don Jaime, aunque vea los defectos del marqués y cómo éste lleva un tipo de
vida tan distinta a la suya, no le juzgará mal. Mas al contrario, en la novela
se nos dirá que “le gustaba Luis de Ayala, y también que éste lo llamara
maestro, aunque no se tratase exactamente de uno de sus alumnos. En realidad,
el de los Alumbres era uno de los mejores esgrimistas de la Corte, y hacía años que no
precisaba recibir lecciones de nadie. Su relación con Jaime Astarloa era de
otra índole”.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Jaime Astarloa va transitando por
la vida de esta guisa, amable y solícito para con los demás, pero a la vez con sus momentos
de soledad reservados para sí, junto con su biblioteca y su dedicación al
esgrima como noble arte. Un arte al cual no sólo se dedica como profesor, sino
también como investigador, como erudito que va detrás de un sueño: la estocada
perfecta. Una búsqueda que todavía le obliga a pasarse algunas noches en velas.
Parece que es el único objetivo por cumplir que le queda a su edad, pues don
Jaime Astarloa ha llegado a encontrar una melancólica calma, una tranquilidad
de espíritu que definiría, pese a que dudo que <b>Pérez-Reverte </b>pensara en ello,
casi como algo zen <span style="color: red;">(2)</span>. Su rutina resulta armoniosa y tranquila, y cuando el
maestro no da clases, pasea por Madrid y visita el café El progreso. Y a través
de esos paseos y esas visitas al café de nuestro protagonista, la novela nos
ofrecerá, por momentos, un cuadro costumbrista y político de la época.
Costumbrista porque veremos esas calles y esos ambientes de los cafés en el
verano de un Madrid de 1868. En las páginas de la novela se nos mentarán calle
Riaño, la Plaza Mayor,
el Paseo del Prado o la calle de Bordadores en la que vive nuestro
protagonista. Y en ocasiones, <b>Pérez-Reverte</b> nos dará ribetes descriptivos de
ese Madrid. Y este costumbrismo, como digo, nos lo ofrece por momentos, porque
no es un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">continuum</i> a lo largo de toda
la novela, son pequeñas pinceladas en las que a veces <b>Pérez-Reverte </b>se detiene
<span style="color: red;">(3)</span>,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y sobre todo en la primera mitad de
la obra, concretamente en los cuatro primeros capítulos. Así que en mi opinión
no es que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El maestro de esgrima</i> sea
una novela costumbrista, sino que tiene parajes que parecen extraídos de un
cuadro de costumbres de Mesonero Romanos. Cosa que a mí particularmente como
lector me ofrecía aún más ese aroma decimonónico. También me ha recordado, por
momentos, a Galdós o incluso a Clarín <span style="color: red;">(4)</span>, como si <b>Pérez-Reverte</b> guiñase a la
tradición literaria del siglo XIX.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y en cuanto al tema político de
trasfondo, la novela sucede durante el verano de 1868, y finaliza una vez
entrada ya en el mes de septiembre. Nos encontraremos, por lo tanto, ante<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las puertas de “la Gloriosa”. Los liberales
más rebeldes sueñan con instaurar una República, y esperan que Prim regrese a
España del exilio, y concretamente a Madrid. Por contra, estaba el sector más
conservador y acérrimo a la monarquía, una monarquía con Isabel II en horas
bajas. Pero mejor nos cuenta cómo estaba la cosa el narrador omnisciente de la
novela:</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
</w:Compatibility>
<w:BrowserLevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel>
</w:WordDocument>
</xml><![endif]--></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:LatentStyles DefLockedState="false" LatentStyleCount="156">
</w:LatentStyles>
</xml><![endif]--><!--[if !mso]><img src="https://img1.blogblog.com/img/video_object.png" style="background-color: #b2b2b2; " class="BLOGGER-object-element tr_noresize tr_placeholder" id="ieooui" data-original-id="ieooui" />
<style>
st1\:*{behavior:url(#ieooui) }
</style>
<![endif]--><!--[if gte mso 10]>
<style>
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin:0cm;
mso-para-margin-bottom:.0001pt;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:10.0pt;
font-family:"Times New Roman";
mso-ansi-language:#0400;
mso-fareast-language:#0400;
mso-bidi-language:#0400;}
</style>
<![endif]-->En las tertulias, todas las
conversaciones giraban en torno al calor y a la política: se hablaba de la
elevada temperatura a modo de introducción y se entraba en materia enumerando
una tras otra las conspiraciones en curso, buena parte de las cuales solía ser
del dominio público. Todo el mundo conspiraba en aquel verano de 1868. El viejo
Narváez había muerto en marzo, y González Bravo se creía lo bastante fuerte
como para gobernar con mano dura. En el palacio de Oriente, la reina dirigía
ardientes miradas a los jóvenes oficiales de su guardia y rezaba con fervor el
rosario, preparando ya su próximo veraneo en el Norte. Otros no tenían más
remedio que veranear en el exilio; la mayor parte de los personajes de relieve
como Prim, Serrano, Sagasta o Ruiz Zorrilla, se hallaban en el destierro,
confinados o bajo discreta vigilancia, mientras dedicaban sus esfuerzos al gran
movimiento clandestino denominado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La España</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> con</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">honra</i>.
Todos coincidían en afirmar que Isabel II tenía los días contados, y mientras
el sector más templado especulaba con la abdicación de la reina en su hijo
Alfonsito, los radicales acariciaban sin rebozo el sueño republicano. Se decía
que don Juan Prim llegaría de Londres de un momento a otro; pero el legendario
héroe de los Castillejos ya había venido en un par de ocasiones, viéndose
obligado a poner pies en polvorosa. Como cantaba una copla de moda, la breva no
estaba madura. Otros opinaban, sin embargo, que la breva empezaba a pudrirse de
tanto seguir colgada del árbol. Todo era cuestión de opiniones”.
<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;"></span></div>
</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como ven, todo un polvorín
político… al que don Jaime apenas reparará atención, ni mostrará interés. No es
así con los dos tertulianos habituales del café antes citados: Agapito Cárceles
y Lucas de Rioseco. Republicano liberal el primero y monárquico conservador el
segundo. A través de estos tertulianos, por sus diálogos —o mejor dicho: por
sus discusiones—, iremos teniendo también noticias de aquella actualidad
política y de cómo iba avanzando la situación. Como ven, no sólo tendremos la
información dada por el narrador omnisciente, y por eso no creo que sea casual
que <b>Pérez-Reverte</b> haga que Cárceles y Rioseco sean los personajes con más
intervenciones en el Café. Y además tendrán estos dos tertulianos un ligero
toque caricaturizado, dando un leve tonillo humorístico a la obra. Dichos
personajes exaltados y politizados, sentados en una misma mesa con don Jaime
Astarloa, sirven para crear un gran contraste con el protagonista. Los otros
dos compañeros de mesa, Marcelino Romero y Antonio Carreño, pasan a un discreto
plano, y especialmente el último citado.</div>
<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;"></span><span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;"></span><span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;">
</span>Pero claro, si en la vida
apacible del maestro de esgrima lo más interesante fueran las tertulias, no
tendríamos novela… pero la tendremos. Porque con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">maestro de esgrima</i> no
estamos ante una novela sin acción con ribetes costumbristas. No. El maestro de
esgrima es una novela histórica y a la vez un thriller. Y lo será básicamente
por dos motivos:
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El primero será por un personaje
femenino que entrará en la vida de don Jaime Astarloa, y que hará su aparición
ya en el primer capítulo. Se trata de Adela de Otero, una joven y elegante
mujer de veintisiete años, adinerada y misteriosa que un día llama a la puerta
de casa del maestro para pedirle, ni corta ni perezosa, que le enseñe a
ejecutar su famosa estocada, una estocada particular del maestro que tiene un
precio a parte, concretamente dos cientos escudos. Resulta algo insólito que,
por aquel entonces, una mujer decidiera practicar esgrima, y por ello don Jaime
Astarloa rechazará darle clases pese a la cuantiosa suma que Adela de Otero le
ofrece. Sin embargo, Adela de Otero no es mujer que se rinda, y llamará a la
puerta de la casa del maestro de esgrima por segunda vez, consiguiendo
convencer a nuestro protagonista para que acceda a darle clases. ¿Cómo lo
consigue? Demostrándole un conocimiento asombroso del arte de la esgrima, sorprendiendo
al maestro y obligándole a abandonar su reticencia inicial. El personaje de
Adela de Otero es fundamental en la novela, casi tan importante como Jaime
Astarloa. Y no sólo porque hará avanzar la acción argumental, sino porque
también trastocará la apacible y célibe vida emocional del maestro,
provocándole una lucha interna consigo mismo, una lucha entre la fascinación
que siente por la joven por un lado y su deber y caballerosidad pasiva por el
otro. No podrá evitar que un chispazo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de
emoción se le encienda por dentro. Pero racionalmente, a su edad, no quiere
prestarse tampoco a ningún juego amoroso ni a soñar ninguna posibilidad
fantasiosa. Aunque el poso esté ahí <span style="color: red;">(5)</span>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y hasta aquí pueden leer y hasta
aquí les puedo explicar acerca del personaje de Adela de Otero —y créanme, les
podría explicar muchas cosas—, pero ya que les dije que no habría spoilers
importantes.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El segundo motivo que alterará la
vida del apacible Jaime Astarloa será la política. Sí, ya, les dije que Jaime
Astarloa vivía al margen, y mucho más aún de conspiraciones en la sombra. Pero
la vida a veces tiene grandes ironías. Y desde luego para don Jaime Astarloa
tendrá una preparada, con unos documentos inesperados de por medio llegará a
sus manos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y que desencadenarán la
acción.</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="height: 356px; margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center; width: 534px;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEyS08jJDe1eoVGk86Vs3LA7y3dj4PzZqgWuuFkEYXtomoVONciT-NIXMSCivYWhg76Z5wLnqU826GGI2sYWPQ3pPHui0m0CZ5E6HNUymukiibt_yDF86hh3PR69_pg5wyebdxcFg7gq0/s1600/Personajes+peli.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEyS08jJDe1eoVGk86Vs3LA7y3dj4PzZqgWuuFkEYXtomoVONciT-NIXMSCivYWhg76Z5wLnqU826GGI2sYWPQ3pPHui0m0CZ5E6HNUymukiibt_yDF86hh3PR69_pg5wyebdxcFg7gq0/s320/Personajes+peli.jpg" width="216" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Omero Antonutti y Assumpta Serra, los actores que encarnarán a Jaime Astarloa y Adela de Otero</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Y toda esta historia dividida en
ocho capítulos y precedida por un breve prólogo. Pero se puede trazar una línea
divisoria entre los cuatro primeros capítulos y los cuatro últimos. Como he
comentado anteriormente, hay escenas costumbristas en la novela, estancias en
las tertulias del café y paseos por Madrid, pero eso lo encontraremos sobre
todo en los cuatro primeros capítulos, así como también las clases de esgrima
que don Jaime impartirá a Adela de Otero. Porque ésa es otra, e inevitable no
mencionarla: la esgrima. Un elemento crucial en la novela por motivos obvios.
Así que nos encontraremos largas charlas y descripciones sobre dicho <strike>deporte</strike> arte, y hasta los capítulos están titulados con un movimiento de esgrima. Y
todo esto en los cuatro primeros capítulos, como les decía. Pero a partir del
quinto la novela da un giro. Un asesinato hará que empecemos a leer un thriller
y que la novela adquiera tintes policíacos, siendo la intriga el elemento más
visible y no ya tanto el ambiente descriptivo de Madrid, y se notará aún más la
influencia de la literatura de folletín —la sombra de Dumas es alargada— en
<b>Pérez-Reverte</b>. Sobre todo, al finalizar algunos capítulos, deteniendo la
narración justo en un momento de gran suspense. Y como he comentado, la
historia como telón de fondo, con el acontecimiento de la Gloriosa al caer, y
trazándose un paralelismo entre el aumento de la tensión política del país con
la tensión emocional que vivirá
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El maestro de esgrima no es una
novela muy extensa —y menos si la comparamos con otras obras del mismo autor—,y
se lee con fluidez. Pues aunque tiene partes descriptivas, éstas tampoco se
eternizan —a bote pronto, si la memoria no me falla, recuerdo más densas las
descripciones en la novela <i>Trafalgar </i>de <b>Pérez-Reverte</b>—. El lenguaje narrativo
es sencillo —que no descuidado—, y no recuerdo, al contrario que en otras
novelas de Arturo, onomatopeyas en la narración. Estamos, como en todas las
novelas de <b>Pérez-Reverte</b>, con el clásico esquema de introducción, nudo y
desenlace porque lo de <b>Pérez-Reverte</b> es siempre contar historias. Una historia
lineal salvo algunos pocos flashbacks que nos cuentan la vida del protagonista.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Empezaba esta reseña explicando
que me decidí a escribirla por una comparativa entre personajes. Y apuntando
algunas cosas más sobre Jaime Astarloa terminaré esta reseña. ¿Por qué me ha
parecido un buen personaje? Al principio de esta entrada lo comparaba con Allan
Karlson diciendo que Jaime Astarloa era apolítico pero no un tronco hueco. ¿Y a
qué se debe ese apoliticismo del maestro de esgrima? ¿A falta de valores? Para
nada. Jaime Astarloa tiene mucho trasfondo ético. Hasta el punto de que es el
personaje más bueno desde un punto moral que jamás ha creado <b>Pérez-Reverte</b> que
yo le haya leído —y juraría que algo así también dijo el propio autor en una
entrevista, pero quizás me falla la memoria—. De hecho, uno de los logros del
personaje es que resulta bueno sin ser plano y sin ser perfecto. Y pese a ser
el maestro una persona peculiar, te la llegas a creer, pues Jaime Astarloa se
equivoca, duda, siente, actúa —o no actúa—. Y hasta siendo un hombre recto y
benévolo, puede llegar a ser injusto, como cuando en el capítulo cuarto le
reprocha a su amigo del café Marcelino Romero su pasividad en el amor, que no
se atreva a dar un paso adelante… cuando el propio don Jaime “sabía muy bien
que algunas de las cosas que le había dicho a Romero podían serle aplicadas a
él mismo, y esa certeza no lo hacía precisamente feliz”. No es un robot, como
una mujer del club de lectura al que acudí definió a Allan Karlson. Y es que si Allan Karlson es
indiferente a estímulos externos y parece un autómata independientemente del
medio en el que esté insertado el personaje, don Jaime sí será sensible a las
circunstancias. Es inevitable cuando se es humano, por mucho que se haya
construido un muro entre él y el mundo. También me parece interesante comparar
a Jaime Astarloa con otro personaje imprescindible en la narrativa de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pérez-Reverte</b>: el capitán Alatriste. Ambos personajes coinciden en que
son hombres con ideales, creen en la palabra dada, siguen ágiles con una
empuñadura en la mano aunque la edad ya va pasando para ambos —y especialmente
para Astarloa—, y encaran la vida con cierto estoicismo. El arquetipo al que
responden ambos personajes es muy parecido, por no decir el mismo. Pero hay un matiz que los
diferencia: Astarloa no se ha embrutecido como Alatriste, sus circunstancias
han sido más amables. Y pese a que Jaime Astarloa sirvió joven en la guerra,
tuvo la suerte de encontrar en la esgrima su forma de ganarse la vida. No es
Jaime Astarloa de clase alta ni le sobra el dinero, pero como hemos visto
anteriormente vive cómodamente bien —y mejor podría vivir aún si tuviera un
sentido más pragmático de la vida, siendo un maestro tan reputado—, y no como
Alatriste, que por necesidad debe ser un eterno soldado cuando hay guerra, y
cuando hay paz a malvivir como mercenario “alquilándose por cuatro maravedíes
en trabajo de poco lustre”. Por eso el maestro de esgrima tiene un punto más
caballeroso y ético que el espadachín. Entonces ¿por qué es apolítico? ¿No le
interesan que las cosas funcionen bien socialmente? ¿No cree que el futuro del
país irá mejor o peor según qué postura política triunfe? ¿Piensa que ambos
bandos son iguales? La respuesta, o al menos la que yo interpreto, es que vivir
en su mundo interior y con sus propias reglas le hace perder cierto sentido de
la realidad. Una realidad que prefiere desdeñar, y que por desdeñarla pagará un
precio. Pese a que dos personajes le avisarán de que no le conviene estar tan
fuera de la realidad. El primero es su alumno y amigo el Marqués de los
Alumbres:
</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De todas formas, hace mal en
aislarse de ese modo, don Jaime; permita la entrañable opinión de un amigo… La
virtud no es rentable, se lo aseguro. Ni divertida. Por Belcebú, no vaya a
pensar que, a sus años, intento colocarle un sermón… Sólo pretendo decirle que
resulta apasionante asomar la cabeza a la calle y mirar lo que ocurre
alrededor. Y más en momentos históricos como los que estamos viviendo…</div>
</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y el segundo personaje será el
jefe de policía Jenaro Campillo, que aparecerá cuando la novela se convierta en
un thriller policiaco, y le dirá al protagonista que:
</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—Hay usted algo de… De
inocencia, a ver si me entiende. Quiero decir que su comportamiento podría
compararse, salvando las distancias, al de un monje de clausura que de pronto
se viera envuelto en el torbellino del mundo. ¿Me sigue? Usted discurre a lo
largo de esta tragedia como si flotase en un limbo personal, ajeno a los
imperativos de la lógica y dejándose llevar por un sentido de lo real
extremadamente particular… Un sentido que, por supuesto, nada tiene que ver con
lo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">realmente</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">real</i>.</div>
</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y tiene razón Jenaro Campillo,
porque de Jaime Astarloa se dice que es un personaje con la mentalidad de otra época.
Se lo dirá Adela de Otero. Y el narrador, en ocasiones al describir al maestro,
también deja entrever ese aire como de tiempo suspendido. En definitiva, don
Jaime Astarloa pertenece a una época pasada. Pero yo pregunto: ¿a qué época?
Porque lo de Jaime Astarloa me parece más bien una idealización de un pasado
que nunca existió realmente. Es decir, se me figura como uno de aquellos
románticos decimonónicos que idealizaban la
Edad Media como vía de escape de la
realidad. Pero ¿acaso hubo alguna época en la que la sociedad actuase en
general como actúa Jaime Astarloa? De hecho, si el maestro de esgrima desdeña
el progreso y es un hombre “de otra época”, ¿no sería partidario del bando
conservador y un leal defensor de la reina? ¿No compartiría opiniones con Lucas
Rioseco? Y sin embargo, no es así. Astarloa siente total y completa
indiferencia hacia el bando conservador-monárquico, y tampoco es defensor del
antiguo régimen. El ideal de don Jaime Astarloa está fuera de la realidad y por
eso no se encarna en ninguna facción política. Sigue sus propias reglas que,
para el mundo real, resultan inocentes. Porque la inocencia de Jaime Astarloa
es clave para entender al personaje. Él tiene sus reglas y sus propias leyes de
conducta, de acuerdo. Pero para el resto del mundo son inoperantes. Porque ése
es el tema real de la novela. No es un conservadores versus progresistas.
Porque total, cualquier ideal político, por noble que sea, al final no vale
nada si quien lo sostiene se corrompe y se vende. Eso hace que las ideas
políticas queden en esta novela, en mi opinión, relativizadas —por mucho que
algunas ideas sean mejores que otras—. El tema de la novela me parece, en todo
caso, el mantener la honestidad de uno mismo, y el choque que se produce entre
un individuo idealista frente al realismo aplastante de la vida. Una sombra
quijotesca, sin duda, hay en la novela.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por si no se nota, me ha gustado
mucho el personaje. Y también la novela, claro. No puedo comentar nada del
final, salvo que a mí personalmente, al empatizar con el protagonista y ponerme
en su piel, me quedó un gusto agridulce. Por un lado, su mundo se desmorona. La
realidad es cruel y aplastante, y mira que advirtieron al maestro. ¿Es ser un
hombre honrado un idiota? Cuando llegué al capítulo octavo de la novela me hizo
sentir una soledad terrible al ponerme en la piel de don Jaime Astarloa. Pero
por otro lado… pareciera que <b>Pérez-Reverte</b> sienta piedad de su protagonista, y
le hará una concesión dulce. Si la quieren descubrir, lean <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El maestro de esgrima</i>. Es una buena novela de entretenimiento.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN_jaT88vtddsbwmlc9tpMv1c-TCxkpLsoG4AGghD589R0g37f7oXcGcsV_8_hsrpv6fJh9vgefaTRPb0w9GTed-PAvNm6ifbO5RYdH5Bcbptdl7498y5DuTJYPWKVQDacOhUfCWp6IS8/s1600/esgrima.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN_jaT88vtddsbwmlc9tpMv1c-TCxkpLsoG4AGghD589R0g37f7oXcGcsV_8_hsrpv6fJh9vgefaTRPb0w9GTed-PAvNm6ifbO5RYdH5Bcbptdl7498y5DuTJYPWKVQDacOhUfCWp6IS8/s320/esgrima.jpeg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
P.D: Sobre la película, está
considerada por algunos como la mejor adaptación de una novela de
<b>Pérez-Reverte</b>. Pero… me ha sabido a casi nada comparada con la novela.Además hay algún que otro cambio argumental.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Valoración: </b>Notable</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Te gustará si te gusta:</b> La historia
de España, el siglo XIX, el thriller policiaco, las novelas de pasiones, los
protagonistas caballerescos</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Fragmentos:</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: red;">(1)</span> Se le describe de esta guisa:</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"></span>A sus cuarenta años, soltero, apuesto y
—según afirmaban— poseedor de notable fortuna, jugador e impenitente mujeriego,
el marqués de los Alumbres era el prototipo del aristócrata calavera en que tan
pródiga se mostró la España
del XIX.</div>
</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: red;">(2)</span> Así pasaba la vida de don
Jaime… hasta que los acontecimientos se cruzaron en su camino</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Sin saber exactamente por qué, el maestro de esgrima se sentía derivar hacia
la melancolía. Por su carácter, más inclinado a recrearse en el pasado que a
considerar el presente, al viejo profesor le gustaba acariciar a solas sus
particulares nostalgias; pero esto solía ocurrir sin estridencias, de un modo
que no le causaba amargura alguna sino que, por el contrario, lo instalaba en
un estado de placentera ensoñación que podría definirse como agridulce. (…) Sobre aquello fiaba Jaime
Astarloa para conservar lo que él definía como serenidad: la paz del alma, el
único atisbo de sabiduría a que la imperfección humana podía aspirar.</blockquote>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: red;">(3)</span> Por ejemplo, aquí podemos ver
a don Jaime Astarloa en mitad de un cuadro costumbrista:</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
El sol caía vertical, haciendo ondular las imágenes sobre el adoquinado. Un
aguador pasó por la calle, voceando su refrescante mercancía. Sentada junto a
las cestas de legumbres y frutas, una verdulera resoplaba a la sombra,
apartando con gesto mecánico el enjambre de moscas que revoloteaba alrededor.
Don Jaime se quitó el sombrero para enjuagarse el sudor con un viejo pañuelo
que sacó de la manga. Contempló brevemente el escudo de armas bordado en hilo
azul —ya descolorido por el tiempo y los continuos lavados—, sobre la seda
gastada por el uso, y continuó su camino calle arriba, con los hombros
inclinados bajo el sol implacable. Su sombra era sólo una pequeña mancha oscura
bajo sus pies.</blockquote>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: red;">(4)</span> ¿No les recuerdan el inicio
de estas líneas, nada más empezar el capítulo 5, al famoso inicio de La Regenta?
</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Madrid se mecía a la siesta,
adormecido por los últimos calores del verano. La vida política de la capital
discurría sumida en la calma de un septiembre bochornoso, bajo nubes plomizas
que filtraban un sofocante torpor estival. La prensa oficialista, entre líneas,
daba a entender que los generales desterrados en Canarias seguían tranquilos,
desmintiendo que los tentáculos conspiradores se hubieran extendido a la Escuadra, que, a pesar de
malintencionados rumores subversivos, se mantenía, como siempre, leal a SU
Augusta Majestad. En lo referente al orden público, hacía ya varias semanas que
no se registraba en Madrid tumulto alguno, tras el ejemplar escarmiento dado
por la autoridad a los cabecillas de las últimas agitaciones populares, que
ahora tenían tiempo de sobra para meditar sus desvaríos bajo la poco acogedora
sombra del presidio de Ceuta.</div>
</blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: red;">(5)</span> Un momento de la novela que
me gustó mucho, y que quiero compartir con ustedes, sucede en el capítulo tercero. Se
produce cierta tensión entre ambos personajes cuando Adela de Otero le dice que
tiene que cambiarse, y don Jaime por un momento siente el deseo de
contemplarla, pero no hará tal cosa y se sentirá mal consigo mismo simplemente
por haber sentido esa tentación. Eróticamente sutil:
</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
—¿Dónde puedo cambiarme?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Don Jaime creyó descubrir un
escondido matiz de provocación en su voz; pero descartó el pensamiento, molesto
consigo mismo. Tal vez empezaba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sentirse
atraído en exceso por el juego, se dijo, disponiéndose mentalmente a rechazar
con el máximo rigor cualquier indicio de senil desvarío por su parte. Con
absoluta gravedad le indicó a la joven la puerta de una pequeña habitación
apropiada para tal menester, mientras se mostraba repentinamente muy interesado
en comprobar la solidez sospechosa de una de las tablas que formaban la tarima
del suelo. Cuando ella pasó por su lado camino del vestidor, la miró de soslayo
y creyó percibir una tenue sonrisa, obligándole de inmediato a pensar que se
trataba tan sólo de la pequeña cicatriz, que tan engañoso gesto imprimía en su
boca. Ella entornó la puerta tras de sí, dejándola entreabierta apenas dos
pulgadas. Don Jaime tragó saliva, intentando mantener su mente en blanco. La
pequeña rendija atraía como un imán su mirada. Mantuvo los ojos clavados en la
punta de los zapatos, luchando contra aquel turbio magnetismo. Escuchó crujir
de enaguas, y durante un segundo cruzó por su mente la imagen de una piel
morena en la cálida penumbra. Alejó de inmediato aquella visión, sintiéndose
despreciable.</div>
<<¡Por el amor de Dios! —su
pensamiento brotó en forma de súplica, aunque no estaba muy seguro de ante
quién la formulaba—. ¡Se trata de una dama!>></blockquote>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;"></span><!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
</w:Compatibility>
<w:BrowserLevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel>
</w:WordDocument>
</xml><![endif]--></div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com20tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-75987985756283103912017-01-01T17:35:00.000+01:002018-01-09T17:23:48.688+01:00Propósitos para el 2017<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
</w:Compatibility>
<w:BrowserLevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel>
</w:WordDocument>
</xml><![endif]--><br />
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:LatentStyles DefLockedState="false" LatentStyleCount="156">
</w:LatentStyles>
</xml><![endif]--><!--[if !mso]><img src="https://img1.blogblog.com/img/video_object.png" style="background-color: #b2b2b2; " class="BLOGGER-object-element tr_noresize tr_placeholder" id="ieooui" data-original-id="ieooui" />
<style>
st1\:*{behavior:url(#ieooui) }
</style>
<![endif]--><!--[if gte mso 10]>
<style>
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin:0cm;
mso-para-margin-bottom:.0001pt;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:10.0pt;
font-family:"Times New Roman";
mso-ansi-language:#0400;
mso-fareast-language:#0400;
mso-bidi-language:#0400;}
</style>
<![endif]-->
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No me gusta demasiado hacer propósitos literarios, y cuando
los hago son más bien vagos, sin concretarlos demasiado. Porque total,
difícilmente los voy a cumplir. De hecho, si recuerdan <a href="http://posadadellector.blogspot.com.es/2016_01_01_archive.html" target="_blank">mi entrada del año pasado</a>, me marqué tres objetivos:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>1- </b>Leer obras del teatro romántico español. Cualquiera, les
tengo ganas a todas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>2- </b>Leer clásicos de la ciencia-ficción</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>3- </b>Leer una saga de literatura fantástica, concretamente la Dragonlance.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Bueno, pues sólo he podido cumplir un poco la segunda. Me
leí<i> El pueblo</i>, de <b>Zenna Henderson</b>. Pero… me pasó algo con esa lectura. En
realidad eran dos obras reunidas en un tomo. Fue un libro que me costó un poco
terminarlo, iba haciendo pausas mientras lo leía, y en cada pausa me leía
alguna otra novela intercalada. No terminó de engancharme. Sin embargo, no me
arrepiento de haberlo leído tampoco. Pero ya le dedicaré una entrada a esta
novela en mi blog en este 2017. El caso es que quedé agotado con esta novela, y
no pude hacerle hueco a algún otro clásico de la ciencia-ficción.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Respecto a los puntos 1 y 3, sencillamente no encontré
momento para ello. Y sí, ya sé que me lo propuse, pero ¿entienden por qué les
digo que me cuesta cumplir mis propósitos? Este año 2016 que se nos ha ido ha
sido un buen año para mí, e intenso. Y por suerte y por desgracia, no todo gira
alrededor de las lecturas. Los quehaceres de la vida nos reclaman, como también
otras aficiones, pues no sólo de literatura vive el hombre. Así que, entre que
no he tenido mucho tiempo, y que por ende me han apetecido o bien novelas
ligeras o bien cortas en su extensión, ni me he puesto a leer la saga de la Dragonlance como tenía
previsto ni a leer obras del teatro romántico español.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero no crean que ha sido un año estéril de lecturas. Me he
estrenado con algunos autores, como <b>Marguerite Duras</b>, <b>Jenn Díaz</b> o <b>Alessandro
Baricco</b>, entre otros muchos —pero he citado los primeros que me han venido a la
cabeza—. ¿Que qué me han parecido? No es el momento de desvelarlo ahora. Habrá
reseñas en este 2017. Volviendo al tema, me he estrenado con autores que no
tenía pensado leerme, al menos a corto plazo. Pero los libros son así: algunos
se te acumulan durante años por mucho que digas que los vas a priorizar, y
otros caen en tus manos sin comerlo ni beberlo por cosas del azar, y a la que
te das cuenta ya llevas medio libro leído.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Así que ya ven, al menos en mi caso es un poco absurdo
marcarse propósitos ni aunque estos sean difusos y abiertos, y consistan
únicamente en leer cualquier obra de cualquier género. Pero como la literatura
no es algo serio —y ahí radica su grandeza—, y como “leer no admite
imperativos” —me parece que decía Borges, o al menos a él le atribuyen la
frase—, tampoco está mal marcarse un propósito literario siempre que te lo
tomes como algo orientativo. O sea: que si lo incumplo da igual.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Así que mantendré exactamente el mismo propósito que el año
anterior: para este 2017 me gustaría leer una saga fantástica , clásicos de la
ciencia ficción y clásicos de nuestro teatro romántico español. Concretando
más, mi intención es empezar la saga de la <i>Dragonlance</i>, leerme
<i>1984 </i>de <b>George Orwell </b>—verlo reseñado en <a href="http://fjp.es/1984-george-orwell/" target="_blank">el blog de Javi</a> me recordó que era una
lectura prioritaria—, y respecto al romanticismo, pues le tengo especial ganas
al <i>Don Juan Tenorio</i> de <b>Zorrilla </b>—pero a saber si no me da por alguna otra
obra, qué se yo, de <b>Espronceda </b>o <b>García Guitiérrez</b>—. Son tres lecturas que me gustaría hacer este 2017. Pero que lo cumpla es
otra historia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5-Be2oGBiuAh-VNtB-FBd68-2ZDD8pHDT9g2QIhw9iUc1LE3r87EZgGy1WzShANfbhj8tlFMuoAd7OFrHauC4kXlow87Wij-90HOn79dieYRl_XYjOjnslf3qsppsxnHWShmWRi3CXxg/s1600/2017.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5-Be2oGBiuAh-VNtB-FBd68-2ZDD8pHDT9g2QIhw9iUc1LE3r87EZgGy1WzShANfbhj8tlFMuoAd7OFrHauC4kXlow87Wij-90HOn79dieYRl_XYjOjnslf3qsppsxnHWShmWRi3CXxg/s320/2017.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-5782044255723173872016-11-19T22:24:00.000+01:002016-11-19T22:25:32.334+01:00TAG literario II<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
</w:Compatibility>
<w:BrowserLevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel>
</w:WordDocument>
</xml><![endif]--><br />
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:LatentStyles DefLockedState="false" LatentStyleCount="156">
</w:LatentStyles>
</xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]>
<style>
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin:0cm;
mso-para-margin-bottom:.0001pt;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:10.0pt;
font-family:"Times New Roman";
mso-ansi-language:#0400;
mso-fareast-language:#0400;
mso-bidi-language:#0400;}
</style>
<![endif]-->
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRIZQ996Tq0AADf1p97tbVOK1LAhLZPSN3gWGl-16qhr6vN_5HNYa4kKT9dkrxRZtgojosdva8ifiq96OHJEXkMmfjFOYV3qSmVOrRXolmiJax9eYsmoxk0zSV-ut1NPX7xcqfx6wXk_g/s1600/TAG.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRIZQ996Tq0AADf1p97tbVOK1LAhLZPSN3gWGl-16qhr6vN_5HNYa4kKT9dkrxRZtgojosdva8ifiq96OHJEXkMmfjFOYV3qSmVOrRXolmiJax9eYsmoxk0zSV-ut1NPX7xcqfx6wXk_g/s320/TAG.png" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
He sido nominado en el blog <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a href="http://lecturadebuhardilla.blogspot.com.es/" target="_blank">Lectura de Buhardilla, de Moria</a> —un blog literario que os
recomiendo seguir, sin duda— para participar en un concurso-cadena. Y para mí
ha sido un honor, así que debo corresponder a este hecho abriendo hoy La posada del
lector.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin embargo, no me gusta nominar a nadie, pero quien quiera coger estas
preguntas realizadas por Moria y responderlas en su blog puede hacerlas. Se
supone que yo tengo que dar unas preguntas nuevas, pero ahora mismo estoy
espeso y no me apetece ponerme a pensar —sí, hoy estoy flojo—. Y si queréis
participar en el concurso tal y cómo se tiene que participar, os remito <a href="http://lecturadebuhardilla.blogspot.com.es/2016/11/once-datos-y-un-logo-guay-liebster-award.htm" target="_blank">aquí</a>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin más dilación, paso a
responder las preguntas.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>I.</b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> ¿Rústica o cartoné? ¿Por qué?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pues depende. Si se trata sólo de
la tapa y no del tamaño, pues que sea siempre cartoné. Se conserva mejor la
tapa con el paso de los años. Pero normalmente sucede que la mayoría de libros
de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bolsillos, que son económicos y en
tapa blanda, son pequeñitos. Y yo los prefiero pequeñitos por problemas de
espacio. Y los que tienen tapa dura suelen tener un tamaño mayor. No digo que
sea siempre así, pero es lo más habitual que veo. Así que entre tapa dura o
blanda prefiero la dura. Pero antes, entre tapa y tamaño elijo tamaño.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br />
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">II.</span> ¿Has dejado alguna vez algo
guardado dentro de un libro y lo has encontrado al cabo de un tiempo? En caso
afirmativo, ¿te apetece relatar la experiencia?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pues la verdad es que no. Qué
pocas sorpresas le doy a mi yo del futuro…</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br />
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">III. </span>¿En qué espacio natural
preferirías leer, y por qué? Orilla del lago, de la mar, un rincón en el
monte...</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me doy cuenta de que me da<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cosa tener un libro en un sitio cerca del
agua, por si se me puede mojar en un accidenteXD Así que mejor en un lugar
montañoso.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSQ3VCXcAXihAmS6ps6VnLXm0Vbx0pVRG1HDKldyPDPlU76zE7scyXiAGZbDuQ_4JPzmRtIVApLzywtISI2L3VFc9xk0qyd79YqdY4eUK1REJWlumMeSEbGwWGUIil7NdSBX0Ftqul9YM/s1600/Mujer+leyendo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSQ3VCXcAXihAmS6ps6VnLXm0Vbx0pVRG1HDKldyPDPlU76zE7scyXiAGZbDuQ_4JPzmRtIVApLzywtISI2L3VFc9xk0qyd79YqdY4eUK1REJWlumMeSEbGwWGUIil7NdSBX0Ftqul9YM/s320/Mujer+leyendo.jpg" width="222" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">IV.</span> Viendo el panorama actual de
la literatura, ¿en tu opinión qué crees que necesita: el resurgir de un género,
un bombazo nuevo, una vuelta al clasicismo...?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Creo que lo que hacen falta son
buenas novelas, independientemente del género. Y cuanta más variedad de géneros
mejor. Y siempre revisar siempre los clásicos, que a mí pocas veces me
decepcionan.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br />
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">V.</span> Actualmente el conocido
"Genre-busting" -creo que se dice así- está muy a la moda entre
escritores noveles y consiste en un mix de varios géneros en un libro, ¿qué
opinas de ello? ¿Qué géneros te gustaría mezclar entre sí?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Creo que la mezcla de géneros no
es nueva, siempre ha existido en mayor o menor medida. Y sí, me encanta que se
mezclen y se confundan géneros. Dando por obvio, claro está, que debe tratarse
de una buena obra. Pero sí, mezclas de géneros sí.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br />
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">VI. </span>¿Cómo sería tu estantería o
librería ideal?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una muy grande en la que me quepa
de todo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br />
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">VII.</span> ¿Eres más de marca-páginas,
de servilleta de papel / cualquier trocito que encuentres, o de doblar las
esquinas?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo dije en un tag interior, llevo
un folio doblado por la mitad y voy anotando cosas de la lectura a medida que
leo. Cosas como impresiones, ideas, recuerdos de otras novelas…</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br />
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">VIII.</span> ¿Sueles leer algún tipo de
revista especializada? En caso afirmativo, ¿cuál?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hace años, alguna vez compré la
revista Qué leer. Pero al final, entre la crisis, que no puedo acumular tanto
en casa y lo que tengo que leer, pues dejé de comprarla.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br />
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">IX.</span> Si pudieses volver a tu
niñez, cambiarías algo en los comienzos de tu gusto por la lectura?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me hubiera gustado tener más
estímulos como lector no de niño —mi madre me compraba cuentos—, pero sí de
adolescente. Me gustaba leer, pero no tenía a nadie que me guiara, en mi
familia no se leía, tampoco tenía amigos lectores, ni internet ni redes
sociales para contactar con otros adolescentes lectores. Así que no pasaba de
la novela juvenil que me mandaban en el instituto —algunas eran horribles, por
cierto ¿debería hacer una entrada recopilando esas lecturas que no me gustaron?—,
y me pasé unos años de mi vida en los que hubiera estado bien tener una guía, y
no verme aislado.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br />
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">X. </span>Se habla mucho del
"decaimiento" de la lectura en formato electrónico, ¿cómo crees que
repercute o repercutiría en los escritores noveles que también se decantan por
la autoedición?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sinceramente, no tengo ni idea de
este tema. ¿Está decayendo la lectura en formato electrónico? No tenía ni idea,
se suponía que cada vez habría más lectores de ebook.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><br />
<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">XI.</span> ¿Qué libro me recomendarías?¿Y
por qué?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Creo que lo dije en una entrada,
me cuesta mucho recomendar a ciegas y así para el público lector en general,
porque no creo que se pueda hacer una buena recomendación sin conocer el gusto
previo de cada uno. Pero sí puedo hablar de obras que a mí, personalmente, me
han marcado. Si tuviera que elegir un libro que me marcó, y aprovechando que lo
reseñé, diré que<a href="http://posadadellector.blogspot.com.es/2015/06/cyrano-de-bergerac-de-edmond-rostand-o.html" target="_blank"> Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand</a>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Que por qué? Pues porque la obra
te emociona, porque la declaración de Cyrano bajo el balcón me parece una de
las escenas amorosas más bellas de la literatura, porque en Cyrano nos encontramos
con una vida tan absurda como aleatoria, porque no existe la decisión perfecta.
Todo eso y más vi en Cyrano, pero no me enrollo, que para eso ya lo hice en su
entrada correspondiente.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim0fsvphbPHeImbwXw94C0vYBT2CUh9lfsNyZegH4QYxLzC3t-3IHlUHQJm3ed-UKSkT1CUI5JZQwhPLaA85G_vV7tbaf6_od6JK7UO27KIHBMOrdbRD8vCmqJt4ICEsYOMaLtUOCEe8Y/s1600/cyrano-v.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim0fsvphbPHeImbwXw94C0vYBT2CUh9lfsNyZegH4QYxLzC3t-3IHlUHQJm3ed-UKSkT1CUI5JZQwhPLaA85G_vV7tbaf6_od6JK7UO27KIHBMOrdbRD8vCmqJt4ICEsYOMaLtUOCEe8Y/s320/cyrano-v.jpg" width="250" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esto ha sido todo. Estas
preguntas las puede coger quién quiera.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hasta la próxima, apreciados lectores.</div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-78042381735283331772016-09-28T01:00:00.002+02:002018-10-18T22:30:57.065+02:00El abuelo que saltó por la ventana y se largó, de Jonas Jonasson. O un protagonista de cartón que suma gags entrando en bucle<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
</w:Compatibility>
<w:BrowserLevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel>
</w:WordDocument>
</xml><![endif]--><br />
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:LatentStyles DefLockedState="false" LatentStyleCount="156">
</w:LatentStyles>
</xml><![endif]--><!--[if !mso]><img src="https://img1.blogblog.com/img/video_object.png" style="background-color: #b2b2b2; " class="BLOGGER-object-element tr_noresize tr_placeholder" id="ieooui" data-original-id="ieooui" />
<style>
st1\:*{behavior:url(#ieooui) }
</style>
<![endif]--><!--[if gte mso 10]>
<style>
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin:0cm;
mso-para-margin-bottom:.0001pt;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:10.0pt;
font-family:"Times New Roman";
mso-ansi-language:#0400;
mso-fareast-language:#0400;
mso-bidi-language:#0400;}
</style>
<![endif]-->
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim19fCpV-QQ4Nl6iA36L8CzhxQoCRscOZCfOg2wc6wXV4VGqeNHkWY41AkzHzQNiyGg9vMkmnChf-Cjds9Lw2huS71ijstw1Bjs0kTsOlWEINAAQBLPNnvEjJyUUaZ12Vvd5COqutbfaA/s1600/Portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim19fCpV-QQ4Nl6iA36L8CzhxQoCRscOZCfOg2wc6wXV4VGqeNHkWY41AkzHzQNiyGg9vMkmnChf-Cjds9Lw2huS71ijstw1Bjs0kTsOlWEINAAQBLPNnvEjJyUUaZ12Vvd5COqutbfaA/s320/Portada.jpg" width="199" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ficha</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Título:</b> El abuelo que saltó por
la ventana y se largó</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Autor</b>: Jonas Jonasson</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Editorial:</b> Salamandra</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Número de páginas:</b> 413</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Encuadernación:</b> tapa blanda</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Lengua: </b>castellana</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Traducción: </b>Sofía Pascual Pape</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sinopsis (extraía de la
contraportada)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Momentos antes de que empiece la
pomposa celebración de su centésimo cumpleaños, Allan Karlsson decide que nada
de eso va con él. Vestido con su mejor traje y unas pantuflas, se encarama a
una ventana y se fuga de la residencia de ancianos en la que vive, dejando plantados
al alcalde y a la prensa local. Sin saber adónde ir, se encamina a la estación
de autobuses, el único sitio donde es posible pasar desapercibido. Allí,
mientras espera la llegada del primer autobús, un joven le pide que vigile su
maleta, con la mala fortuna de que el autobús llega antes de que el joven
regrese y Allan, sin pensarlo dos veces, se sube con la maleta, ignorante de
que en el interior de ésta se apilan, ¡santo cielo!, millones de coronas de
dudosa procedencia. Pero Allan Karlsson no es un abuelo fácil de amilanar. A lo
largo de su centenaria vida ha tenido un montón de experiencias de lo más
singulares: desde inverosímiles encuentros con personajes como <b>Franco</b>, <b>Stalin </b>o
<b>Churchill</b>, hasta amistades comprometedoras como la esposa de <b>Mao</b>, pasando por
actividades de alto riesgo como ser agente de la CIA o ayudar a <b>Oppenheimer </b>a crear la bomba
atómica. Sin embargo, esta vez, en su enésima aventura, cuando creía que con su
jubilación había llegado la tranquilidad, está a punto de poner todo el país
patas arriba.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Opinión personal</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El título ya es llamativo, no se
puede negar. Sugiere una aventura humorística y nos hace esperar a un
protagonista peculiar. Porque, ¿una persona mayor que salta por la ventana y se
larga del geriátrico? Pues sí, eso hará Allan Karlsson, el protagonista de la
novela que en su centésimo (¡centésimo!) cumpleaños, y celebrándose una fiesta en su honor
con la presencia de las autoridades locales, decide fugarse de la residencia en
la que está recluido. ¿Y por qué? Pues casi que porque sí,
porque Allan siempre ha sido un hombre fuera de lo común, y consideró que no
estaba del todo a gusto bajo la tutela de una enfermera. Así que saltará por la
ventana e iniciará un disparatado viaje sin rumbo concreto, al cual se le irán
sumando, paulatinamente, otros personajes tan pintorescos como el propio Allan.
A saber: un trabajador de estación de tren ladronzuelo, un vendedor de perritos
calientes que empezó a estudiar carrera tras carrera pero que siempre las iba
dejando justo antes de finalizarlas, o una mujer con una elefante como mascota.
Y una banda mafiosa que los persigue porque Allan robó una maleta repleta de
dinero. Y un detective que también los persigue porque, por allá donde pasa
Allan con su comparsa pintoresca, se siembra el caos. Toda una tropa, ya ven.
Hasta aquí, todo suena a que la novela promete, ¿verdad? Pues sí, el punto de
partida parece hilarantemente prometedor… pero a mí la lectura se me indigestó.
Definitivamente, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El abuelo que saltó por
la ventana y se largó</i> no me ha convencido. Así que habrá que abrir La
posada del lector, para que vuestro amigo Letraherido pueda explicarse.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Nada más empezar la novela, Allan
salta por la ventana y se da a la fuga. Así que la cosa empieza fuerte. Y con
un humor que podríamos calificar de absurdo, negro, extravagante, casi que hasta
surrealista, y que se mantiene a lo largo de toda la novela. Porque en la vida
real, Allan no hubiera llegado muy lejos, la historia no es realista. Pero no
lo digo como una crítica negativa, ya que es humor absurdo, ergo se trata de
suspender la incredulidad, y simplemente disfrutar de lo que se lee. El
realismo aquí carece de importancia. Así pues, en este contexto, no ha de
sorprender que Allan tenga como una especie de don que le hará siempre caer de
pie. Continuamente se verá metido en líos y siempre saldrá indemne de todos
ellos. Pero hay dos cosas más que caracterizan a Allan: la primera y más
destacada es su apoliticismo. Allan no querrá saber nada de política. Y por
citar sólo una frase de la novela: “Cuando Allan tomó asiento, Song Meiling
retomó lo que él más detestaba, a saber, una perorata política”. O también, así
es como Allan vio nuestra guerra civil española: </div>
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hubo un golpe militar de la
derecha, seguido por una huelga general de la izquierda. Más tarde se
celebraron elecciones generales. La izquierda ganó y la derecha se cabreó. ¿O
fue al revés? Allan no lo sabía. Comoquiera que fuese, al final estallo la
guerra.</div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
Y el segundo rasgo inherente a Allan
es que su mayor preocupación, lo que más le atrae en esta vida, es poder
sentarse a gusto y echarse un trago de aguardiente. Sí, parece una
contradicción en un personaje que se ha pasado toda la vida cambiando el curso
de la historia, y viviendo aventuras, y al que le encanta detonar cosas, tenga
como mayor afán sentarse a echar un trago de aguardiente. Y seguiremos a este
personaje con sus peripecias, que se dividirán en dos líneas temporales, ya que
los veintinueve capítulos junto al epílogo que estructuran la novela van
alternando la historia en presente de la fuga de Allan con sus episodios
biográficos, en los que se nos da cuenta de cómo el viejete ha
intervenido en acontecimientos importantes del siglo XX. Y en esta última línea
temporal desfilarán toda una serie de personajes históricos con los que Allan
llegará a interactuar. Y ahí tendremos a <b>Franco</b>, <b>Truman</b>,
<b>Stalin</b>, <b>Mao</b>, <b>Churchill</b>… Así pues, tenemos una narración escindida en dos líneas
temporales: pasado biográfico del protagonista y presente alocado con sus
nuevas aventuras.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Llegados a este punto, habiendo
explicado los rasgos más notorios de la obra, les debo responder a la
pregunta del millón: ¿qué me ha fallado en esta novela? ¿Ha sido el humor
absurdo? Pues no, ya he comentado que es indiferente que no sea una lectura
realista. Este humor te gusta o no te gusta, y créanme, he disfrutado con
películas, cómics y libros de un humor similar. De hecho, al leer las primeras
páginas de la novela me entusiasmé, porque me apetecía volver a leer algo así.
Pero seguí pasando páginas y la cosa se desinfló sin remedio, en pocas
ocasiones he llegado a sonreír. Se contarían con los dedos de una mano, y
sobraría algún dedo. Aunque el humor me parece algo tan personal y subjetivo
que no es el principal defecto que le achaco a la novela, ya que podría ser
cosa mía. Sí ha pesado mucho más en mi valoración, sin embargo, el personaje
protagonista, que no ha sido de mi agrado. De hecho, es uno de los
protagonistas que menos huella me ha dejado al leer una novela. ¿Es porque
Allan es apolítico y su única motivación es echar un trago? Pues a mí entender
no, no es eso lo que hace de Allan un personaje tan pobre. Porque para que un
personaje sea interesante en ningún caso le pido afiliación política. Y que su
única motivación sea echar un trago tampoco, en principio, debería ser un handicap.
Que un personaje esté bien o mal elaborado no depende de cosas tan nimias, que
al fin y al cabo serían rasgos de su personalidad. ¿Qué es lo que
me molesta entonces? Pues que por mucho ruido y destrozo que provoque Allan, me
parece uno de los personajes más apagados que jamás haya leído, aunque parezca
contradictorio esto que les cuento. Y que por mucho que Allan esté por encima de
los problemas políticos, resulta tan hueco por dentro que es imposible que esté
por encima de nada. Eso es Allan: insustancial y sin principios, sin el más
mínimo interés por ningún tema político o social. Y ese vacío de Allan no me despertaba
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ni empatía ni simpatía lectora a lo
largo de la novela, porque hay vacíos que llegas a comprender, vacíos incluso
que están llenos de sustancia y que a mí como lector me interpelan. Pero no ha
sido el caso de Allan. Y al igual que al principio de la novela me entusiasmé
con el humor absurdo —para después no resultar ser de mi agrado—, imaginé
también que Allan tendría algo entrañable, y más al ver que <b>Jonas Jonasson </b>se acordaba de su abuelo en la dedicatoria. Me pareció un gesto tierno, y supongo que por eso
imaginé que me encontraría con un personaje con cierta dosis de humanidad. Pero
qué va. No es el caso. De hecho, les contaré una cosa: yo leí esta novela por
el club de lectura de mi localidad. Y dos señoras de la tertulia comentaron
algo curioso. Una dijo que llegó a pensar “que Allan sería un robot” (¿?¿?),
porque “es que no parece humano por su apatía, y por tener cien años y tener
ese estado de forma”. Suena disparatado, pero comprendí su argumentación.
Normal que imaginase que podía ser un robot porque en Allan hay falta de
hondura psicológica. Casi que mejor hubiera sido que, efectivamente,
fuera un robot programado para vivir aventuras. Y total, tampoco hubiera
desentonado por el tipo de humor que la novela ofrece. La otra comentó que no entendía al personaje y que la única explicación para ella es que Allan "tuviera retraso mental" (sic). De nuevo, achaco tal argumento contundente no a la vehemencia de la señora, sino a que es un personaje que no acaba de estar bien construido.</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggboL9aaOyVyASZBecjIm3tzRT5iKrdK_3ObMcUXee8Sb-UwpzCXTP6LNbG0DHSpvgTU_etx4uMXCwniPSLH4xTXfKVQugOlHzmerX6RE0yiv9tmksMwThxgzOF58hGHBZvcnhGThXjNk/s1600/Jonas_Jonasson_10680.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggboL9aaOyVyASZBecjIm3tzRT5iKrdK_3ObMcUXee8Sb-UwpzCXTP6LNbG0DHSpvgTU_etx4uMXCwniPSLH4xTXfKVQugOlHzmerX6RE0yiv9tmksMwThxgzOF58hGHBZvcnhGThXjNk/s320/Jonas_Jonasson_10680.jpg" width="214" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Jonas Jonasson</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
“Y vale, Letraherido”, me diréis, “pero parece
que ahora estés pretendiendo juzgar una novela metafísica, y sabes que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El abuelo que saltó por la ventana y se largó</i>
es pura aventura, entretenimiento, no pidas lo que no se promete”. Y tendríais
razón. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El abuelo que saltó por la ventana
y se largó</i> es una novela humorística de aventuras, sin más. Escrita con el
objeto, grosso modo, de entretener. Pero creo que incluso en una novela de
entretenimiento los personajes tienen que tener un mínimo de enjundia —que no necesariamente
afiliación política, vuelvo a aclarar—. Pido que al menos se disimule que Allan
sea un mero instrumento del autor para crear historias rocambolescas. Y esa
neutralidad ante la vida, tal y como nos la moldea <b>Jonas Jonasson </b>en su novela,
me acaba pareciendo extremadamente vaporosa e incluso antipática. Por poner un
ejemplo, en un momento de la novela se dirá que Allan<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“ni siquiera sabía si era de izquierdas o de
derechas. De uno de los dos bandos sería, desde luego, porque si algo había
aprendido Allan a lo largo de su vida era que la gente se empeñaba en pensar de
una manera u de otra”. Y de acuerdo, puedo entender por dónde va la crítica,
puedo entender que es un alegato en contra del encasillamiento mental, de la
necesidad imperiosa de tener que dar opiniones certeras, de posicionarnos en un
lado de la barricada sobre cualquier tema. De acuerdo, aceptemos pulpo como
animal de compañía. Pero para que esa crítica cobrara algún sentido, al menos para mí,
debería apelar al pensamiento matizado, a la calma reflexiva, sin presiones ni
prisas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y en la novela que nos ocupa no
es sólo que Allan no se empeñe en pensar de una manera u otra, es que
directamente Allan no piensa. Suena tajante, pero es así. ¿Tal vez la novela
sea, pues, un alegato a favor de la acción? ¿De vivir la vida de forma más
irreflexiva ya que el exceso de pensamiento nos podría paralizar? No lo sé. Pero si
es así, sinceramente, yo he sido incapaz de verlo mientras pasaba las páginas.
Y si ha sido así, creo que el autor no ha sabido llevarlo a buen puerto. ¿Cómo
les podría explicar, apreciados lectores, lo que me falla en Allan? Quizás por
comparación. Hay quien ha señalado similitudes con la película <i>Forrest Gump</i>. Y
es normal, yo también me acordaba de la película mientras leía la novela. Hay
similitudes como el hecho de que <i>Forrest Gump </i>es una película biográfica al igual que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El abuelo que saltó por la ventana y se
largó</i>. Los dos personajes protagonistas son peculiares, distintos. Ambos
están presentes en acontecimientos históricos, conocerán a personajes claves, y
no son conscientes de que sus acciones cambiarán al rumbo de la historia. Pero
la película de <i>Forrest Gump </i>me gustó, y el personaje tenía un carisma que en
Allan no he visto. Quizás porque la película sí sabía tocar cierta tecla sentimental —y sin abusar excesivamente de ello tampoco, si la memoria no me falla, que bien podría ser— que <i>El abuelo que saltó por la ventana y se largó</i> no toca.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y bueno, ya les he contado sobre
Allan. Sobre el resto de personajes tampoco es que haya algo nuevo que aportar.
En la línea del presente, la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colla</i> estrafalaria
de personajes que acompañará a Allan está carente también de introspección.
Todos tienen algún rasgo hiperbólico que los define, y sus actuaciones irán
previsiblemente en consonancia con ello. Y de nuevo, con ninguno he logrado
sentir cercanía, como si más que personas me parecieran… ¿guiñoles funcionales?
Sí, algo así. Ningún personaje, por lo tanto, evolucionará a lo largo de la
novela. Ni siquiera Allan pese a que con él recorreremos su biografía, no
hallando ninguna diferencia entre el Allan joven y el Allan centenario.
Por lo tanto, tendremos en la línea de presente una tropa de personajes que protagonizarán
gags y situaciones cómicas, una tropa creada expresamente para dicho cometido.
¿Y qué tendremos en la línea de pasado con los interesantes personajes
históricos que desfilan por ella? Pues algo similar. Los personajes —todos
ellos poderosos gobernantes históricos— me han parecido intercambiables unos
con otros. Tan intercambiables como las aventuras que Allan vive en uno u otro
lugar geográfico-temporal. Apenas existen diferencias perceptibles histórico-culturales
en los distintos países en los que se mueve Allan. Es por eso que ni la línea
de pasado ni la de presente han resultado de mi agrado, porque en ambas me encontraba
situaciones repetitivas. Es como si el autor haya pegado escena más escena más
escena más escena… y así sucesivamente, en bucle. Tuve la sensación de que
<b>Jonasson </b>decidió ir concluyendo la novela cuando se le acabaron los gags. Y aún
así también tuve la sensación de que <b>Jonasson </b>aún<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>la hubiera alargado de haber tenido más gags en la chistera. Se me
hicieron las cuatrocientas páginas largas. Creo que ni la historia daba para
tanto ni el autor ha sabido del todo mantener la tensión, quizás porque la
alternancia de las dos líneas temporales paralelas te sacaban también de un
hilo principal.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y claro, entre que no me
convencen los personajes, el humor no ha conectado conmigo, las aventuras
rápidamente dejan de interesarme y que la estructura me ha parecido pesada, pues
ya tenemos la explicación de por qué no he disfrutado de la novela. ¿Me olvido
algo? Ah, sí. No les he contado nada aún de la prosa de <b>Jonas Jonasson</b>: es
directa, y hasta televisiva diría—no en vano, <b>Jonasson </b>es productor de
televisión—. Describiendo lo justo, sin recreaciones. O más que describiendo,
mostrando. Un pequeño ejemplo:</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De pronto, el carro blindado se
detuvo en seco. Los tres pasajeros se apearon. Estaban en un aeropuerto
militar, delante de algo que posiblemente fuera el edificio que alojaba al
estado mayor.</div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
No es ninguna maravilla la prosa,
y tampoco es rica en adjetivos. De todas formas, cuando se trata de pasarlo
bien en una novela de aventuras no soy exigente con la pluma de un autor. Pero
al no haber disfrutado de las aventuras en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
abuelo que saltó por la ventana y se largó</i>, la prosa de <b>Jonasson </b>me ha
supuesto otro punto negativo que no he podido pasar por alto.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Antes de concluir, una última
aclaración sobre la novela. La he definido anteriormente como “una novela de
aventuras, sin más”. Pero estrictamente, sí hay crítica social. Aunque poca,
tibia y superficial. <b>Jonas Jonasson </b>no se moja demasiado, ni entra a fondo en
ningún tema concreto. La crítica está, se la deja ver, pero al cerrar el libro
no es algo que retengas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En definitiva, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El abuelo que saltó por la ventana y se
largó</i> es un best-seller a nivel mundial. Su autor, siguiendo la estela de
este primer éxito, ha escrito dos novelas más: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La analfabeta que</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">era un genio de los números</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
matón que soñaba con un lugar en el paraíso</i>. Aunque no las he leído, por
los títulos a priori parece ser que encontraremos novelas similares a la que
nos ha ocupado. Y como he dicho anteriormente, el humor es algo muy personal.
Conozco a gente que, al contrario que yo, ha podido disfrutar de la novela y se
ha echado unas buenas risas, así que seguramente disfrute de estas otras dos
novelas de <b>Jonasson</b>. Pero yo personalmente las dejaré pasar.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Valoración:</b> Suspenso</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Te gustará si te gusta:</b> el humor
absurdo, las aventuras disparatadas.</div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com27tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-63353595483442675062016-08-11T00:04:00.001+02:002016-08-11T00:05:41.652+02:00Filología según el Diccionario de Autoridades<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgumPA45lol-6YAUzMmeAhKM67TxIflCGD1XnO3RTUp5DQ9U4QuOVl6aP8zrR0Pa0uaAFQ4l_bBBRtc_je-mnkNCtquOPdYq09tOwkXjcVpOgR-pgft5lGp5hypOft_WoIPEGUlf8oXQLM/s1600/Dicionario+autoridades.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgumPA45lol-6YAUzMmeAhKM67TxIflCGD1XnO3RTUp5DQ9U4QuOVl6aP8zrR0Pa0uaAFQ4l_bBBRtc_je-mnkNCtquOPdYq09tOwkXjcVpOgR-pgft5lGp5hypOft_WoIPEGUlf8oXQLM/s320/Dicionario+autoridades.jpg" width="208" /></a></div>
<br />
<span class="titul">Diccionario de Autoridades - Tomo V (1737)</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
<span style="font-size: large;"><span class="lemma"><span style="color: red;">PHILOLOGÍA</span>.</span>
s. f. Ciencia compuesta y adornada de la Gramática, Rhetórica,
Historia, Poesía, Antigüedades, Interpretación de Autores, y
generalmente de la Crítica, con especulación general de todas las demás
Ciencias. Es voz Griega. Latín. <i>Philologia.</i></span></blockquote>
Para más consultas, <a href="http://web.frl.es/DA.html" target="_blank">aquí</a>. </div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-20386900915155672832016-07-28T01:21:00.003+02:002019-07-08T22:33:56.833+02:00El Chico que imitaba a Roberto Carlos, de Martín Casariego Córdoba. O la reafirmación de lo que a uno le gusta<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
</w:Compatibility>
<w:BrowserLevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel>
</w:WordDocument>
</xml><![endif]--><br />
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:LatentStyles DefLockedState="false" LatentStyleCount="156">
</w:LatentStyles>
</xml><![endif]--><!--[if !mso]><img src="https://img1.blogblog.com/img/video_object.png" style="background-color: #b2b2b2; " class="BLOGGER-object-element tr_noresize tr_placeholder" id="ieooui" data-original-id="ieooui" />
<style>
st1\:*{behavior:url(#ieooui) }
</style>
<![endif]--><!--[if gte mso 10]>
<style>
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin:0cm;
mso-para-margin-bottom:.0001pt;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:10.0pt;
font-family:"Times New Roman";
mso-ansi-language:#0400;
mso-fareast-language:#0400;
mso-bidi-language:#0400;}
</style>
<![endif]-->
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdA7SNpEt6AubLknI9sESTVEVyyUb5stovep82anhdwpfPG279-FctQF_24JDKWg_M9esyNkACrhWvkfI1zcp1Ifih0C2tmsWp5NunbsuXIUOhFNlne3zkjulRk2JMTw9aIFh1oC3N_-M/s1600/Portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdA7SNpEt6AubLknI9sESTVEVyyUb5stovep82anhdwpfPG279-FctQF_24JDKWg_M9esyNkACrhWvkfI1zcp1Ifih0C2tmsWp5NunbsuXIUOhFNlne3zkjulRk2JMTw9aIFh1oC3N_-M/s320/Portada.jpg" width="184" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ficha</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"><b>Título:</b> El Chico que
imitaba a Roberto Carlos</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"><b>Autor:</b> Martín
Casariego Córdoba</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"><b>Editorial:</b> Anaya</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"><b>Nº de páginas:</b> 186</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"><b>Encuadernación: </b>tapa
blanda</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"><b>Lengua:</b> Castellana</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sinopsis (extraída de
la web del autor)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"><span style="color: black;">Son los meses de verano en un barrio
modesto de una gran ciudad. El narrador y Alber se entretienen haciendo
pintadas reivindicativas. El narrador tiene como modelo a su hermano mayor, un
chico solitario enamorado de Sira. En las fiestas, el hermano mayor canta
canciones de <b>Roberto Carlos</b>, lo que le vale las burlas de los chicos de su
edad. Cuando Alber y el narrador, por una tonta apuesta, tienen que hacer una
pintada en la casa nueva del prohombre del barrio, el chico que imita a <b>Roberto
Carlos </b>les ayudará</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Visión personal de
Martín (extraído de la web del autor)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"><span style="color: black;">Bastantes años
antes, había escrito un relato que permanece inédito sobre dos amigos que viven
en la periferia y se dedican a hacer pintadas de protesta, y en el que uno de
ellos se enamoraba platónicamente de una chica mayor que, lógicamente, no le
hacía ni caso. El mundo de las pintadas me había atraído a partir de un
artículo de la desaparecida revista <i>Sur Exprés</i>. A eso se sumó
posteriormente el deseo de escribir sobre dos hermanos, sobre los lazos de la
fraternidad, y sobre lo misterioso que puede resultar el mundo de los mayores
para quien aún no es adulto. También, el recuerdo del único perro que hemos
tenido en mi familia, alguna noticia periodística que refleja lo absurda que
puede ser la vida, y la reflexión de que lo que importa es cómo somos en
realidad, y no las etiquetas que tan fácilmente nos cuelgan o nos colgamos. En
las primeras líneas explico –mediante la voz del hermano pequeño, el narrador–
qué debe ser la literatura para mí: una mezcla de aprendizaje y diversión, de
conocimiento y placer. Cuando la estaba corrigiendo, el Madrid fichó a <b>Roberto
Carlos</b>. Ahora, claro, todo el mundo, sobre todo los jóvenes, cree que la novela
tiene algo que ver con el futbolista. A éste, por cierto, le pusieron ese
nombre en honor al cantante al que se refiere el título. Prácticamente nada de
lo que les ocurre al narrador o al chico que imitaba a <b>Roberto Carlos </b>me ha
ocurrido a mí, y el barrio en el que he crecido es muy diferente al suyo. Sin
embargo, emocionalmente, la considero casi una novela autobiográfica. Quizá ésa
sea la razón por la que evité dar un nombre a los dos hermanos protagonistas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: black; mso-bidi-font-size: 9.0pt;">Extraído
de:</span><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"> <a href="http://www.martin-casariego.com/Novela/elchicoa.htm">http://www.martin-casariego.com/Novela/elchicoa.htm</a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Opinión personal</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">A pesar de que mi
adolescencia año tras año vaya quedando más lejana, aún me sigue gustando la
literatura juvenil, qué le voy a hacer. Quizás porque la adolescencia es una
época de transición fundamental en la vida de cada uno, una época en la que
cada vez más se pisa un mundo adulto pero sin prácticamente experiencia todavía.
Así que de vez en cuando vuelvo a novelas juveniles, pero eso sí: con los años
cada vez cribo más. No me vale cualquier novela—demasiadas están llenas de
clichés, un tono excesivamente moralista y una historia ramplona—, y busco
alguna que destaque. No hace falta que sea una obra maestra, basta con que me
deje buen sabor de boca. De <b>Martín Casariego Córdoba </b>tuve como lectura
obligatoria de tercero de la ESO <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Qué</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> poca
prisa se da el amor</i>. Y no estuvo mal —quizás algún día haga una entrada
recopilatoria de las novelas juveniles obligatorias que sí estuvieron mal—. Así
que cuando cayó en mis manos esta otra novela de la que nos ocuparemos hoy, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El chico que imitaba a Roberto Carlos</i>, decidí
leerla. Porque, a parte de que conocía al autor, leyendo la sinopsis intuí que
la novela podía ser agradable a mi gusto personal. El título también me resultó
llamativo, me pareció sugerente. Así que me toca abrir La posada del lector
para compartir con ustedes la lectura.</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilcvNPNLfNrbHtrrr0SqLdcsXNXBT5ENZEYeBUkAqKFhoz_pN7vaKLSA7riWl98M7LqIC2PdtSkpW92MhVGR01SSJiJEfy0dJI1KlYW2wYhk8IUjwgLm6FS9HJDFNwSo3LgYcNxHPQ-4g/s1600/Martin+Casariego-Nines+Minguez-2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilcvNPNLfNrbHtrrr0SqLdcsXNXBT5ENZEYeBUkAqKFhoz_pN7vaKLSA7riWl98M7LqIC2PdtSkpW92MhVGR01SSJiJEfy0dJI1KlYW2wYhk8IUjwgLm6FS9HJDFNwSo3LgYcNxHPQ-4g/s320/Martin+Casariego-Nines+Minguez-2.jpg" width="213" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Martín Casariego Córdoba</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:LatentStyles DefLockedState="false" LatentStyleCount="156">
</w:LatentStyles>
</xml><![endif]--><!--[if !mso]><img src="https://img1.blogblog.com/img/video_object.png" style="background-color: #b2b2b2; " class="BLOGGER-object-element tr_noresize tr_placeholder" id="ieooui" data-original-id="ieooui" />
<style>
st1\:*{behavior:url(#ieooui) }
</style>
<![endif]--><!--[if gte mso 10]>
<style>
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin:0cm;
mso-para-margin-bottom:.0001pt;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:10.0pt;
font-family:"Times New Roman";
mso-ansi-language:#0400;
mso-fareast-language:#0400;
mso-bidi-language:#0400;}
</style>
<![endif]--><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">El chico que imitaba a Roberto
Carlos</span></i><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"> es una novela no muy extensa,
de 39 capítulos breves —y sin título—, con un personaje principal de catorce
años que nos narra los acontecimientos, y del cuál no se sabe el nombre. Dicho
personaje tiene un hermano mayor, de dieciocho años, que resulta ser el
protagonista de la novela —por algo es el quien da el título a la obra—,
y al que se le nombra siempre como “el Chico que imitaba a Roberto Carlos”. Y
no, no es lo mismo personaje protagonista y personaje principal. La mayoría de
las veces ambos concepto coinciden en un mismo personaje, pero no siempre, como
en el caso de esta novela. Y como era también el caso de <a href="http://posadadellector.blogspot.com.es/2015/12/la-ley-de-la-calle-de-susan-ehinton-o.html" target="_blank"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La ley de la calle</i></a>, de <b>Susan E.Hinton</b>. Novela esta última que me
pareció una influencia clara para <b>Martín Casariego</b> <b>Córdoba</b>, y que confirmé
viendo <a href="https://www.youtube.com/watch?v=NHVAWJbeRW0" target="_blank">esta entrevista al autor en Página 2</a> —lo pueden escuchar por boca del
autor a partir del minuto 4—. A parte de que ambas novelas son juveniles-realistas
en las que se tocan temas sociales, la mayor similitud está en la presencia de
los dos protagonistas: ambos son hermanos mayores que sirven como guía
y ambos son distintos al resto de personajes de su ambiente, y de ninguno
conocemos el nombre. Hasta el Chico que imitaba a Roberto Carlos también
conduce una motocicleta, concretamente una Rieju, y mientras leía me lo
figuraba aún más si cabe como El chico de la moto de <a href="http://posadadellector.blogspot.com.es/2015/12/la-ley-de-la-calle-de-susan-ehinton-o.html" target="_blank"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La ley de la calle</i></a>. Además, está el final… del cuál no digo nada
para no spoilear, pero me parece otra similitud evidente. Ambos personajes,
pues, se podrían insertar en un mismo estereotipo. Pero no crean por ello que
estos dos protagonistas son como dos gotas de agua —así como tampoco
lo son, ni mucho menos, las dos novelas—. El Chico de la moto era más
misterioso, ausente y hermético que el protagonista de la novela que nos
ocupa. El Chico que imitaba a Roberto Carlos es más terrenal, cercano y cálido,
y hay algo especialmente que me gusta de este personaje —y es algo que me gusta
encontrarme en cualquier obra literaria, un gusto personal muy mío—: la
ambigüedad entre ser grandioso y ser patético, entre ser un héroe o un
pringado. Aunque en este caso la ambigüedad es pequeña, ya que el personaje
está más inclinado hacia la parte positiva y heroica. El Chico que imitaba a
Roberto Carlos es difícil que caiga mal, es difícil que no guste y que no te
encariñes con él. Tengo la sensación de que está hecho expresamente para
gustar. Y a mí me gusta. Porque, ¿cómo es el Chico que imitaba a Roberto
Carlos? Se trata de un personaje amante de la literatura y de la escritura, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>introvertido ——que no antisocial— <span style="color: red;">(1)</span>, con
férreos principios idealistas <span style="color: red;">(2)</span>, y cuya sensibilidad choca con el bronco
ambiente del barrio en el que vive. Y ya el simple hecho de que, haciendo honor
a su nombre, imite al cantante <b>Roberto Carlos</b> —poco popular, obviamente, entre
la juventud— le hace ser raro a ojos de los demás, pero el Chico que imitaba a
Roberto Carlos es un claro símbolo de autoafirmación en uno mismo, en no renunciar
a lo que eres ni a lo que te gusta o te hace sentir <span style="color: red;">(3)</span>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">Así que ya ven, la novela gira sobre este personaje que da título a la
obra. Pero ya les digo que el Chico que imitaba a Roberto Carlos es el
protagonista, mas no el personaje principal, ya que éste era, les decía, su
hermano menor de catorce años del que tampoco se sabe el nombre. Él será la voz
que nos narrará la historia, una voz acorde a la edad del personaje. Este joven
de catorce años, a parte de su hermano, tendrá un amigo inseparable, Alber, que le
acompañará durante todo el tiempo que dure la novela, es decir: durante todo un
verano. Porque será durante la estación veraniega que se desarrollará la
acción, y este hecho tiene más importancia en la novela de lo que aparentemente
pueda parecer. Lo canta Sabina en una canción: “mi primer espejismo se llamaba
verano”, y es que para un niño o adolescente el verano tiene algo especial —o
así lo recuerdo yo—, y no sólo por la ausencia de las clases escolares. Hay un algo más. Porque
apreciados lectores ¿no recuerdan los veranos de la infancia/adolescencia
distintos de este verano que vivimos ahora? Yo sí. Quizás el hecho de que cada
verano era una nueva perspectiva —y da igual que finalmente sea un espejismo,
como canta Sabina—. O quizás es que, sin obligaciones escolares ni obligaciones
propias de la vida adulta, teníamos todo el tiempo libre para explorar cosas —y
explorarnos a nosotros mismos, tal vez—. Y es por eso que el verano tiene un
peso importante en esta obra de la que hablo. Ya de por sí la novela juvenil tiende en muchas
ocasiones a ser novelas de “crecimiento” para los personajes, un paso hacia la
madurez, y en <i>El</i> <i>chico que imitaba a Roberto Carlos</i> la estación veraniega contribuye a ello, y contribuye haciendo que la novela fluya mejor. Me gusta cómo Martín Casariego logra
que el verano se palpe en la novela, da buenas pinceladas que crean ese
ambiente veraniego mientras se narra la historia —como no poder dormir por el
calor, o desayunar tarde—, hasta el punto de que mientras leía recordaba yo
también mis veranos pasados.</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq6nymoET3t_PU7CguU8o6pgxvmJEYyeMSbunuCpKZRGeW1430jN0By7Z5d1cVcUmrrsbXS_2bN-psakKE2STgRdijKZWzOzAKn9ChnoLfkrbCIH4-6OPfulUGDcnba7gsEvEb4_bifTE/s1600/Rieju.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq6nymoET3t_PU7CguU8o6pgxvmJEYyeMSbunuCpKZRGeW1430jN0By7Z5d1cVcUmrrsbXS_2bN-psakKE2STgRdijKZWzOzAKn9ChnoLfkrbCIH4-6OPfulUGDcnba7gsEvEb4_bifTE/s320/Rieju.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Una rieju, la moto que llevará el Chico que imitaba a Roberto Carlos</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"></span><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">Pero no sólo el tiempo elegido para el transcurrir de la novela es
importante, también lo es el espacio: un barrio de clase media tirando a baja.
Y sirva de ejemplo para ello que la familia de nuestros personajes principal y protagonista
no irán de vacaciones. El poder adquisitivo no lo permite. Y ya que he citado a
la familia, un inciso: los padres de estos dos chicos aparecen en la novela,
pero en segundo plano. El foco en todo momento está en los jóvenes, algo muy
propio en las novelas juveniles en la que los adultos muchas veces son
testimoniales. Volviendo al lugar en el que se desarrolla la novela, pasar un
verano en casa, sin salir de tu barrio puede sonar poco excitante, pero en un
barrio pueden suceder muchas cosas, aunque aparentemente puedan parecer
anodinas. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El chico que imitaba a Roberto
Carlos</i> es una historia lineal, sin flashbacks ni flashfowards, pero va en
zig-zag, mostrando vivencias de los personajes, o historias del barrio. Por eso
la historia no decae y te mantiene frente a las páginas, pasándolas con ligereza
en una novela en la que predomina el diálogo. Los pensamientos del joven personaje principal y sus reflexiones acerca de lo que vive y ve también resultan
amenos y, de nuevo, apropiados a los de un chico de su edad que va madurando
<span style="color: red;">(4)</span>.</span>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">¿Y cuál es el tema central de la novela? Bueno, hay varios temas que van
apareciendo a lo largo de las páginas en pequeñas dosis, como una mescolanza
de carácter social: drogadicción, racismo —Alber es de tez oscura, de procedencia
mozambiqueña—, marginalidad o la especulación urbanística —y eso que cuando se
publicó el libro aún no habíamos llegado a la liberalización del suelo del año
98—.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">Y de carácter más emocional, están como temas presentes el amor y la
amistad. Todo esto serían pequeños temas secundarios, porque en realidad hay un
tema que para mí destaca muy por encima del resto: el ser uno mismo, el hacer
lo que uno cree, pese a que no sea aceptado por los demás. Tema que se encarna,
cómo no, en el personaje protagonista.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">El chico que imitaba a Roberlo
Carlos</span></i><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"> me ha gustado, aunque
le encuentro dos defectillos. El primero es el lenguaje. Como he comentado
anteriormente, está adaptado a un chico de catorce años, y por lo tanto es un lenguaje
coloquial y con argot de barrio, y no es que eso sea un problema, pero a veces me
parecía excesivo. Y algunas expresiones que sonarían cotidianas
entonces no sé si han envejecido bien. El segundo defecto es que el ambiente
barriobajero no escapa de cierta estereotipación, así como tampoco algunos personajes. Por ejemplo,
los malotes tienen pinta de rockeros o heavys.</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy9ho1RpxMTrKgzrXaSuQl3FH0RygvdY1xVwACcTfMu9M5xu51SkonUFhteMkDlOab-Buyx9fcuI8DcyK6g2rzceOPjI3Xs7HOzqrNoIJP2YoqmeLm0LKv0gDtNnggL75XCKfXX0yyMK4/s1600/Roberto+Carlos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="317" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy9ho1RpxMTrKgzrXaSuQl3FH0RygvdY1xVwACcTfMu9M5xu51SkonUFhteMkDlOab-Buyx9fcuI8DcyK6g2rzceOPjI3Xs7HOzqrNoIJP2YoqmeLm0LKv0gDtNnggL75XCKfXX0yyMK4/s320/Roberto+Carlos.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El cantante a imitar para el personaje protagonista</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">El chico que imitaba a Roberto
Carlos</span></i><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"> no es una obra maestra
de la literatura, tampoco estoy seguro de que sea una novela para recomendar a
ciegas. Sé de mucha gente a la que no le gustaría, amistades a las que no les sugeriría esta lectura. Pero yo la he disfrutado, porque tengo debilidad por estas historias y
estos personajes como el Chico que imitaba a Roberto Carlos. Es una novela en
la que prima la emoción. El propio autor lo reconoce en <a href="http://www.martin-casariego.com/Bibliografia/entrevista2.htm" target="_blank">una entrevista colgada en su propia web</a>:</span>
</div>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span>-¿La literatura debe ser como el
amor, que usted ha definido como pasión, descontrol e imaginación?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">-La literatura que me gusta tiene mucho más que ver con la emoción que
con la inteligencia. La novela debe de estar bien pensada y estructurada, por
supuesto, pero lo que me importa más es la parte que tiene que ver con los
sentimientos.</span></div>
</blockquote>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"></span><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">Y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>así es, <i>El chico que imitaba a Roberto
Carlos</i> tiene un gran componente emocional. Y cada uno tiene su particular
baremo sobre dónde termina lo emocional y empieza la cursilería. En mi baremo
se queda en lo emocional. Me parece una lectura tierna, amena y ligera, con la que pasar un rato agradable. Y sin duda, si yo fuera profesor de la ESO, la pondría como lectura
obligatoria. </span>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"><b>Valoración</b>: Bien/Notable bajo</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;"><b>Te gustará si te gusta</b> la literatura juvenil con ambiente de barrio, y
las historias de amistad y amor.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">Fragmentos:</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: red;"><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">(1)</span></span></div>
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">Salimos a la calle. Mi hermano caminaba, unos metros más allá, las manos
en los bolsillos, la cabeza inclinada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">No era huraño, pero sí solitario. Quiero decir que era simpático con la
gente, pero habitualmente le agradaba estar solo. Eso le hacía más atractivo y
misterioso, pero por la misma regla de tres, favorecía el que la gente
inventara historias sobre él.</span></div>
</blockquote>
<span style="color: red;"><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">(2)</span></span><br />
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">Cuando llegué a casa, mi hermano estaba discutiendo con mi padre en la
cocina. A mi hermano le habían ofrecido cantar en la inauguración del chalé de
don Vicente, y lo había rechazado, pretextando que esa noche, el 21 de agosto,
tenía que cantar en La Sirena.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">—Te pagaban bien, ¿no? ¡Pues entonces!</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">—El don Vicente ese es un mafias y yo no canto para él.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">—No se puede acusar sin pruebas —respondió mi padre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">—Vende drogas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">—¿Cómo lo sabes?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">—Eso dicen.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">— También han dicho barbaridades de ti —terció nuestra madre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">—Pero lo de ése es verdad —se obstinó mi hermano—. Además, yo canto si
me da la gana.</span></div>
</blockquote>
<span style="color: red;"><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">(3)</span></span>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 9.0pt;">En el barrio, mucha
gente, sobre todo algunos de su edad, empezaron a burlarse de él y a decir,
cuando él no estaba presente, porque delante no se atrevían, que era un maricón
y un baboso, porque le gustaban esas canciones tan blanditas y tan horteras de
Roberto Carlos (…). </span><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">A mi hermano,
sentado ante su escritorio, con la ventana abierta y un cigarrillo encendido o
sin encender en la mano, mirando las mil luces de la ciudad, las naves
industriales y los enormes depósitos cilíndricos, las burlas le resbalaban.</span></div>
</blockquote>
<span style="color: red;"><span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">(4)</span></span><br />
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-size: 9.0pt;">A mí, cuando contaba diez o doce años, el Alicates y el Alcanzas me
impresionaban, y pensaba que sabían mucho de la vida. Durante el último curso
ya habían empezado a caerme regular, porque veía que muchas de las cosas que
decían estaban envenenadas. En realidad, no era que ellos hubieran cambiado,
sino que era yo el que, con catorce años, empezaba a cambiar, y a perder no
sólo la inocencia, sino también el respeto por las personas de más edad, cuando
ésa fuera la única razón por la que se lo tuviese.</span></div>
</blockquote>
<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-8263349961638109176.post-22381463022870601602016-07-05T21:01:00.000+02:002016-09-29T01:33:11.740+02:00Perros e hijos de perra, de Arturo Pérez-Reverte. O la admiración hacia la lealtad a cuatro patas<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
</w:Compatibility>
<w:BrowserLevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel>
</w:WordDocument>
</xml><![endif]--><br />
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:LatentStyles DefLockedState="false" LatentStyleCount="156">
</w:LatentStyles>
</xml><![endif]--><!--[if !mso]><img src="https://img1.blogblog.com/img/video_object.png" style="background-color: #b2b2b2; " class="BLOGGER-object-element tr_noresize tr_placeholder" id="ieooui" data-original-id="ieooui" />
<style>
st1\:*{behavior:url(#ieooui) }
</style>
<![endif]--><!--[if gte mso 10]>
<style>
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin:0cm;
mso-para-margin-bottom:.0001pt;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:10.0pt;
font-family:"Times New Roman";
mso-ansi-language:#0400;
mso-fareast-language:#0400;
mso-bidi-language:#0400;}
</style>
<![endif]-->
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmQWW_iJlQmoDCNoSSk5cYUVx2kfiHc7IWKC7JYVWnsH7aJCYBD0pd4B-uvNINZv-RVH-pJMMvm2qSV5sHqC7WUXLVvf3QSaW-cBM72abEdpgrZGkqrGZUXS5qpWSvcUfHEQ556pXCbpU/s1600/perros_e_hijos_de_perra+portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmQWW_iJlQmoDCNoSSk5cYUVx2kfiHc7IWKC7JYVWnsH7aJCYBD0pd4B-uvNINZv-RVH-pJMMvm2qSV5sHqC7WUXLVvf3QSaW-cBM72abEdpgrZGkqrGZUXS5qpWSvcUfHEQ556pXCbpU/s320/perros_e_hijos_de_perra+portada.jpg" width="216" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Ficha</span>:</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Título:</b> Perros e hijos de perra</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Autor: </b>Arturo Pérez-Reverte</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Editorial:</b> Alfaguara,</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Nº de páginas:</b> 156</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Lengua:</b> castellana</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sinopsis de la contraportada:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<<He tenido cinco perros. No hay compañía más
silenciosa y grata. No hay lealtad tan conmovedora como la de sus ojos atentos,
sus lengüetazos y su trufa próxima y húmeda. Nada tan asombroso como la extrema
perspicacia de un perro inteligente. No existe mejor alivio para la melancolía
y la soledad que su compañía fiel, la seguridad de que moriría por ti,
sacrificándose por una caricia o una palabra.>></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Perros de presa adiestrados por gente sin escrúpulos, un
chucho mejicano tuerto y digno, el fila brasileño que no era un asesino, Jemmy
y Boxer, que cruzaron el Valle de la
Muerte con la Brigada Ligera, el perro flaco y bastardo de la
batalla de Rocroi, o Sherlock, el teckel de pelo fuerte y sólidos silencios,
son algunos de los protagonistas en los artículos escritos por Arturo
Pérez-Reverte entre 1993 y 2014 que se recogen en esta antología, ilustrada por
el pintor Augusto Ferrer-Dalmau.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Opinión personal:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Era yo estudiante de bachiller cuando descubrí a Arturo
Pérez-Reverte. Y anonadado me quedé, oigan. Al leer aquellos artículos de
opinión, Reverte me pareció más punk que las propias bandas de punk. Aquella
forma brusca de decir las cosas, aquel lenguaje soez y aquella contundencia me
encantaban. Y además por parte de una académico de la Real Academia. Y con amplia
cultura, tal y como me demostró con el primer libro de la saga Alatriste, que
también leí por aquellas fechas. Así que recopilatorio de artículos que veía de
Pérez-Reverte, recopilatorio que me compraba. Y poco a poco fui leyéndome
también novelas suyas —y que debería releer para abrir esta Posada y hablarles
de ellas—.</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwhyphenhyphenIX6b7hdbDz9344_g9x4qO_CH9dw8fa7EpXsxIcnSSKCOHpcRgD7LDLT7IFKgg-rBMXmlOUJoDO8G6lo1u2oiRzXDyzOfAJSiH91VhZe-1L9in_przPZhyphenhyphenTbrFdCniwhFc5liHT2g4/s1600/Reverte.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwhyphenhyphenIX6b7hdbDz9344_g9x4qO_CH9dw8fa7EpXsxIcnSSKCOHpcRgD7LDLT7IFKgg-rBMXmlOUJoDO8G6lo1u2oiRzXDyzOfAJSiH91VhZe-1L9in_przPZhyphenhyphenTbrFdCniwhFc5liHT2g4/s320/Reverte.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Arturo Pérez-Reverte</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Así que ya ven, yo era muy revertiano. Pero fueron pasando
los años, y con el paso de los años se suele cambiar. Aunque sólo sea un poco,
pero se suele cambiar. Uno lee otras cosas, descubre otros puntos de vista y
adquiere una visión más amplia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Muchas
verdades de Pérez-Reverte ya no me parecían tan verdades. Sus opiniones
empezaron a parecerme demasiado subjetivas. Y digo demasiado porque, obviamente,
subjetivos somos todos, pero hay gente que intenta que su verdad, su opinión,
esté lo más alejada posible de su gusto o manía personal. En otras ocasiones,
me empezaba a parecer que Pérez-Reverte no iba tampoco a la raíz de algunos
problemas, quedándose en generalidades. O que sus cabreos con determinadas
cosas no estaban del todo justificados, sonando ya a abuelo cebolleta que se queja
porque “las cosas ya no son como en mis tiempos”. Así que a medida que pasaban
los años mis discrepancias con el señor Reverte aumentaban, hasta el punto de
que les mentiría si les dijera que Pérez-Reverte sigue siendo un referente para
mí. Pero no se crean que he abierto la Posada del lector con la intención despotricar
del señor Reverte. Y es que el señor Pérez-Reverte me cae bien. O dicho de otro
modo —y aún a riesgo de sonar redundante de forma parecida a Rajoy, que se ha
convertido en el maestro de las redundancias—: no hay manera de que este hombre
me caiga mal. Pese a mis discrepancias con él, pese a que a veces no me lo
puedo tomar en serio, hay algo en Pérez-Reverte que me genera simpatía. De la
misma manera que he conocido a gente con la que tenía mucha afinidad en cuanto
a opiniones o ideas políticas… y que no la tragaba. Cosas raras de la vida, en
la que dos más dos no siempre suman cuatro. Así que, paseando por la
biblioteca, al encontrarme el libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Perros
e hijos de perra</i>, decidí cogerlo. Hacía tiempo que no leía ya un libro de
artículos de Pérez-Reverte —el último fue <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No
me cogeréis</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vivo</i>, ha llovido
desde entonces—, y como me encantan los perros,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>¿cómo no lo iba a coger? Además, así tendría una excusa más para abrir la Posada del lector.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Perros e hijos de
perra</i> se titula este recopilatorio de artículos —veintidós en total—, un
título que ya dice mucho de quién es el autor, a la vez que revela un tono de cabreo
que en ocasiones aparecerá en la obra. Además de los veintidós artículos, la obra
se inicia con una introducción en la que Pérez- Reverte nos habla de lo que
encontraremos en este libro:</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Durante la mitad de mi vida conviví con perros, y de ellos
he aprendido mucho de cuanto sé, o creo saber, sobre las palabras amor,
desinterés y lealtad. Éstas no son frecuentes entre los humanos, al menos las
dos últimas; y desde luego, tampoco la primera, amor, en el sentido en que
podemos aplicarla a esos nobles animales. Podría resumirlo afirmando que nunca
conocí entre los seres humanos, como en los cinco perros que hasta hoy pasaron
por mi vida, un amor tan desinteresado y tan leal. Tan conmovedoramente fiel.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Este libro recoge, ordenados más o menos cronológicamente,
algunos de los artículos que, según puedo recordar, escribí sobre perros entre
1993 y 2014. No son demasiados, aunque reflejan bien lo que significan para mí.
Varios de los textos están dedicados a episodios perrunos concretos, donde
ellos son protagonistas. En otros, orientados a diversos asuntos, figuran, sólo
como personajes secundarios. Sin embargo, todos estos artículos se encuentran
unidos por un sólido vínculo común: la mirada que los perros que amo y amé
dejaron en mí, referida a su mundo y el mío. Anécdotas de fidelidad, de coraje,
de soledad, de tragedia, de alegría. Historias que quien conoce a los perros
sabrá sin duda apreciar en lo que valen, y cuanto significan.</div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
Porque, efectivamente, tal y como comenta Pérez-Reverte en
la introducción, todos estos artículos que encontramos en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Perros e</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hijos de perra</i>
ya fueron publicados en prensa —y algunos los recordaba haber leído en los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>libros recopilatorios genéricos que se
publicaron—. Y efectivamente también para Reverte los perros tienen un algo
especial. Parece que todas esas reglas en las que cree y muestra en sus novelas
—lealtad, honor, amistad— las ve reflejadas en los perros. Más reflejadas en
los perros que en las personas. En varias ocasiones leerán en este libro la
declaración de que cuando muere un ser humano el mundo no pierde gran cosa, la
humanidad está embrutecida y ninguna vida la considera sagrada, pero en cambio cuando
muere un perro el mundo es un lugar más triste <span style="color: red;">(1)</span>. Y en esa línea irán muchos
artículos, en los que exaltará la humanidad y las virtudes de nuestros amigos
los perros, virtudes como su coraje y la lucha que le echan a la vida. Es el
caso del artículo de anécdota histórica “Los perros de la brigada ligera”. O el
artículo “El chucho antisistema”, que habla de aquel perro que apareció en las
noticias, allá por los años 2010-2012, cuando las protestas en Grecia, y del
que Pérez-Reverte no citó el nombre pero se llamaba Lukánikos, y del que nos
dirá que:
</div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
A su manera, sin saberlo, puede
que ese chucho también libre su propia guerra antisistema. Batiéndose no sólo
por su amo, sino por sí mismo. Por sus colegas: cachorrillos regalos de Navidad
que meses más tarde acabarán abandonados en una cuneta; por los perros
maltratados, apaleados hasta morir por canallas sin conciencia; por los que
acaban ahorcados en el monte cuando son viejos, arrojados vivos a un pozo o
liquidados de un escopetazo; por los que enloquecen amarrados con dos metros de
cadena o mueren de hambre y sed; por los que son sacrificados sin necesidad
pudiendo salvarse; por los que nadie reclama y acaban deslizando su sombra por
el corredor de la muerte; por los que infames sin escrúpulos utilizan en peleas
clandestinas donde se juegan enormes cantidades de dinero; por esos perrillos
drogados que, ante la pasividad de las autoridades, algunos mendigos utilizan
para mover a piedad y luego se desembarazan oscuramente de ellos... Y sí. Miro
la foto del perro antisistema que se enfrenta a la policía en una calle de
Atenas y concluyo que tal vez también él tenga cuentas propias que ajustar. Y
que todo será más noble y luminoso mientras junto a un hombre que lucha haya un
buen perro valiente.</div>
</blockquote>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHjY62u9d6-nH3IJ6nlo9hG6dVEaPSHQJlvRHsf_usfs1CneoOZ6lsQ1xUbwKRE3Ko8zele9mkSG2gdXlIWdhUBy9xXyBAzJJ1kn364qh4ugIT93FgdsB8PtAGAerf0yPgB3oCY4Cu0nA/s1600/Lukanikos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHjY62u9d6-nH3IJ6nlo9hG6dVEaPSHQJlvRHsf_usfs1CneoOZ6lsQ1xUbwKRE3Ko8zele9mkSG2gdXlIWdhUBy9xXyBAzJJ1kn364qh4ugIT93FgdsB8PtAGAerf0yPgB3oCY4Cu0nA/s320/Lukanikos.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lukánikos, el perro al que Pérez-Reverte le dedicó un artículo</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
Como ven, Pérez-Reverte aprovecha
el caso de Lukánikos para hacer una crítica social sobre el trato que sufren
los canes. Algo que también hará en el artículo “Bandoleros a cuatro patas”. Y
es aquí donde me encuentro al Pérez-Reverte que más me gusta, el que se indigna
ante tal injusticia, el que por respeto y empatía hacia los perros lo escupe
todo, indignado. Porque puede que a veces la mala leche y los insultos de
Pérez-Reverte sean excesivos en algunos temas, pero no en éste. Creo
fervientemente que la mala hostia está justificada ante casos de crueldad
extrema como perros ahorcados o peleas clandestinas. Por eso uno de mis
artículos favoritos es “La perra color canela”, que me resulta conmovedor. En
él se cuenta el abandono de una perra en una gasolinera, y aunque allí los
trabajadores la adopten y la mimen, la perra nunca dejará de sentirse curiosa
ante todos los coches que se paran, por ver si regresa su dueño. O “Era sólo
una perra”, en la que nos cuenta un suceso acaecido en el metro de Madrid: una
galga abandonada cayó en la vía, y correteaba perdida esquivando metros durante
días. La empresa municipal pasó del rescate, y no sería por falta de soluciones
que se les propuso con tal de rescatarla. Pero no las aceptaron, y al final
pasó lo que tenía que pasar: la perra murió atropellada. Y ante tales casos, ya
les digo: Pérez-Reverte no ahorra bilis. Y bien que hace.
</div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y no es que Pérez-Reverte defienda a los perros desde la
distancia, para ganarse el aplauso. Podríamos pensar que lo de Pérez-Reverte es
la típica idealización fácil hacia el mundo animal, ya saben: como si los
animales fueran tan humanizados que parecieran sacados de una película de Walt
Disney, ignorando sus leyes salvajes y su instinto de supervivencia para
convertirlos en animales de peluche. Es algo en lo que mucha gente incurre,
aunque tal vez sea políticamente incorrecto señalarlo. Pero no es el caso de
Pérez-Reverte. Y además hablamos de un animal concreto: el perro, que lleva
miles de años domesticado, y conviviendo a nuestro lado. Yo he tenido y tengo
perros, y en verdad les digo que, sin idealizaciones, sí creo que nuestros
amigos de cuatro patas poseen las cualidades humanas que Pérez-Reverte les
proyecta. Aunque sea por simple apego a sus dueños, pero las poseen. Y
Pérez-Reverte sabe de lo que habla porque ha tenido cinco perros, de los cuales
hay testimonios en algunos de los artículos de este libro. Así sabremos de
Sombra, Mordaunt —guiño a los Tres mosqueteros de Dumas— y Sherlock —sobra
comentar aquí el guiño ¿verdad?—.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Quizás por eso, por haber tenido cinco perros, el libro se
abre con una dedicatoria a su hija Carlota, la cual no creo que haya sido ajena
a la convivencia con estos fieles animales. Además también precede a la obra
dos citas literarias, la primera de Cervantes —extraída de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El coloquio de los perros</i>— y la segunda de Jack London —de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La llamada de lo salvaje</i>—. Y para
rematar el libro que nos ocupa, se cuenta con la colaboración del pintor
Augusto Ferrer-Dalmau, que ilustra algunos relatos con retratos de perros.
Además, en uno de los artículos del libro Ferrer-Dalmau tiene protagonismo, se
trata de “El perro de Rocroi”, que habla sobre uno de los cuadros de batallas
históricas en las que Ferrer-Dalmau está especializado. El cuadro en cuestión
es “Rocroi. El último tercio”, y en él aparece un perro precisamente a petición
expresa de Arturo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy4H7p7XyNmUQIfVskMofjGDirxPZvoRFVgV-yerkYKDD9HswErs0q_ziDxmZAfvn_Y-1nbUvIsd4aJA8QiZI6-fxTRF0seipN1jsiuUIUuUw-g7HUtwPhwIrbpsf9h6-aSBOYQVa_e14/s1600/Perrita+Loa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy4H7p7XyNmUQIfVskMofjGDirxPZvoRFVgV-yerkYKDD9HswErs0q_ziDxmZAfvn_Y-1nbUvIsd4aJA8QiZI6-fxTRF0seipN1jsiuUIUuUw-g7HUtwPhwIrbpsf9h6-aSBOYQVa_e14/s320/Perrita+Loa.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Me encontré esta imagen por las redes sociales, ¿ven la mirada de Noa? Pues Pérez-Reverte tiene razón cuando describe la mirada de un perro.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En definitiva, es una buena lectura para los amantes de los
perros, amena y ligera. Sólo le encuentro un defectillo, algo que, al menos a
mí, no me acaba de convencer. Y es que, como bien dice el propio Arturo
Pérez-Reverte en el fragmento del prólogo copiado anteriormente, en algunos
artículos los perros figuran “sólo como personajes secundarios”. Excesivamente
secundarios para mi gusto, cuando se supone que el libro gira en torno a ellos.
Son artículos donde el tema central es otro, pero en los que aparece un perro
de forma testimonial. Tan testimonial que me rompe un poco la idea original que
vertebra el libro. Es el caso de “Cuento de navidad”,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Un brindis por ellos dos” o “En la orilla
oscura”. Y hay algo que tampoco me acaba de convencer: algunas opiniones
cuñadas de Pérez-Reverte sobre algunos temas —a bote pronto, el artículo
“Verano de perros y abuelos” me pareció un símil desacertado—. Pero de eso ya
he hablado al principio de esta entrada. El libro merece la pena. Nunca está de
más homenajear a nuestros mejores amigos.
</div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<b>Valoración:</b> Bien</div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<b>Te gustará si te gusta</b> Arturo
Pérez-Reverte, los perros.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: red;">(1) </span>En el artículo “La mirada de un perro” nos contará que:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Y saben lo que les digo?... Podría desaparecer la Humanidad entera.
Podrían diezmarnos las catástrofes y las guerras y caer chuzos de punta e irnos
todos a tomar por saco, y el planeta Tierra no perdería gran cosa. Al
contrario: ganaría en armonía natural y en alivio. Pero cada vez que desaparece
un animal silencioso, bueno y leal como era el perro del que les hablo —se
llamaba Sombra—, este mundo de mierda resulta menos generoso, menos habitables
y menos noble.</div>
Letraheridohttp://www.blogger.com/profile/02348143389374255453noreply@blogger.com13