Encontré el otro día un vídeo interesante, en el que el escritor
Albert Sánchez Piñol hacía una reflexión curiosa y anecdótica. No puedo
privarme de compartirla públicamente. Al estar el vídeo en catalán, les hago un
resumen traducido de sus palabras para los que sean de fuera de Cataluña:
<<Yo comencé a introducirme en la narrativa a través del cómic. Antes explicaba sobre como conformamos el mundo a través de la narrativa. Yo soy de una generación que sufría con la generación vaquilla, ibas por la calle y los quinquis te quitaban la bolsa de pipas. Yo lo que pensaba es que a los quinquis había que cogerlos y bombardearlos, y fin del problema. Cuando ibas a clase y preguntabas en clases de ética y religión por qué no bombardeábamos a los quinquis que te robaban la bolsa de pipas yo ni recuerdo la explicación que te daban. ¿Y por qué no la recuerdo? Porque no era nada convincente. Pero un día, en la pre adolescencia, me acuerdo que leí un cómic de Spiderman, el cuál tenía una novia que estaba muy buena: Gwen Stacy. Si te acuerdas bien, hay un cómic en el que el Duende Verde mata a Gwen Stacy, un cómic que marcó época. Allí sí entendí por qué no había que matar a los quinquis, porque Spiderman no mata al Duende Verde. ¡Ahá! Porque si Spiderman mata al Duende Verde se convertirá en el Duende Verde. ¿Y verdad que es su peor enemigo? Esto si te lo dice un cura no tiene ningún sentido. Si te lo dice Spiderman lo entiendes. Este es uno de los valores de la narrativa.>>
Bueno, quizá para ser convincente y para saber hacer comprensibles las cosas que se enseñan en ética hay que saber narrar.
ResponderEliminarPero sí, hice un trabajo apostando por la enseñanza de la ética mediante los cómics :)
Claro, es que en realidad tanto en las clases de ética y religión como en el cómic de Spiderman el valor que se presentaba era el mismo. Sólo que en un caso resulta un tostón y en el otro no. Es lo que tiene saber narrar.
EliminarPor cierto, me hubiera encantado leer tu trabajo :)
Un saludo.