Lansy, en su blog, ya hizo una entrada reflexionando
sobre esto. Muy resumidamente, como ya comenté en el blog de Lansy, creo que
otras redes sociales como Twitter e Instagram han influido mucho. Estas dos
redes sociales citadas capturan mucho tiempo. Además, son dos redes sociales
más inmediatas —al menos, Twitter, que lo sé de primera mano—, crean un
feedback más rápido. Son el aquí y el ahora. Me fijo, en cambio, en la mayoría
de blogs y veo que el número de comentarios ha bajado si lo comparo con apenas cuatro
años atrás. Yo mismo no me paso tanto a leer blogs y comentar como antes,
pero...
Pero aquí viene otra posible causa. Los
smartphones. O al menos, a mí personalmente, tener un smartphone me influye.
Leo mejor los blogs desde el PC que desde el móvil. Y sobre todo, comento mejor
una entrada desde el pc que desde el móvil. Y ya no dispongo tanto tiempo para
estar sentado frente al pc con el teclado, en cambio puedo sacar en cualquier
rato el smartphone del bolsillo. Y además, otra razón es que, desde que tengo
acceso regular a internet, veo que la imagen y el vídeo predominan sobre el
texto. Han proliferado los youtubers, y eso incluye, en concreto, a booktubers.
Todo esto en detrimento de los bloggers. Y yo echo en falta la letra escrita.
Hay hilos de Twitter que están muy bien… pero no sé, acaban quedando como
sepultados entre montañas de tuits e hilos. Irónicamente, veo que gente que
antes tenía un blog de divulgación ya no usa tanto el blog, y sí hacen largos
—y buenos— hilos… y gente les comenta que se podrían abrir un blog. ¿Absurdo? A
priori sí, pero le entiendo: Twitter genera mucho más feedback. Interactuarás
más en Twitter que en blogger. Te leerán más en Twitter que en blogger. Sé que sueno un poco como el típico yayo de “lo
de antes era mejor”, pero no puedo evitarlo.
Hace unos años, leí un artículo en
internet que hablaba sobre un nuevo concepto bloggero: el slow blogger o algo
así era. Consistía en no actualizar de forma muy continua, pero hacer buenas
entradas. Es lo que me propuse —aunque no sé si lo consigo—. La verdad es que
las entradas no las escribo en un día, tardo mucho, les doy vueltas. Escribo,
corrijo, borro. Es un poco desesperante para mí mismo cuando pienso en lo que
tardo en publicar, pero a la vez también disfruto escribiéndolas. Me relaja ir
pensando y matizando mis opiniones y sensaciones de una lectura. Dicho esto,
quizás debería abrir más el blog a otro tipo de entradas. Y tener un blog tangenial y heterogéneo como el de Bettie Jander. No quiero perder la idea central
de que, lo que mueve a mi blog, son las entradas literarias. Pero supongo que
debería abrirme a hacer otro tipo de entradas, más rápidas y de otros temas.
Esta entrada, por ejemplo, la ha escrito del tirón en un momento en el que me
he sentado. También se me ha ocurrido hacer una entrada conjunta con Bettie, ya
la verán. El caso, es que aquí seguiré, y como decía Lansy en su blog, “no
puedo permitir que esto muera”. A mí, al igual que a ella, el blog me ha
servido para mejorar en ciertas cosas y también para conocer gente.
En fin, eso es todo. Feliz año 2019. Espero seguir viéndonos por aquí.